Seguro que si estás disfrutando de tus vacaciones de verano en cualquier destino remoto, sea nacional o internacional, lo primero que has escuchado al poner las maletas en el suelo ha sido la voz de Kate Bush en la radio del chiringuito, el taxi o el hilo musical del restaurante. Y todo gracias a Stranger Things, que ha dado una segunda vida al tema Running Up That Hill desde que viera la luz en 1985. La canción, que pasó sin pena ni gloria en España, sí supuso un éxito en Estados Unidos y Reino Unido, aunque nada comparable a lo que está viviendo este verano. La canción de Kate Bush está rompiendo todas las gráficas: el vídeo musical en Youtube se aproxima a los 100 millones de reproducciones, hay más de 2 millones de historias en TikTok que utilizan esta melodía y Spotify e iTunes llevan varios meses encumbrando el tema en lo más alto de sus tops de todo el planeta.
Han pasado nada menos que 37 años desde que esta canción se escuchó por primera vez, y es precisamente ahora cuando se ha hecho reconocida mundialmente, aunque Kate Bush inauguró la ceremonia de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 con ella. La cantante, que ahora tiene 63 años no solo la interpreta, sino que lleva a gala haber sido la primera mujer compositora en acceder al número 1 en Billboard. En 1979 consiguió este logro con el tema Wuthering Heights que en España sí conocemos bien, y más sí recordamos las campañas de publicidad que utilizaban este tema en su fondo musical en 1991.
Pero hasta que no sonó en Hawkins no se dio el milagro: hoy el planeta entero ha viajado en el tiempo y ha vuelto a sonar un éxito de 1985 con aún más fuerza de lo que lo hizo en su época. Los millennials y generación Z a los que principalmente va dirigida la serie no la pudieron escuchar en su momento, por lo que es como si nunca hubiera existido y fuera de repente la única y definitiva canción del verano de 2022. Kate Bush estaba retirada desde 2011 y ha visto cómo su voz y su trabajo es de nuevo reconocido por generaciones que no la tenían en el recuerdo, reportándole unos beneficios de alrededor de 3 millones de euros sólo en derechos de reproducción.
Leer más: El maratón de looks de Sadie Sink lo confirma: la 'Gen Z' tiene nueva reina de estilo
La música es el antídoto contra nuestros miedos
Max es uno de los personajes de Stranger Things tocados por la varita mágica de esta temporada, pareciera que en cada edición la serie de los hermanos Duffer se enamorara de un personaje y le dedicara todo su cariño. En la cuarta entrega una de las favoritas es la joven pelirroja interpretada por la actriz de 20 años Sadie Sink, que al ser elegida por Vecna, descubre que su canción favorita puede servir de antídoto contra el poder oscuro de este monstruo. Desde el comienzo de la cuarta temporada escuchamos rondar la canción, y poco a poco se va intensificando, hasta que se convierte en un himno.
¿Pero qué significa? Aunque no es precisamente una letra explícita que llame a las cosas por su nombre, lo cierto es que la canción de Kate Bush habla sobre el dolor que produce el amor más profundo y constantemente acuña expresiones sobre correr para intercambiar tu punto de vista con quien amas: para compartir el dolor, los sentimientos y las decisiones que nos empujan a nuestros actos. "No quieres herirme, pero mira lo profunda que es la bala, sin saberlo te estoy destrozando”, son algunas de las frases que colman las estrofas de la canción que hoy todos tenemos en la cabeza.
Por un lado la canción se podrían asociar a cómo Eleven y los demás protagonistas de Stranger Things tratan de encajar la lucha contra los poderes maléficos de Vecna: siendo uno solo, poniéndose en el lugar del otro, desnudando sus sentimientos, haciendo propios los miedos de todos y compartiendo la valentía y ese espíritu de amistad que ha convertido en lo que es a esta serie. Sin embargo, también podremos ver una analogía entre lo vivido entre Max y su hermano Billy, o incluso entre Eleven y Henry. Porque en esta serie no hay villano ni héroe que no haya sido víctima o que no haya errado.
Madonna y Rock Me Amadeus no podían faltar
En la temporada anterior tuvimos la oportunidad de emocionarnos con el tema compuesto por Richard Clayderman en 1984 para La historia interminable, esta vez interpretada por Dustin para Suzie, su novia a distancia, quien le coreaba desde Utah en una de las escenas más emocionantes del final de temporada. Incluir esta canción también supuso, no solo que se convirtiera durante unos días en la más buscada y reproducida, sino que muchos fans de Stranger Things que por su edad aún no conocían este clásico de la ciencia ficción juvenil de los 80 se pudieran acercar a la película original para la que fue compuesta, uniéndose así las generaciones: los jóvenes de Hawkins tendrían hoy la edad de muchos padres de los adolescentes que ahora siguen la serie.
Otro ejemplo de música que lejos de pasar de moda, sigue haciéndonos vibrar es el tema de la eterna Madonna, que sonaba en el centro comercial mientras Eleven y Max compran ropa: un Material Girl que encaja de nuevo a la perfección con 1985, época en la que ambientó la tercera temporada. Ahora, en la cuarta entrega se rescatan temas ineludibles del pop rock de 1986, como Rock Me Amadeus del grupo austriaco Falco, cuando Ángela agrede a Eleven, o el inolvidable canto de la selva de Tarzan Boy de Baltimora en el momento álgido de la pista patinaje.
Leer más: Sadie Sink, la actriz de moda inspira todas las tendencias en maquillaje del año