Jennie Garth, actriz popularmente conocida por su papel de Kelly Taylor en la serie adolescente Sensación de Vivir, se ha sincerado sobre la enfermedad que le ha dado un giro de 180 grados a su vida. Desde hace 5 años, la intérprete ha tenido que aprender a convivir con la artritis, adaptando su rutina a su nueva condición médica. Como ella misma ha explicado en el portal de noticias estadounidense People, empezó a sentir algunas molestias cuando al intentar realizar algunas de sus tareas cotidianas, como subir y bajarse del coche, experimentaba fuertes dolores en las articulaciones. Aunque en un principio no le quiso dar mayor importancia a la cuestión, e, incluso, lo achacaba al cansancio, tras una revisión médica recibió un diagnóstico inesperado y que supuso todo un shock.
La artista de 50 años, por aquel entonces tenía solo 45, siempre había relacionado esta dolencia con personas de una edad más avanzada. En cambio, este trastorno autoinmune puede afectar a cualquier persona sin importar la edad que tenga, si bien es cierto que los síntomas se agravan con el paso del tiempo. De la misma manera, ha confesado que tras dar la noticia en su círculo cercano supo que varios de sus familiares también lo padecían, pero en silencio pues se sentían avergonzados. Por este motivo, Jennie quiere utilizar su poder de influencia como personaje público para concienciar sobre la enfermedad y darle una mayor visibilidad.
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Cabe recordar que esta no es una afección reversible, pero si controlable en la que una vida activa, una dieta saludable y los tratamientos adecuados son los elementos claves para aliviar el malestar, que, principalmente, se concentra en la zona de las manos, las rodillas, las caderas y la columna vertebral.
Atrás quedaron sus años delante de las cámaras
La vida de Jennie Garth poco o nada tiene que ver con la de la estrella de Hollywood que fue durante la década de los 90. A pesar de haber vuelto a la pequeña pantalla con la secuela de Beverly Hills 90210, es su faceta personal la que acapara la mayor parte de su tiempo. Como se puede apreciar en sus perfiles sociales, ha realizado trabajos como fotógrafa y también disfruta de los pequeños placeres cotidianos con su tercer marido, el también actor Dave Abrams. Es madre de tres hijas: Luca (25), Lola (19) y Fiona (15), todas ellas fruto de su segundo matrimonio con Peter Facinelli. Igualmente, es una gran amante de la naturaleza y los animales, en su hogar también cuentan con varios perros que son uno más de la familia.
Lo que no ha cambiado es la estrecha relación que la actriz ha conservado con sus compañeros de reparto, como bien han demostrado en los diferentes reencuentros en los que se ha homenajeado los aniversarios de la ficción, así como en los momentos más complicados, como el prematuro fallecimiento de Luke Perry (Dylan).
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