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"Superaremos esto como familia y nos mantendremos más fuertes que nunca". Con estas palabras, cargadas de fortaleza, hablaba Pierre-Emerick Aubameyang tras el asalto a su casa el pasado 29 de agosto. Unos encapuchados lo retuvieron junto a su mujer y a sus dos hijos para llevarse lo que había en la caja fuerte y a él le propinaron un brutal golpe. El resultado: la mandíbula rota.
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-Primeras palabras de Aubameyang tras la dura vivencia del robo con violencia en su casa
Eso bien le podría haber costado el fichaje por el Chelsea que estaba negociando el Barça, puesto que una lesión así requiere una cirugía que lo podría tener apartado del campo de juego más de un mes. Por suerte, se cerró el acuerdo de traspaso y ha demostrado, en su debut este martes con su nuevo equipo, que es capaz de darlo todo en el césped.
Por el momento, no se ha sometido a ninguna intervención médica y ha salido a jugar según lo previsto en el calendario oficial. Ya era habitual verlo, en más de una ocasión, celebrar goles o victorias con máscaras de Batman, Spiderman y algún otro personaje de ficción. Pues bien, esta vez ha llevado su propia máscara de superhéroe. Lo ha hecho por prescripción médica, pero es un claro símbolo de una admirable fortaleza física y mental tras uno de los momentos más angustiosos de su vida.
-Aubameyang, con la mandíbula rota por la agresión de los ladrones que asaltaron su casa
De hecho, tras la dura experiencia, tal fue la sensación de inseguridad de Aubameyang y su familia -"difícil de entender y de describir", como él mismo decía-, que se trasladaron temporalmente a un hotel hasta la marcha a Inglaterra para jugar con el Chelsea. En esos primeros momentos, el jugador se negó a someterse a una operación quirúrgica para no atemorizar más a sus hijos, Curtis y Pierre, ambos de corta edad (11 y 6 años, respectivamente). Los niños habían sido testigos de lo ocurrido.
A eso se ha podido sumar la necesidad de demostrar su buen hacer en el césped ante la nueva afición, así que hasta el momento ha postergado la cirugía. Eso sí, ha tenido que salir al campo con protección, con una máscara que le cubría el contorno de los ojos y el lado izquierdo de la cara. Con el Chelsea se ha estrenado marcando un gol que sería anulado y, aunque después incluso fue sustituido por otro jugador y se tuvo que marchar al banquillo, ha demostrado una fortaleza propia de un superhéroe.