Demi Lovato sacaba el pasado 19 de agosto su nuevo disco -el octavo de estudio- Holy Fuck. Un álbum que ha gustado mucho a los fans donde ha querido reinventarse dejando atrás los sonidos “pop” y atreviéndose con un estilo más rockero. Después del lanzamiento, la cantante comenzaba una gira mundial, con la que ha estado viajando estas últimas semanas por Latinoamérica. Todo parecía ir sobre ruedas hasta que la exchica Disney compartió un alarmante mensaje en sus redes sociales que preocupo enormemente a sus seguidores.
Horas antes de su espectáculo en Chile, Lovato subía unas fotografías desde la que parecía ser la habitación de su hotel acompañadas del siguiente mensaje: “Estoy tan cansada que ni siquiera puedo levantarme de la cama. No puedo seguir haciendo esto más. Esta gira será la última. Os quiero mucho y gracias”. Aunque la actriz lo borro enseguida, las alarmas saltaron inmediatamente y las redes se empezaron a llenar de mensajes donde se especulaba sobre su salud mental y sobre los posibles problemas que le habrían llevado a mandar este mensaje. Ya en anteriores giras Lovato había tenido problemas de adicción y, según contaba ella, debido al estrés y al ritmo frénetido que conllevan, eran periodos donde solía recaer y le costaba mantenerse sana.
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Las redes se llenaron enseguida de mensajes de apoyo hacia Demi, y minutos después de borrar las palabras citadas anteriormente y ante todos los mensajes de cariño se retractó y lanzó un nuevo mensaje donde decía que “iba a poder hacerlo por sus fans”. Además, justo antes de salir al escenario en Santiago de Chile, la protagonista de Camp Rock, compartía otra fotografía donde se la veía ya vestida y lista para salir a cantar y pedía ayuda a la gente que asistía esa noche al show: “A penas tengo voz por lo que apuntaré mucho con el micrófono al público esta noche. Por favor cantar por mi”. Ni el representante, ni la familia más cercana ha querido hacer declaraciones ni hablar sobre la situación que puede estar viviendo la cantante.
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La artista siempre ha sido muy sincera acerca de su salud mental y de sus problemas de adicción, con los que ha tenido que lidiar prácticamente durante toda su vida. En marzo de 2021 estrenó un documental llamado Bailando con el diablo donde relataba la sobredosis mortal que sufrió en 2018 y que le provocó tres derrames cerebrales, un ataque al corazón, un fallo multiorgánico y una neumonía. Todo esto le afectó física y mentalmente -ya que sigue sufriendo secuelas del accidente como una pequeña ceguera o daños cognitivos- y en 2021 anunció que era el primer año que estaba llevando una vida completamente sana, sin ningún tipo de sustancia ya que era “la única manera de completar tranquila otra temporada en rehabilitación”. Fue en este periodo cuando compuso el nuevo álbum, el único que ha compuesto completamente sobria. Tras este pequeño bache, habrá que esperar para ver si Demi Lovato sigue adelante y puede completar la gira y superar sus problemas.