La directora y actriz estadounidense Olivia Wilde deslumbraba este sábado en la presentación de su película Don’t Worry Darling (No te preocupes querida), proyectada en la sección Perlak del Festival de San Sebastián, que muestra títulos provenientes de otros festivales internacionales. Aunque el viernes ya se la pudo ver a su llegada al hotel María Cristina, ha sido este sábado cuando ha posado ampliamente para la prensa gráfica con un colorido vestido en las terrazas del Kursaal.
Hasta el último minuto, los más optimistas han albergado esperanzas de que el cantante Harry Styles, que protagoniza la película junto a Florence Pugh, visitara la ciudad, pero finalmente la cineasta ha viajado en solitario sin Pugh ni Styles, de quien se enamoró precisamente durante el rodaje de Don’t Worry Darling, estrenada hace unas semanas en la Mostra de Venecia.
El vestido años 60 de Olivia Wilde y otros lookazos vistos en San Sebastián
Si en el soleado photocall de la mañana lucía un florido maxivestido de inspiración años 60, por la noche elegía un elegante traje verde con cuello halter para desfilar por la alfombra roja del Victoria Eugenia, donde tenía lugar la proyección del largometraje y no sólo brillaba por su elegancia y belleza, sino también por su simpatía. El público se agolpaba en los aledaños del teatro para saludar a la estrella en el estreno español de su segundo filme como directora tras Súper Empollonas.
Olivia Wilde habla de su noviazgo con Harry Styles antes de estrenar su película juntos
En Don’t Worry Darling Pugh y Styles encarnan a Alice y Jack, un matrimonio que vive en una comunidad ideal cuyos hombres trabajan para un proyecto de alto secreto. En la idílica vida de ambos empiezan a aparecer grietas que sacan a la luz destellos de algo siniestro que se esconde tras una fachada atractiva.