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El mayor ojo hacia el cielo del planeta
Fotografiar las estrellas como si estuvieran a tan solo unos metros de distancia y con absoluta nitidez es uno de los grandes anhelos de la astronomía. Sin embargo, este sueño podría hacerse muy pronto realidad, con la construcción e instalación de un nuevo telescopio que promete revolucionar nuestra percepción del universo tanto como lo hizo Galileo hace cuatrocientos años. Colocado en la cima de un cerro en pleno desierto de Atacama, en Chile, el que se convertirá en el mayor ojo hacia el cielo del planeta utilizará óptica adaptativa, basada en láser, para medir la distorsión causada por la atmósfera de la Tierra, corregir esa interferencia y producir imágenes claras compensando así cualquier problema causado por vibraciones, viento o cambios en temperatura. En la imagen, la Vía Láctea.
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Energía eólica transportable en una mochila
Hoy en día, existen muchas formas de cargar un móvil cuando vas de excursión, acampada o, simplemente, disfrutas de una jornada al aire libre lejos de cualquier enchufe. Se puede recurrir a una batería externa, a un cargador solar o incluso a alguno que funciona con agua, pero todos ellos cuentan con una vida útil muy limitada. Sin embargo, esto ya ha dejado de ser un problema gracias a un generador de energía eólica compacto y del tamaño de una botella de agua. Su miniturbina tiene capacidad suficiente para cargar tres teléfonos móviles al 100 % a la vez y tan solo necesita un viento de 13 km/h para comenzar a cargar.
Polizones en el espacio: ¿quién observa al observador?
El cosmonauta Sergei Korsakov, inquilino de la Estación Espacial Internacional, ha difundido unas fotografías muy curiosas no solo por el hecho de mostrar una inusual escena espacial de la nave rusa Progress MS-18 , dedicada al abastecimiento de suministros al complejo orbital, sino porque en estas imágenes se pueden ver dos pares de “ojos” que parecen mirar fijamente al fotógrafo y que el propio astronauta califica de “polizones”. El misterio se resolvería tras el examen minucioso de las fotografías por un grupo de expertos. Y es que estas dos “inquietantes figuras” de la Progress MS-18 son en realidad dispositivos que forman parte del sistema óptico de navegación del vehículo espacial o, lo que es lo mismo, sensores que determinan la posición de la nave en relación a la Tierra.
Cuatro millones de veces mayor que el sol: Primera imagen del agujero negro en el centro de la Vía Láctea
El mismo equipo científico internacional que consiguió, hace tres años, la primera imagen de un agujero negro en el universo obtenida por el telescopio del Horizonte de Sucesos (un consorcio de ocho observatorios, incluido España, con el telescopio de 30 metros del Pico Veleta, en Sierra Nevada, Granada), ha conseguido la primera imagen de Sagitario A*, el agujero negro supermasivo en el centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea, donde se hallan la Tierra y nosotros, los terrícolas. Concentra una masa equivalente a cuatro millones de estrellas como el Sol, está a unos veintiséis mil años luz de nuestro planeta y tiene un diámetro de 44 millones de kilómetros.