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La polémica está persiguiendo a Don't Worry Darling, la película que ha dirigido Olivia Wilde y que se estrena el próximo 23 de septiembre en cines. La esperadísima presentación ha tenido lugar en Venecia esta semana y tras una rueda de prensa, celebrada el lunes con la ausencia de Florence Pugh, la actriz que encabeza el reparto, todos los ojos están puestos en ellos. Se ha hablado de tensión entre el equipo por el romance entre la directora y Harry Styles, otro de los protagonistas, y también de cómo la marcha de Shia LaBeouf cambió el rumbo de la relación entre Wilde y Pugh.
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Aunque Florence Pugh se ausentó de la rueda de prensa, sí que estuvo en la alfombra roja, en donde se mantuvo en todo momento distancia con Harry Styles y con Olivia Wilde, que también se mantuvieron separados. Incluso cuando uno de los trabajadores del photocall quiso que cambiaran el orden para la foto, ellos se negaron a moverse, dejando a Chris Pine y Gemma Chan, que completan el reparto, rellenando los huecos que quedaban entre ellos. Una vez entraron en el cine para ver la proyección de Don't Worry Darling por primera vez ante el público, ocurrió lo que ahora todo el mundo comenta.
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Olivia Wilde y Chris Pine estaban ya situados en sus asientos cuando Harry Styles entró en la sala y se acercó a su lugar, colocándose la chaqueta antes de sentarse. En ese momento, el cantante de Watermelon Sugar hace un gesto extraño y su compañero se muestra sorprendido, mirando algo sobre su regazo, y deja de aplaudir con incredulidad. Un intercambio que muchos han identificado como un escupitajo por parte del artista al actor de Wonder Woman, a pesar de lo descabellado que suena. Y resulta tan extraño no solo porque se trata de un evento público en el que todo el mundo te está grabando, sino por la imagen relajada y amistosa que se tiene de ambos intérpretes.
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El representante de Chris Pine ha negado que hubiera escupitajo, pero no ha explicado el motivo de esta extraña interacción entre ellos. Algunos fans señalan que es posible que el gesto de sorpresa de Chris Pine se deba a que no recordaba dónde había puesto sus gafas y las descubre en su regazo. También podría ser que Harry Styles, a pesar de su movimiento corporal, nunca abra la boca. En otro plano que se ha hecho público del momento sigue sin quedar clara cuál es la realidad del asunto, por lo que la polémica está servida. Sobre todo teniendo en cuenta que el artista musical es uno de las mayores estrellas del mundo y, por ello, tiene unos fans entregados que han estado defendiéndole ávidamente.