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Brad Pitt es de ese tipo de personas que no necesita presentaciones. Respetado en la meca del cine tras una carrera de más de treinta años, el intérprete ha logrado colarse en la lista de los actores mejor pagados de la industria, hecho, que unido a otras fuentes de ingresos, como su productora Plan B Entertainment, sus acuerdos publicitarios y su propia marca de vinos, han permitido al inolvidable protagonista de Leyendas de pasión concederse algunos caprichitos.
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Dueño de un caza monoplaza usado por la Royal Air Force valorado en 3 millones de euros y de un helicóptero, regalo de su ex Angelina Jolie, Brad también posee un garaje de ensueño en el que destacan un Camaro SS, un Aston Martin Vanquish Carbon Edition, asi como una motocicleta Shinya Kimura, una Ecosse Titanium Series FE TI XX y una Jesse Rooke KTM, entre otras. Pero si hay algo en lo que el actor ha invertido gran parte de su patrimonio, estimado en más de 300 millones de euros, eso es en la adquisición de una envidiable cartera de propiedades.
Convertido en un auténtico rey inmobiliario, Brad Pitt ha comprado casas en Santa Bárbara, Nueva Orleans, Malibú, Beverly Hills, Nueva Orleans, Francia e incluso en Mallorca, aunque muchas de ellas acabó poniéndolas a la venta. Hoy en día, el actor posee cuatro impresionantes y exclusivas mansiones, en las que desconectar del mundo ahora que el actor ha dejado entrever su posible retirada.
Los Ángeles
Brad Pitt compró su primera casa en 1994 en el exclusivo barrio de Los Feliz, en Los Ángeles, muy cerca del Observatorio Griffith, y lo hizo por la modesta cantidad de 1.700.000 euros. La propiedad, de estilo Craftsman, estaba compuesta por una casa principal de más de 620 metros cuadrados compuesta por seis habitaciones y siete baños. Con el paso de los años, el actor se hizo con cuatro propiedades contiguas para ampliar el complejo estableciendo así una casa de invitados, una casa de juegos para los niños e incluso una casa para el servicio. La propiedad también incluye una pista de patinaje, una cancha de tenis, una piscina al aire libre y un parque infantil. Actualmente está valorada en 5 millones de euros.
Una casa en Santa Bárbara
En el año 2000 cuando se casó con Jennifer Aniston, el actor adquirió una casa de 4,5 hectáreas en Santa Bárbara,concretamente en Goleta, en primera línea de playa y la cual se ha visto en más de una ocasión amenazada por los incendios forestales. La pareja la utilizaba para escapadas románticas y es tal el cariño que guarda Pitt a esta propiedad que a pesar de no utilizarla muy a menudo actualmente, no se ha decidido a venderla.
Un castillo al sur de Francia
En 2012, Brad Pitt compró una extensa propiedad de 485 hectáreas en Correns, en el sur de Francia tras tenerla arrendada desde 2008. Valorada en 60 millones de euros, fue aquí donde el actor contrajo matrimonio con Angelina Jolie y la propiedad que actualmente ambos se disputan después de su separación en 2016. Rodeada de una vegetación envidiable , el castillo cuenta con 35 dormitorios, spa, jacuzzi, varios gimnasios, un lago, una piscina, una ermita y un helipuerto. Además la residencia cuenta con un viñedo de 30 hectáreas dedicadas a la producción de uno de los vinos rosados más exquisitos del planeta.
Un refugio de piedra en Carmel Highlands
El protagonista del club de la lucha acaba de desembolsar 40 millones de euros en una centenaria vivienda ubicada sobre un acantilado en Carmel Highland, California. Construida por Charles Sumner Greene, un destacado arquitecto de pricipios del siglo XX (y firme partidario del movimiento estadounidense Arts and Crafts), la casa, que fue bautizada bajo el nombre de DL James House, en honor a su primer dueño, el escritor DL James, data de alrededor de 1918. La residencia, de 300 metros distribuidos en una sola planta, fue construida de tal manera que pareciera surgir de los acantilados y cuenta con una vista de 180 grados al océano.
La propiedad, a la que se accede por un estudiado arco de piedra se encuentra a pocos metros de la playa, y está construida con piedra arenisca y granito extraída de la zona aunque todos sus detalles están elaborados en madera. Todas las ventanas han sido diseñadas en arco i, con ladrillos ‘elegidos individualmente’ por Charles Greene, y el techo está rematado con tejas de estilo mediterráneo.