Ana Obregón, abatida, regresaba a primera hora de la mañana al tanatorio de La Paz, en Tres Cantos (Madrid), para despedirse para siempre de su padre, Antonio García Fernández, fallecido a los 96 años de edad. Arropada por sus hermanos, Juancho, Celia, Amalia y Javier, la presentadora y actriz ha asistido a una misa por el eterno descanso del empresario, del que no se ha separado en sus últimos meses de vida. La familia García Obregón ha querido despedirse de él en la más estricta intimidad en un servicio religioso oficiado en la capilla del tanatorio y en el que una vez más han vuelto a dar muestras de su unión y fortaleza frente a la adversidad.
Emocionada pero serena, Ana Obregón llegaba al tanatorio vestida de riguroso luto con el collar con el nombre de su hijo Aless del que no se separa y acompañada de su mejor amigo, Raúl Castillo, que ha sido uno de los grandes apoyos en la vida de la actriz desde que perdiera a los tres pilares de sus vida. Su hijo Aless falleció el 13 de mayo de 2020 a los 27 años; su madre, Ana María Obregón, un año después; y ahora su padre, al que ha cuidado y del que no se ha separado en estos últimos meses. "Las tres personas que más quiero en mi vida no estáis aquí conmigo y te juro, Papá, que no sé cómo lo voy a hacer... Gracias Papá por tanto. Te quiero infinito. Por favor cuida mucho de mi hijo hasta que llegue. Eternamente juntos. Tu hija Ana", eran las conmovedoras palabras de despedida a su padre.
Horas después del fallecimiento de Antonio García, Ra, como cariñosante le llama Ana, corría al lado de su gran amiga para estar a su lado y dedicaba estas palabras a su progenitor. "Descanse en paz caballero. Don Antonio, le prometo cuidar de su maravillosa hija. Mi amor estoy contigo, ya estoy aquí para abrazar tu corazón", escribía.
La presentadora caminaba abrazada a su íntimo amigo hasta entrar en el tanatorio después de dar las gracias a la prensa por las muestras de cariño. Instantes después se veía llegar a su representante Susana Urribarri. Como comentaba su hermano Javier García Obregón, de todos ella es quizá la que peor lo está pasando por sus circunstancias. "Está regular porque se le acumula todo", decía cabizbajo y visiblemente afectado su hermano al llegar al tanatorio junto a su hijo Javier. Al igual que el resto de los hijos del fallecido, Juancho, Amalia y Celia, agradecían el cariño que está recibiendo la familia en estos dolorosos momentos. Su exmujer, Paloma Lago, llegaba también a dar el último adiós a Antonio García, al que ha calificado como "un hombre extraordinario".
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"No sabes las conversaciones que tenía mi hijo con él tan fantásticas, aprendiendo de él cada día, lo cariñoso que era. A mí me ha dejado un legado increíble, de verdad", lamentaba horas después de conocer su fallecimiento. La exmodelo agradecía que su hijo haya podido compartir tantos momentos increíbles junto a él: "Lo último que hicieron y que me llegó al corazón y me encantó fue invitarme a su casa a un chocolate con churros, Antonio y Ana, con mi hijo y el padre de mi hijo. Mira qué bonito recuerdo me queda de ellos". Paloma Lago asegura que su hijo trata de sobrellevar la muerte de su abuelo de la mejor manera posible: "Ha encajado esto como hay que hacerlo: con el mejor de los recuerdos de su abuelo y seguir adelante con su ejemplo".
Pero no sólo la familia, sino también grandes amigoshan querido arroparles en estos momentos tan difíciles El diseñador de origen argentino Roberto Torretta y su mujer, Carmen Echevarría, llegaban a la capilla ardiente para mostrar sus condolencias, así como Nuria González que daba el pésame a la familia.
Tras el servicio religioso, la familia Obregón, muy unida y con los rostros llenos de dolor, no han podido contener las lágrimas cuando el féretro ha sido introducido en el coche fúnebre adornado con coronas de Flores con los restos mortales de Antonio García, padre de cinco hijos, once nietos y un bisnieto que hoy lloran su pérdida.