Los unió el cine (la película Sr. & Sra. Smith, en 2005) y la vida los separó. Cuando, en 2016, la actriz anunció su ruptura, dos años después de su romántico enlace, nadie daba crédito a la noticia. ¿Separarse? ¿Final abrupto para tan hollywoodiense historia de amor? ¿Adiós al dúo perfecto en las alfombras rojas del mundo entero que protagonizaron una boda de ensueño en Miraval, su chateau de Francia, y que vivían con su familia numerosa?
Ellos eran los Jolie-Pitt: Angelina Jolie, Brad Pitt y su “escuadrón”: Maddox, de 20 años en la actualidad, Pax, de 18; Zahara, de 17; Shiloh, 16; y los mellizos, Knox y Vivienne, de 14. La pareja perfecta se desgajó ante el mundo, cuando la actriz, a través de su representante, envió en septiembre de 2016 un escueto comunicado: “Esta decisión fue tomada pensando en el bienestar de la familia. Ella no hará ningún comentario al respecto y pide respeto y privacidad para su familia”. Horas después, Brad Pitt manifestaba: “Estoy muy triste por esto, pero lo más importante ahora es el bienestar de nuestros hijos. Solicito amablemente a la prensa que les dé el espacio que se merecen en este momento”.
Seis años después de su separación, se hacen públicos nuevos informes del comentado episodio del vuelo transoceánico que precipitó su ruptura
El principio del fin
Desde entonces, los tribunales intentan lidiar con un sinfín de controversias, conflictos y cuestiones sin resolver entre la expareja, firme e inamovible cada uno en sus peticiones al juez. Dicen por los mentideros de Hollywood que los costes que han tenido que pagar por cabeza a sus respectivos abogados estas alturas de la “película”ascienden a un millón de dólares. Su divorcio se ha convertido en uno de los más largos y costosos de los últimos años. Estos días, ha trascendido que Angelina Jolie podría haber pedido explicaciones al FBI por haber archivado la denuncia que hizo en su día de violencia intrafamiliar, y que fue el detonante de su separación.
El 14 de septiembre de 2016, la familia al completo volaba en un avión privado de Niza a Estados Unidos. Lo ocurrido durante aquel vuelo provocó la separación, pocos días después. Según la versión de Angelina Jolie, el actor alcoholizado la agredió y cuando uno de sus hijos se precipitó a defenderla (no se dice el nombre en el informe policial, pero siempre se ha especulado con que fuera el mayor de todos, Maddox), Brad Pitt se enfureció más de la cuenta. Sea como fuera, lo cierto es que, a raíz de este episodio, los Jolie-Pitt se separaron sin vuelta atrás.
En este sexto aniversario del principio del fin, han salido a la luz nuevos datos sobre lo sucedido en aquel avión privado, un capítulo muy doloroso para todos ellos. Según apuntan diversos medios estadounidenses, Angelina Jolie, bajo pseudónimo, habría solicitado al FBI documentos relacionados con el asunto. En su día, el actor fue investigado por los hechos, aunque finalmente no fue acusado formalmente por agresión física y verbal.
Seis años sin Brad Pitt
Actualmente, en los tribunales, los abogados de Angelina Jolie y Brad Pitt siguen en una lucha encarnizada por ganar una batalla básica para ambos: el actor solicita la custodia compartida de sus hijos, y parece que Angelina Jolie no está dispuesta a concederla, por lo que el proceso se prolonga sin avistar, por el momento, un claro final. Por otro lado, también está siendo un camino minado repartir su patrimonio común. A principio de este verano, Brad Pitt denunció a Angelina Jolie por querer “dañarle” al vender su parte del Chateu Miraval (y las treinta hectáreas de viñedo que le rodean) a un extraño “con asociaciones e intenciones venenosas”. Es decir: Angelina decidió desprenderse de su participación en el negocio vinícola que el actor había emprendido y, según Brad Pitt, no le había hecho partícipe de sus intenciones.
Más allá de este largo y desgastante proceso, Angelina se ha reinventado en estos años en los que sus hijos han pasado de ser unos niños a unos jóvenes y adolescentes muy unidos a su famosa madre. De hecho, hace tres años, no pudo evitar derramar unas lágrimas cuando acompañó a su hijo mayor, Maddox, en la Universidad Yonsei de Corea del Sur, donde inició la carrera de Bioquímica (aunque interrumpió su estancia por el estallido de la pandemia). Recientemente, dejó a Zahara en la prestigiosa universidad, Spelman College, en Atlanta, la más antigua para mujeres afroamericanas de todo Estados Unidos, donde estudiará artes. “Voy a empezar a llorar”, amenazó la actriz ante las cámaras.
La expareja, que podría haber gastado en abogados más de dos millones de dólares, sigue sin llegar a acuerdos en un punto tan determinante como la custodia compartida de sus hijos
Pax también parece haber ido encontrando su camino -le gusta estar detrás de las cámaras en labores de doblaje, producción y sobre todo, como fotógrafo- por lo que la actriz se centra hoy en los “benjamines” de la familia, Shiloh, de dieciséis años -la más artista de todos, a quien le encanta bailar-y los mellizos Knox y Vivienne, quienes no pueden esconder su genética (combinación perfecta de la de su madre y su padre). Ellos fueron el motivo por el que sus padres volvieron a reunirse el pasado mes de julio en Roma para celebrar su decimocuarto cumpleaños.
A lo largo de estos seis años, Angelina ha dejado de lado asuntos del corazón o ha sido muy discreta al respecto. Aunque se la ha relacionado con Garrett Hedlund o con el mismísimo The Weeknd en los últimos tiempos, absolutamente ninguna de estas habladurías fue confirmada con palabras o imágenes. Todo apunta a que la actriz aún está curándose las heridas y tratando de borrar del todo su matrimonio con Brad. Durante la promoción de su película Eternals, de Marvel, los más observadores descubrieron un cambio en el tatuaje del brazo izquierdo de la actriz (formado por las coordenadas del lugar de nacimiento de sus seis hijos). Antes, bajo esas coordenadas se tatuó una greca dedicada a Brad Pitt, que se disolvió por el poder del láser… y del desamor.
Cabe recordar que justo antes de su separación, Angelina se puso detrás y delante de las cámaras para rodar, con su entonces marido, la triste historia de un matrimonio roto, Frente al mar. Años después, Jolie ha vuelto a colocarse tras la cámara para filmar, Without Blood, una película basada en un libro de Alessandro Baricco y rodada, junto a Salma Hayek, en Italia. Ya lo anunció durante un viaje solidario a Camboya, del pasado febrero: “Mi alma se está recuperando”. Se trasluce en su imagen, serena, fiel a sí misma, y en su apuesta por el estilo minimalista y los colores blanco, negro o crudo.
Por su parte, su, “ex”, Brad Pitt sorprende al mundo en los últimos tiempos con sus looks desconcertantes: de verde limón a faldas al vuelo. Se divierte sobre la alfombra roja de Bullet Train, se reinventa y se deja ver más que nunca en Hollywood, donde suma a su trabajo de actor el del productor. Blonde es buena muestra de la faceta en la que se ha centrado y que más satisfacciones le ha dado. Quizá, en su caso, la procesión de un juicio interminable va por dentro. También en sus puestas en escena, Angelina Jolie y Brad Pitt recorren caminos separados.