A sus cuarenta y ocho años, Nieves Álvarez vive uno de sus momentos más especiales. No solo porque prepara su regreso a la Semana de la Moda de Madrid y a la de Milán, después de tres décadas en las pasarelas. La modelo también acaba de presentar su nueva colección cápsula para The Extreme Collection —la tercera ya—, con blazers, pantalones, chalecos y abrigos inspirados en su Madrid natal. En lo personal, Nieves está feliz al lado del empresario de origen libanés Bill Saad.
—¿Te ha costado diseñar la colección?
—No, tenía las ideas muy claras. Me he inspirado en una mujer urbana, cosmopolita y que se mueve por el mundo, aunque mi ciudad de referencia es Madrid. Me gustan esas mujeres que van con esa velocidad y tienen ese dinamismo.
—¿Has pedido consejo a tu hija a la hora de diseñar?
—No. Está en otra edad, otro momento (ríe). Creo que me daría más consejos de maquillaje que de ropa.
—¿Y tú aconsejas a tu hija cómo vestirse?
—A ella y a sus amigas, aunque no me hagan mucho caso (ríe). Todos hemos pasado por esa fase de libertad de expresarse. Alguna vez les he tenido que decir a mis hijos que no salgan vestidos así, como cuando querían ir de futbolistas a todos los lados (ríe). También se lo he dicho Bianca si no iba adecuada al sitio ni a su edad. Es importante saber vestirte para cada ocasión. La elegancia también radica en eso.
—Bianca ya tiene catorce años, ¿le dejas ropa?
—A veces, sí. Y otras, la toma prestada sin pedir permiso (ríe). Pero sabe que hay cosas que no se pueden tocar, como bolsos u otras prendas.
—¿Y ya le has cogido alguna prenda a tu hija?
—Claro. En verano, nos cambiamos las camisas, los vaqueros, los shorts…
—Es fuerte tener la talla de tu hija de catorce años.
—Sí que nos cambiamos ciertas cosas y es divertido.
—Y mantienes la figura después del verano…
—Es que me cuido igual todo el año. No llego al verano diciendo: “Ahora me relajo”. Peso lo mismo desde que tuve a mis hijos, hace casi quince años. Bueno, ahora, quizá, peso unos kilos más, porque hago más ejercicios y el músculo hace que peses más. Pero no me obsesiona. Jamás me peso.
—Acabas de regresar del Festival de Venecia. ¿Cómo lo ha vivido Bill, que te ha acompañado?
—Era la primera vez para él. Venecia me ha ido fenomenal, he sido feliz y lo vivo mucho mejor si está él a mi lado. Fenomenal. Pero yo he ido a trabajar.
—¿Cómo ha ido tu verano?
—Fenomenal. He estado en Grecia, Ibiza y Saint-Tropez. El año pasado, mis hijos cogieron la COVID. Teníamos ganas de vivir un verano en condiciones
—Además, Bill y tú habéis reunido a vuestros hijos.
—Ha sido precioso estar todos juntos, poder compartir este momento las dos familias.
—Estáis a punto de celebrar vuestro primer aniversario.
—En diciembre, aunque nos conocimos en septiembre. Estoy feliz, viviendo uno de los momentos más bonitos de mi vida.
—¿Te planteas dar algún paso, como iros a vivir juntos?
—Vivo el momento y estoy feliz así. Disfrutamos el día a día, nos vamos conociendo y vamos compartiendo, pero no.
—Acaba de fallecer la Reina Isabel II. ¿Pudiste conocerla en las fiestas de Porcelanosa en Buckingham o Dumfries?
—No. Solo conocí a Carlos de Inglaterra a través de Porcelanosa. Me pareció una persona superamable y educadísimo. Sabe perfectamente a quién tiene que saludar y me pareció educadisímo. También muy divertido, con un sentido del humor muy british , y muy elegante. Me hubiera encantado conocer a la Reina Isabel II. ¿Quién no? Es uno de los personajes más importantes de la historia.