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Cantante, letrista, filántropa, madre e hija de ‘el rey’. Así se define en su perfil social Lisa Marie, la única hija y heredera universal de Elvis Presley. A sus 54 años, la niña adorada del cantante, que murió cuando ella tenía nueve, vivía desde hace un tiempo alejada del ojo público (tras haber copado muchas portadas en el pasado), especialmente tras el trágico fallecimiento de su único hijo varón, Benjamin Keough, el 12 de julio de 2020. Solo ha vuelto a la luz pública para homenajear a su padre cuando se acaban de cumplir (16 de agosto) 45 años de su desaparición.
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Y Elvis , el biopic sobre la legendaria figura del ‘rey del rock’ dirigido por Baz Luhrmann y protagonizado por el joven Austin Butler, tiene mucho que ver. La película tiene todas las bendiciones de Lisa Marie y de su madre, Priscilla, que han apoyado su estreno y su presentación en el festival de Cannes. En junio, precisamente, tres generaciones Presley, arropadas por el equipo del filme, se reunían en el Teatro Chino para plasmar sus huellas en una imagen para la historia: Priscilla, la que fuera mujer de Elvis y a ojos del mundo su viuda (oficiosa ya que cuando murió el cantante, llevaban divorciados cuatro años), su hija Lisa Marie, y sus nietas, Riley Keogh, de 33 años, y las gemelas Finley Aaron Love (segundo nombre como el de su abuelo) y Harper Vivienne Ann Lockwood, de 13. Ellas, junto a su desparecido nieto Ben, a los 27 años (su madre también firmó el cemento con su nombre), de gran parecido físico a su abuelo, forman el legado familiar del legendario e inolvidable Elvis Presley.
“No he publicado nada en bastante tiempo porque no tengo mucho que decir, porque estaré siempre de luto por mi hijo… Dicho esto, quería dedicar un momento a decir que he visto Elvis dos veces y que es espectacular, absolutamente exquisita”, escribió Lisa Marie en Instagram. “Austin Butler ha canalizado y encarnado el corazón y el alma de mi padre de una manera preciosa. En mi humilde opinión, su actuación no tiene precedentes y por fin se ha hecho honor a su figura de forma precisa y respetuosa. Si no gana un Oscar por esto, me como mi pie”, añadía.
En la película, el director destaca la historia de amor de Elvis y Priscilla, la única mujer con la que el artista contrajo matrimonio. Cuando el 1 de mayo de 1967 -ella tenía 21 años, aunque la relación venía de varios años antes- se casaron en el hotel Aladdin de Las Vegas en una ceremonia que duró ocho minutos, Priscilla pasó a convertirse en la mujer más seguida, admirada y ‘envidiada’ del momento. El 1 de febrero de 1968, justo nueve meses después del enlace, nacía, en el Memorial Hospital Bautista en Memphis, (Tennessee) la primera y única hija del matrimonio, Lisa Marie, que fue recibida con la mayor de las alegrías y aunque, en un principio, apuntaló la felicidad de la pareja, no pudo evitar, sin embargo, que se divorciara seis años después. Mientras Priscilla se quedaba en Graceland, la mansión de Memphis de Elvis (convertida en un museo desde 1982), él pasaba la mayor parte del tiempo fuera, de gira, actuando en Las Vegas, o rodando.
Mientras el mundo soñaba con una unión de cuento, ella vivía a la sombra de un mito que era aún más grande que él mismo. “No tuve mis años de adolescencia como una chica normal, obviamente, así que tuve que adaptarme. Simplemente seguí lo que él hizo. Viví su vida”, explicó hace unos años en le programa británico Loose Women. “Veía las películas que quería ver, escuchaba la música que él escuchaba, iba a los lugares a los que iría”, añadía. “Me odiaban por casarme con él, me odiaron por divorciarme. Tener a personas criticándote sin saber que estás tratando desesperadamente de ser una buena esposa, una buena madre y una buena compañera fue un camino difícil”, aseguraba. A pesar de esto, ella siempre ha conservado un buen recuerdo del que fuera su marido y ha estado presente en todos y cada uno de los homenajes que se le han hecho a lo largo de los años, apoyando a su hija en cada momento. Pocos saben que su gran historia fue otra, y duró 22 años (1984 a 2006), con el productor Marco Garibaldi (nunca se casaron), y fruto de esa relación nació en 1987 su hijo Navarone Garibaldi. Hoy el hermano de Lisa Marie tiene 35 años, es el líder de la banda Them Guns, y solo dos años mayor que su sobrina Riley.
