Con la llegada de septiembre el tono de los estrenos de Netflix se vuelve más serio, el nuevo proyecto que nos trae Raúl Arévalo (acompañado por Greta Fernández) no es ninguna broma, sino un thriller policial sobre santería, sectas y narcotráfico que está llamado a ser uno de los proyectos más impactantes del mes, aunque no es apto para todos los estómagos. También tendremos la oportunidad de ver lo nuevo de Maya Hawke, después del vacío que dejó Stranger Things tras su sonado estreno de principios del verano, la hija de Uma Thurman y Ethan Hawke nos trasportará a un instituto americano donde los rumores y las filtraciones de vídeos íntimos propiciarán una venganza servida en plato frío.
Santo
No es la primera vez que Raúl Arévalo (Primos) se pone en la piel de un policía, ya lo hizo en La Isla Mínima y Antidisturbios, pero en esta ocasión la acción nos hará viajar a Brasil para adentrarnos en una emocionante trama en la que está envuelto Santo, un peligroso narcotraficante que, además, actúa de líder de una secta peligrosa que practica rituales de brujería atroces. Cuando la Policía Nacional de España es avisada de que Santo está en Madrid se pone en marcha un dispositivo para dar con él, sin embargo nadie conoce su rostro, su identidad sigue siendo un enigma y el personaje de Raúl Arévalo será uno de los policías encargados de darle caza, para lo que contará con la ayuda de Cardona, un agente brasileño versado en investigaciones sobre santería y que conoce ampliamente el ‘modus operandi’ de Santo. Aunque lo que nadie podría imaginar es que el terror empezará a sembrarse en Madrid con sacrificios humanos y violencia sectaria.
Uno de los elementos más atractivos de esta nueva propuesta de Netflix radica en la ambientación de todo lo que tiene que ver con esta secta brasileña, se trata de un universo oscuro y esotérico que no da tregua a lo largo de los seis capítulos de una hora que componen esta primera temporada. Eso sí, no es una serie apta para todos los públicos, solo para espectadores que disfrutan de los ambientes sobrenaturales y de las historias policiacas un tanto sórdidas, pues el nivel de violencia es alto.
Revancha ya
Si echas de menos Stranger Things o Riverdale, tal vez esta nueva serie te ayude a pasar página, pues te acompañarán Maya Hawke (la hija de Uma Thurman y Ethan Hawke que da vida a Robin en Stranger Things) y Camila Mendes (Verónica Lodge en Riverdale). Este nuevo largometraje bien se podría llamar “la venganza es un plato que se sirve frío”, como aquella frase que nos recuerda que cuanto más distancia se ponga en el plan de revancha más impactante será su resultado. Todo empieza cuando Drea, una alumna muy popular de un instituto norteameircano padece las consecuencias de un vídeo de carácter íntimo filtrado al resto de compañeros por parte de su propio novio. A la vez, Eleanor también sufre una serie de rumores infundados que pueden dinamitar su integración en el centro, y no le sobran amigos, pues Eleanor acaba de llegar nueva. Ambas adolescentes deciden intercambiarse las venganzas para pasar desapercibidas y no tener piedad contra sus instigadores.
Los rompecorazones
No estamos ante un estreno más, sino que en este caso se trata de la secuela de la serie que nos abrió las puertas del instituto Hartley en Sidney en 1994 y que se convirtió en uno de los referentes para adolescentes de todo el mundo a lo largo de sus siete temporadas. Los amigos que integraban la serie original de Los rompecorazones vivían a un ritmo similar a los que conocimos en Sensación de Vivir, pero en Australia. En los años noventa pudimos conocerlos en La 2 y ahora regresan a Netflix ofreciendo un punto de vista renovado, no es una continuación sino un ‘reboot’ actual (sin tener en cuenta los personajes y tramas de los noventa), donde podremos comprobar que no se separan ni un ápice del espíritu original pero actualizando los problemas juveniles y las nuevas formas de relacionarse de los adolescentes del siglo XXI.
Desaparecida en Lørenskog
En los últimos años Escandinavia es la cuna para los thrillers más exitosos, pero muchos de ellos se caracterizan por llevar a la pantalla sucesos reales, lo que aporta un mayor interés a los hechos. Ya lo pudimos ver en The investigation, una serie que cuenta la historia real de una periodista asesinada en un pequeño submarino, en Noruega, y que conmocionó al país (y que puedes ver en Movistar+). También vimos 22 de julio (disponible en Filmin), una serie que cuenta con todo lujo de detalles cómo se desarrollaron los atentados en Dinamarca, en concreto en la isla de Utoya. Ahora es el turno de Desaparecida en Lørenskog, donde conoceremos los hechos reales que rodean la desaparición de la esposa de un multimillonario, un caso que atrapó la atención de la sociedad Noruega y que aún está sin resolver. Con un tono muy sobrio, directo y realista, marca de la casa de este tipo de ficciones del norte de Europa, conoceremos todos los detalles sobre el caso de Elisabeth Hagen, la esposa del hombre más rico de Noruega, un caso muy extraño que a cada paso se enrevesa más.
Una segunda oportunidad: escuela de gimnasia
Esta serie no está basada en una película, sino en cuatro. En 2011 se estrenó Una segunda oportunidad, el primer largometraje sobre gimnastas profesionales que descubren en plena adolescencia que el trabajo duro y el compañerismo pueden solucionar casi cualquier problema, Así se sucedieron los títulos de la saga: Raising the Bar en 2016, Las chicas del oro en 2018 y Rivales en 2019, todas ellas disponibles ahora en Netflix. Tras una década produciendo largometrajes sobre gimnastas llega el turno a una serie desarrollada por el mismo creador, Clay Glen, esta vez inspirado en los Juegos Olímpicos como punto de partida: Kyra tiene 14 años y está a las puertas de representar a Australia como gimnasta en la siguiente olimpiada, pero no solo eso, sino que será la primera afrodescendiente en hacerlo. Sin embargo, se lesiona la rodilla dramáticamente y debe abandonar la competición.