Tras pasar unos días inolvidables en Ibiza y Formentera, María Pombo ha puesto rumbo a sus habituales vacaciones familiares en el norte de España. Cantabria es un lugar muy especial para ella, pues allí ha pasado todos los veranos desde que era niña e incluso fue el lugar elegido para celebrar su boda junto a Pablo Castellano, hace ahora ya dos años.
Pletórica de felicidad, la influencer está disfrutando al máximo de infinitos días de juegos en la playa junto al pequeño Martín, de año y medio; de entretenidas cenas en familia, y también de alguna que otra noche de concierto junto a su marido y sus hermanas, quienes, al igual que ella, se encuentran en un momento personal insuperable. Marta está esperando su primer hijo junto a Luis Zamalloa, una niña que nacerá el próximo otoño, y Lucía acaba de regresar de su luna de miel junto a Álvaro López Huerta. Y es que, sin duda, el paraíso particular de María es ahora más idílico si cabe. “No hay lugar en el mundo en el que me sienta más feliz”, confesaba a sus casi tres millones de seguidores.