El amor no tiene edad: la llamativa diferencia de años de las parejas más famosas
Parejas como Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa; George y Amal Clooney; o Blake Lively y Ryan Reynolds son la prueba perfecta de que en el amor no importan los años
Que el corazónno entiende de números y no mira la fecha del documento de identidad a la hora de latir por una persona es algo conocido por todos y podemos encontrar muchos ejemplos entre nuestros famosos.
Hay diferencias de edad muy grandes, como la del empresario Fernando Fernández Tapias, de ochenta y tres años, que comparte aficiones con su mujer, Nuria González, treinta y siete menor que él; Cayetano Martínez de Irujo, que, a sus cincuenta y nueve años, ha consolidado su noviazgo con Bárbara Mirjan, de veintiséis, o algunas de las parejas que han llenado muchos titulares en los últimos tiempos, como son Enrique Ponce, quien se separaba en 2020 de Paloma Cuevas para comenzar una relación con la universitaria Ana Soria, a quien saca veintisiete años, y Gerard Piqué, que ponía punto final a su relación con Shakira antes del verano y ha comenzado a salir con Clara Chía, de veintitrés años.
Otras parejas para las que la diferencia de edad no supone ningún problema son las formadas por Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa, quince años mayor que ella; Alberto Cortina, que, dos años después de su separación de Marta Chávarri, conoció a Elena Cué, veinticinco años menor que él, con quien acaba de celebrar su vigésimo aniversario de boda y tiene una hija, Alejandra, de dieciséis años; Belén Rueda, que le saca casi veinte años al piloto de aviones Javier Artime; el actor Álex González, dieciséis años mayor que su novia, la actriz María Pedraza; Fernando Hierro y Fani Stipkovic, que se llevan catorce años; Risto Mejide, veintiún años mayor que la influencer Laura Escanes; Fran Rivera, diez años mayor que Lourdes Montes, y Ortega Cano, que continúa su matrimonio con Ana María Aldón, veinticinco años menor que él, aunque en los últimos tiempos están inmersos en una grave crisis.
Dentro del mundo del espectáculo, las hay que se llevan hasta más de cuarenta años y otras que, aunque parece que pertenecen a la misma generación, mirando su fecha de nacimiento, descubrimos que no lo son. Dentro del mundo de la música, si hablamos de diferencias de edad, la más llamativa es la de Mick Jagger, el vocalista de los Rolling Stones, que, a sus setenta y nueve años, mantiene una relación con Melanie Hamrick, de treinta y cinco, es decir, cuarenta y cuatro años más joven que él. Empezaron en 2014 y tienen un niño, Deveroux, que nació en 2016.
Su compañero Ronnie Wood, de setenta y cinco, también rehízo su vida con una mujer treinta y un años más joven, Sally Humphreys, de cuarenta y cuatro, con quien tiene dos niñas gemelas, Gracie Jane y Alice Rose, que llegaron al mundo también en 2016.
Otros roqueros enamorados son Rod Stewart, de setenta y siete años, que lleva quince casado con Penny Lancaster, veintisiete años menor que él, con quien tiene dos hijos, Alastair y Aiden, y el músico de Tokio Hotel Tom Kaulitz, de treinta y tres, casado con Heidi Klum, de cuarenta y nueve, que se llevan diecisiete. También destaca en el panorama musical la historia de amor de Tina Turner con Erwin Bach, diecisiete años más joven.
En la meca del cine, las mayores diferencias las encontramos en Mel Gibson y Rosalind Ross, que se llevan treinta y seis años; Richard y Alejandra Gere, que se llevan treinta y tres; Alec e Hilaria Baldwin y Michael Douglas y Catherine Zeta-Jones (ambas parejas se llevan veinticinco años); Bruce Willis y Emma Heming, con veintitrés años de diferencia; Harrison Ford y Calista Flockhart, con veintidós; Jason Statham y Rosie Huntington-Whiteley se llevan veinte, y Hugh Jackman y Deborra-Lee, trece.
Más de una década de diferencia, aunque a simple vista no lo parece, se llevan Beyoncé, que tiene cuarenta, y Jay-Z, de cincuenta y dos; Ryan Reynolds, de cuarenta y cinco, y Blake Lively, de treinta y cinco; Olivia Wilde, de treinta y ocho, y Harry Styles, de veintiocho; Courteney Cox, de cincuenta y ocho, y Johnny McCaid, de cuarenta y seis, y Matthew McConaughey, de cincuenta y dos, y Camila Alves, de cuarenta.
Pero si el amor no tiene edad en el mundo del espectáculo ni en el de la aristocracia, tampoco lo tiene en el ámbito de la política, la realeza o los negocios. Y es que cuando Cupido lanza sus flechas no se fija en la edad de sus “víctimas”. El ex Presidente de Estados Unidos Donald Trump, de setenta y seis años, se enamoró de Melania, una modelo eslovaca veinticuatro años más joven que él, que se convirtió en su tercera mujer en 2005. El príncipe Alberto de Mónaco, por su parte, que actualmente tiene sesenta y cuatro, cayó rendido a los encantos de la nadadora sudafricana Charlene Wittstock, de cuarenta y cuatro, y su amor sigue resistiendo al paso del tiempo.
De la misma manera que resiste el matrimonio formado por Emmanuel Macron, a punto de cumplir cuarenta y cinco, y su mujer, Brigitte, de sesenta y nueve. Pero si esta diferencia es llamativa, más lo es la del magnate de la Fórmula 1 Bernie Ecclestone, de noventa y un años, y la brasileña Fabiana Flosi, cuarenta y ocho años menor, junto a la que se convirtió en padre por cuarta vez, de un niño, que curiosamente se va a llevar sesenta y cinco años con su hermana mayor.