Rocío Jurado firmó su testamento oficial el 17 de septiembre de 2004, justo después de anunciar que padecía cáncer de páncreas. Esa misma tarde acudió al notario con su amiga y abogada Ana Iglesias y gestionó sus últimas voluntades en las que nombró heredera universal a su hija Rocío Carrasco. Después de que Fidel Albiac le dijera a su mujer que él no quería ir a la apertura del mismo porque "no pintaba nada allí", la hija de la cantante acudió a la cita en la que también estaban presentes Ana Iglesias como la albacea, Gloria Mohedano y José Antonio Rodríguez (aunque este no fue llamado a la herencia), Amador Mohedano, Rosa Benito (que tenía que estar en representación de uno de sus hijos menores) y José Ortega Cano. "Gloria y José Antonio se esperaban otra cosa completamente diferente a la que se encontraron", ha asegurado la que fuera presentadora de Hable con ellas sobre la reacción de sus tíos al escuchar la lectura del texto.
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El testamento de Rocío Jurado vuelve a sembrar el caos entre los Mohedano
Rocío Jurado legó a José Ortega Cano la legítima que por ley le correspondía con el derecho de usufructo sobre los derechos y participación de la testadora de la ganadería Yerbabuena y la sociedad que la gestionaba (220.000 euros). "Una vez que él no viviera,volvería a pasar a mí", ha dejado claro Rocío Carrasco sobre la finca. La cantante además dejó a su hermana Gloria el chalet 'Mi abuela Rocío', en Chipiona (390.703,56 euros) y Amador y a sus hijos por quintas partes iguales una nave en San Sebastián de los Reyes (603.525 euros con una hipoteca de 60.000). Pero además, a los dos hermanos y a partes iguales también les dejó el 'Huerto de San Pedro', que es la finca de Los Naranjos (por valor de 2.371.200 euros). A su ahijado Fernando, la artista dejó también una nave en Algete (193.950 euros) y a Juan de la Rosa le legó un dúplex en Chipiona (144.560 euros). Además, a José Fernando y Gloria Camila, por partes iguales, la legítima esctricta conforme a la ley y aunque superara la misma tenían derecho a una cuarta parte del valor de venta de la casa de La Moraleja.
"A mí me instara heredera universal. Todo lo que haya y no aparezca en el testamento es para mí. Y al ser la heredera universal, me pertenece también la mitad de la venta de la casa La Moraleja (valorada en 3.406.840 euros sin descontar las cargas) porque lo especificó, la sociedad de mi madre, que era dueña del 50% de la finca El Administrador, y el otro 50% era propietaria Rocío Jurado, así que como no aparecía en el testamento, tambiéen es mío", ha dicho Rocío Carrasco, que ha dejado claro que para aceptar la herencia tuvo que ocuparse de todas las cargas. Tras explicar la repartición, la hija de la artista ha afirmado que su familia no estaba de acuerdo con las valoraciones, que no estaban satisfechos con Ana Iglesias y que si por ellos hubiera sido ella no hubiera recibido nada de su madre. "Gloria no soportó que me nombrara heredera universal", ha añadido la colaboradora de Mediaset, que además ha explicado que el testamento es inoficioso de principio. "No se podía ejecutar. Yo podría haberles dado a cada uno los papelitos con las participaciones y hubiéramos sido todos socios. Pero ninguno hubiera cogido ningún bien. Si hubiera sido por mí, hubiera sido lo que yo hubiese hecho, pero Fidel me dijo que esa no era la voluntad de mi madre y que había que buscar la forma de que se cumpliera", ha expresado.
Analizamos las claves del testamento de Rocío Jurado con un experto
Rocío Carrasco, que ha asegurado que "era impensable" que su madre no dejara nada en el testamento a su hijos, también ha contado que heredó los derechos de royalties de la cantante (12.628 euros), su nombre, acciones del Santander y de una bodega de vinos, además de sus enseres y ajuar doméstico (314.579 euros). Con todo repartido en la herencia, la hija de la intérprete de Señora ha expilicado que se encontró muchas sorpresas como hipotécas, créditos bancarios. "La sociedad entera de mi madre está valorada en 2.746.491,39 euros, pero esta es propietaria de la nave de Amador, de la de Fernando, de la mitad de mi campo, del piso de Juan de la Rosa... Ese es el valor, no lo que yo heredo", ha querido aclarar la protagonista de En el nombre de Rocío.
Con un total del activo de más de 10 millones de euros, Rocío Carrasco ha mostrado que a todo eso hubo que pagar todas la deudas, entre las que se encontraban una hipoteca, los gastos de defunción, impuestos e irpf o la Seguridad Social, un total de 1.168.391,08 euros contando hipotecas a las que tenía que hacer frente para aceptar la herencia y los últimos gastos de Houston. "Para ser la heredera universal y que dada uno recibiera lo que tenía que ser debía hacerme cargo de todas las deudas. Me hago cargo para que en un futuro mi tío Amador tuviera su nave sin cargas, él y los demás", ha dicho Rocío. Eso sí, para hacerse cargo, la hija de la cantante utilizó su mitad de la venta de Montealto, de donde finalmente se quedó solamente con unos 300.000 euros de los casi 3 millones y medio que ganaron.
El otro testamento de Rocío Jurado
Diferente al testamento oficial, Rocío Carrasco ha contado que en buró de su madre encontró otro en el que las cosas eran muy diferentes. En este texto, la cantante sí dejaba a sus nietos Rocío y David Flores a partes iguales la casa de La Moraleja y un chalet en Cotos de Monterey con todos los enseres, bienes hasta que no cumplieran la mayoría de edad serían administrados por Gloria Mohedano. "Esto quería decir que todo lo de mis hijos lo administraba mi tía, pero además podía hacer con ellos lo que quisiera sin autorización judicial. Le hubiera tenido que pedir dinero a ella para pagar el colegio, pero jamás lo hubiera hecho", ha contado Rocío, que ha mostrado cómo en estas voluntades había escritas algunas frases a mano de José Antonio Rodríguez. Además, a diferencia del otro testamento, en el que Amador también recibía la nave, a Juan de la Rosa se le legaba la finca de Los Naranjos y el 50% de El Administrador.
"Esto fue una forma de desheredarme. Aquí no queda ningún bien por repartir. Yo no era heredera universal nada más que de su nombre. Este testamento se hizo antes de llegar José Fernando y Gloria Camila, que es cuando yo estaba con 'el ser'. Creo que era su forma de asegurarse que él no iba a tocar nada que fuera de ella. Y como yo estaba con él, pues tampoco. Por eso puso a Gloria como administradora. Por eso ella y José Antonio pensaban que este era el testamento que iba a ser y en Houston mi tío me dijo lo de que ya tenían 'los puntos ganados'. Sabían que iban a ser los mayores beneficiarios. Detrás de esto está Gloria Mohedano. Estoy segura de que mi madre les dijo para dejarles tranquilos que ella había ido al notario con esto, pero no lo llevó", ha explicado Rocío, que tiene claro que su tía tenía hablado con Antonio David Flores que en el caso de que se muriera la cantante sus hijos estaban cubiertos porque ella era quien se iba a hacer cargo de todo.