Boris Johnson daba este martes su último discurso como primer ministro frente a Downing Street, pero no, no se puede decir que hayan sido unas palabras de despedida. Ha sido más bien un 'hasta luego'. Como ya hiciera en su última comparecencia en el Parlamento británico, donde arrojó, no sin cierta sorna, un "hasta la vista, baby" (aludiendo a Arnold Schwarzenegger en las películas de 'Terminator'), ha citado a un personaje histórico que se fue para volver: "Como Cincinato, vuelvo a mis tareas de campo".
Cincinato era un líder romano a quien, tras dejar el mandato, el mismo Senado pidió que regresara. Y así lo hizo. Pero, mientras Johnson vuelve (o no)… ¿qué va a hacer? Pues para empezar, por el momento no puede ir a vivir a ninguna de sus propiedades, puesto que las tiene alquiladas y la Ley de los Inquilinos (que él mismo aprobado) le impide pedir a los inquilinos que se marchen.
Gracias a un amigo multimillonario, eso no es un problema: este amigo le ha cedido una mansión para que se traslade a ella junto a Carrie y a los dos niños pequeños que tiene con ella, un niño de dos años y una niña de diez meses. Y no parece que se vaya a conformar con el sueldo asignado como ex primer ministro. Boris Johnson tiene por delante un futuro más que prometedor que a buen seguro le reportará ganancias muy superiores a las que ha obtenido hasta ahora.
En concreto, podría embolsarse 10 millones de libras esterlinas al año (11,66 millones de euros), según The Times. La mayor parte de esos beneficios procederían de asistencia a conferencias y de la publicación de sus memorias. A eso se podrían sumar otros ingresos si retoma actividades previas a su mandato como primer ministro, ya que escribía una columna semanal en el prestigioso Telegraph que le reportaba más de 300.000 euros anuales. Ahora, sin duda, su caché sería mucho mayor.
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Volviendo a su peculiar 'hasta luego' como jefe del Gobierno británico, dentro de Downing Street ha sido despedido como una auténtica estrella del rock, con decenas de funcionarios y miembros de su equipo aplaudiendo y silbando con gran emoción a su paso. Como no podía ser de otro modo, ha hecho su inusitado camino de salida por el largo pasillo del emblemático edificio, de la mano de Carrie.
Ella, con un impecable conjunto fucsia, ha acompañado a su marido a la salida y le ha arropado durante el discurso, escuchando, visiblemente emocionada, sus palabras. Él, exultante, pese a haber sido obligado a dimitir, ha recalcado los logros obtenidos desde que accedió al cargo, aunque en realidad seguiría estando "triste y desconcertado" por la marcha de los acontecimientos, según el citado Telegraph. El discurso de hoy lo ha cerrado con "esto es todo, amigos", de los dibujos animados de Looney Tunes. Pero eso de que haya sido todo, como él mismo se ha encargado de dar a entender, está por ver.