Sara Carbonero y Nacho Taboada siguen juntos y felices. El pasado fin de semana disfrutaron de una romántica cita por el centro de Madrid y se hicieron varias fotos en la plaza de Juan Pujol, situada en el barrio de Malasaña. El músico captó la belleza de Sara y la periodista, a su vez, capturó este otro momento de su chico. "Retales del fin de semana. Madrid. Otoño que no llega", publicó Sara al recordar la velada. Nacho, por su parte, dijo: "Dicen que todo lo que pasa ya ha pasado antes en este barrio". Además, aseguró que "al día le faltan horas", un sentimiento que quizás se ha acentuado desde que comparte su vida con la comunicadora manchega.
Lo más curioso es que si hacemos zoom en la imagen de Nacho vemos a Sara reflejada en su teléfono móvil. Este bonito detalle confirma la buena marcha de su relación. Comenzaron a salir la pasada primavera y, aunque intentan vivir su amor con la mayor discreción posible, no esconden sus sentimientos, pues a principios de junio la revista ¡HOLA! publicó las imágenes más esperadas de la pareja en las que compartían besos y abrazos por las calles de la capital. Además, la periodista ya conoce a los padres de Nacho y mantiene una excelente sintonía con ellos.
El amor ha vuelto a la vida de la presentadora tras su separación de Iker Casillas y su "amistad especial" con Kiki Morente. Sara, de 38 años, y Nacho, de 35, se conocieron gracias a dos buenos amigos que tienen en común, la periodista Isabel Jiménez y del marido de esta, Álex Cruz, y desde entonces se han vuelto inseparables.
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Las cualidades que más valora la periodista en un hombre son "la honestidad, la lealtad y la sensibilidad". Así lo confesó en ¡HOLA!, donde también reveló cómo era ella. "Creo que sé escuchar, soy buena cuando alguien me cuenta un problema. También soy un poco intensa, que es una virtud para algunos".
El gran momento personal de Sara Carbonero coincide con una época de éxito profesional. Aunque se ha quedado sin su programa de radio, la agenda de la periodista de Corral de Almaguer es imparable. Convertida en todo un icono de estilo, sigue adelante con su pasión por la moda de la mano de Slow Love, firma que fundó con su gran amiga Isabel Jiménez y en la que ambas están volcadas.