El US Open, que se celebra estos días en la Gran Manzana, es el evento deportivo perfecto para ver y ser visto. Entre sus gradas llenas de celebrities y animando a Serena Williams, de la que se rumorea que se despedirá del mundo del tenis tras este torneo, se encontraba Diego Osorio junto a su novia, la esquiadora olímpica Lindsey Vonn, con la que sale desde el año pasado y quien acaba de perder a su madre a causa de la esclerosis lateral amiotrófica.
El atractivo aristócrata, que antes de comenzar este noviazgo salía con Jordan Joy Hewson, hija de Bono, líder de U2, es ya uno más entre la jet set de Nueva York, y tanto es así que el hijo de Miguel Osorio y Díez de Rivera, marqués de los Balbases y conde de la Corzana, y de Gloria Nicolás-Correa ha entrado a formar parte del selecto club de los reyes del tequila.
Y es que, tras varios años estudiando el mercado, Diego lanzaba, hace un par de años, su proyecto más personal, su marca de tequila, Lobos 1707, un nombre con el que homenajea el escudo de uno de sus antepasados, el virrey Diego Osorio, del siglo XVIII, quien llevaba barriles de bodegas de España a México y, cuando se vaciaban, los llenaba de licor de agave, una idea que él ha recogido envejeciendo el tequila en barricas españolas, concretamente, en barriles del vino dulce de Jerez Pedro Ximénez. Entre sus socios se encuentran la estrella de la NBA LeBron James; su exsuegro, Bono, y el actor Arnold Schwarzenegger.