Sofía Palazuelo y Fernando Fitz-James Stuart afrontan con gran alegría el último trimestre del embarazo de la duquesa de Huéscar. La pareja de aristócratas se encuentra muy ilusionada por ampliar su hogar, y, si bien es cierto que siempre se muestran reservados ante las cámaras, han confirmado la noticia de que el bebé que esperan se trata, de nuevo, de una niña, tal y como había avanzado Fernando Martínez de Irujo, tío del duque de Huéscar. Además, durante un paseo por las calles de Madrid en compañía de su inseparable perro de raza teckel el matrimonio ha confesado, que, por el momento el nuevo miembro de la familia no tiene un nombre definido, porque, si bien es cierto que tienen algunas opciones en mente, aún no se han decantado por uno en concreto. Mientras que el futuro duque de Alba se adelantaba a su mujer para abrir el portal de su vivienda, Sofía daba las gracias por el cariño que recibe de la prensa y ha asegurado que su máxima prioridad es que la pequeña que viene en camino nazca con salud.
De lo que no cabe duda es que esta bebé será la mejor compañera de juegos de Rosario, su primogénita que en este mes de septiembre ha cumplido dos años por lo que la diferencia de edad no será casi notoria entre ellas. La niña es de carácter curioso y a sus orgullosos papás les encanta estar siempre que es posible a su lado en esta etapa tan crucial de la infancia en la que cada día se obtienen pequeños logros y se viven primeras veces. Precisamente, tras una entretenida temporada estival, Rosario ha comenzado un nuevo curso escolar en la guardería, donde se ha podido ver a sus progenitores recogiéndola o acompañándola al parque al finalizar las clases. Un tiempo de calidad en exclusiva para ella cuando quedan pocos meses para que deje de ser la benjamina de la casa y asuma las responsabilidades propias de una hermana mayor.
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Otra de las grandes lecciones que ha demostrado Sofía en este segundo embarazo es su elegancia y sofisticación a la hora de vestir adaptando las tendencias más actuales a los cambios que ha ido experimentando su cuerpo para verse siempre guapa y favorecida. En esta ocasión, y aprovechando los últimos días en los que la temperatura acompaña para lucir algunas prendas más estivales antes de meterse de lleno en el armario de otoño, la duquesa de Huéscar ha optado por un maxi vestido de estampado floral en tonos rosas y azules que se remataba al cuello con crochet, el mismo tejido que ha aplicado en su bolso. En lo referido al calzado, ha optado por unas cómodas alpargatas planas, un tipo de zapato que le permite recorrer grandes distancias sin sufrir molestias en los pies.
Precisamente, un outfit muy similar a este ya lo usó durante sus vacaciones en el mar, concretamente en Marbella. Sin embargo, ha querido darle una nueva vida a la ropa y ha sabido convertirlo en un look de lo más apropiado para la agitada rutina de la ciudad, sin perder la esencia bohemia de estos caftanes que tanto le gustan. Por su parte Fernando, en una línea más clásica, ha optado por unos pantalones chinos en blanco con un polo verde y zapatos castellanos.
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