La tragedia llamó a la puerta de Lisa Marie Presley cuando sólo tenía nueve años. Desde el divorcio de sus padres había vivido con su madre, pero a menudo se trasladaba a Memphis a pasar épocas con el artista. Recuerda que la última vez que lo vio con vida fue cuando le dio un beso de buenas noches en su casa de Graceland. La siguiente vez fue ya cuando se encontró a su novia de entonces, Ginger Alden, intentando despertarlo desesperadamente la noche del 16 de agosto de 1977.
Más allá de su adolescencia conflictiva y de sus coqueteos con las drogas, que reconocería muchos años después, la hija del ‘Rey del Rock’ ha copado portadas por sus sonados matrimonios. Se casó por primera vez con el músico Danny Keough, con quien a Riley y Benjamin. Seis años después, en 1994, se separaron. Veinte días después de oficializarse el divorcio daba la campanada al anunciar que se había casado con Michael Jackson. Una relación que siempre estuvo en entredicho y se tomó como una cortina de humo justamente cuando comenzaban las primeras acusaciones de abusos contra el rey del pop. Ella siempre defendió que fue una unión verdadera. Dos años después de la boda, en 1996, presentó una demanda de divorcio por “diferencias irreconciliables”. En 2000 se comprometió con el músico hawaiano John Oszajca. No llegó a casarse con él, pero con quien sí lo hizo, fue con Nicolas Cage, que se había cruzado en su vida en una fiesta. Fue en 2002 y el matrimonio apenas duró tres meses. “Veníamos de entornos y pasado similares, así que conectamos, tuvimos una gran conexión. Ambos compartíamos un espíritu nómada y libre, como el de los piratas. Y cuando un pirata se casa con otro, lo que suele ocurrir es que busca hundirte el barco”, confesó en 2003 a Larry King en su programa de la CNN.
Su cuarta y última boda hasta la fecha ha sido con el que fuera su guitarrista y productor, Michael Lockwood, padre de sus hijas gemelas, Harper y Finley, que nacieron en 2008. La unión duró una década, hasta que en 2016 Lisa Marie pidió el divorcio, que fue más polémico de lo que se presagiaba en un primer momento, con lucha por la custodia e intercambio de las peores acusaciones.
En 2018, Lisa Marie demandó al administrador de su herencia, Barry Siegel, por dilapidar presuntamente de modo negligente la fortuna que le dejo su padre. Alego que este había vendido en 2005 el 85% de su participación en la empresa que gestiona los bienes de Elvis por cien millones de dólares y que los había reinvertido de manera arriesgada dejándola 14 mil dólares en el banco y una deuda de 16. Siegel contestó con un comunicado en le que afirmaba que ella “había malgastado su dinero durante años”.
Pero más allá de lo monetario, el golpe más grande de su vida se lo llevó en julio de 2020 cuando su hijo Benjamin se quitó la vida de un disparo en Calabasas (California). “Mi corazón y mi alma se fueron contigo, el dolor que siento es sofocante y el vacío es inmenso en cada momento que paso sin ti. Jamás volveré a ser la misma. Espérame por favor mi amor y cógeme de la mano mientras sigo cuidando y protegiendo a tus hermanas pequeñas y apoyando a Riley. Sé que eso es lo que tú querrías. Feliz cumpleaños, mi niño. Eras demasiado bueno para este mundo”, escribió en redes cuando hubiera sido su 28 cumpleaños.
Solo ahora, dos años después, vuelve a dejarse ver, y junto a Austin Butler acudió recientemente a una entrevista. Colgó las fotos en su cuenta con el siguiente mensaje “creo que es probablemente mi primera sonrisa en dos años”.
La hija de Lisa Marie, Riley Keough, de 33 años, se abrió camino desde muy joven en el mundo de la moda y después en la actuación. Sin hacer ruido y sin usar el famoso apellido de su familia, se ha ido haciendo un nombre en Hollywood abrazada a producciones independientes como la premiada American Honey y como protagonista de la serie The Girl Experience. Este año ha debutado también como directora con War Pony en el festival de Cannes, precisamente en la misma edición en la que se presentó el biopic de su abuelo.