Macaulay Culkin tenía diez años cuando Solo en casa lo catapultó a la fama y pocos más cuando, convertido en un adolescente millonario, comenzaron las idas y venidas en su vida, la mala relación con sus padres, a los que acusó de aprovecharse de su fama y dinero, y las adicciones. Niño rico fue la última película que protagonizó antes de su despedida temporal del cine, cuando tenía catorce años. La historia de un niño que tenía de todo no distaba mucho de la vida real del actor.
Se había convertido en el primer niño en cobrar un millón de dólares por una película y a partir de Mi chica la suma fue mayor. Era predecible que se convirtiera en un juguete roto de Hollywood. Se casó a los dieciocho, se divorció a los veinte, mantuvo una relación de ocho años con Mila Kunis y, hace seis, su camino se cruzó, en un rodaje, con la mujer con la que ha encontrado la estabilidad, la actriz Brenda Song, con la que se comprometió el pasado enero.
La estrella de Solo en casa, cuyo hermano pequeño, Kieran, es uno de los protagonistas de Succession, acaba de cumplir cuarenta y dos años, se ha comprometido y regresa al cine
A los cuarenta y dos recién cumplidos, Macaulay disfruta de una vida familiar tranquila y de su paternidad. El 5 de abril de 2021 nació el hijo de la pareja, al que el actor llamó Dakota, en honor a su hermana, fallecida, en 2008, en un atropello. El pequeño es idéntico a su famoso padre, que prepara su vuelta al cine a las órdenes del director vasco Galder Aztelu-Urrutia, quien, tras el éxito de El hoyo, se enfrenta a su primer proyecto internacional, también con la participación de Daniel Brühl y Rosamund Pike.