Fue un día pasado por agua. Pero también, cargado de sonrisas, alguna que otra lágrima y, sobre todo, mucho amor. Así fue la boda de Sonia Ferrer y Sergio Fontecha , celebrada el pasado sábado, 30 de julio, en una ceremonia civil al aire libre, en los jardines de una finca de la sierra madrileña. En estas líneas descubrimos algunas de las imágenes no vistas de esta boda tan original como especial, que puso el broche de oro a una bonita historia de amor que comenzó hace un año y medio, y que hizo a Sonia volver a creer en el amor para toda la vida.
Ceremonia al aire libre
Teniendo como escenario de fondo la sierra de Madrid, y con la exquisita luz del atardecer, la presentadora y el inspector se dieron el ‘sí, quiero’ delante de un reducido - y peculiar - número de invitados. Además de los familiares y amigos íntimos, no pudieron faltar las mascotas de la presentadora, quien es una gran amante de los animales, y ha llegado a crear una pequeña ‘familia’ de dos perros, ‘Parche’ y ‘Duna’ y un poni, ‘Toffe’.
Pero esto no fue lo único que hizo ‘especial’ esta ceremonia. Unas horas antes, el cielo de Madrid había comenzado a nublarse y cayó una tremenda tormenta de verano que obligó a los novios posponer la hora establecida para casarse. A pesar del imprevisto metereológico, los novios supieron poner al mal tiempo buena cara, y cuando se disipó la tormenta, lograron, finalmente, convertirse en marido y mujer.
Fue una ceremonia muy emotiva, donde podía palparse el amor y la complicidad que comparten Sonia y Sergio, y donde incluso la hija de Sonia - fruto de su primer matrimonio - dedicó unas bonitas palabras a su madre y su prometido. Después de darse el ‘sí quiero’, los novios salieron recorriendo el tradicional pasillo de sables que le prepararon los compañeros de profesión de Sergio.
Decoración campestre, con un toque moderno
“He querido hacerla a mi manera, y yo soy así: cercana, amorosa, campestre...y una romántica empedernida”, así contaba Sonia en una entrevista con ¡HOLA! cómo había decidido que fuera la decoración de su gran día. Y lo cierto es que lo consiguió. De la mano del grupo Inbodas, Sonia y Sergio tuvieron la boda de sus sueños, rodeados de naturaleza, de motivos rústicos y campestres, combinándolos con otras decoraciones más modernas como los letreros de neón, abajo, en las imágenes.
Como sorpresa final, un homenaje al cine
Uno de los acontecimientos más increíbles de la noche fue el momento en el que Sonia y Sergio protagonizaron su primer baile como marido y mujer, y lo hicieron por todo lo alto: dejando a un lado el tradicional vals nupcial, la pareja quiso recrear el famosísimo baile de la película Dirty Dancing , y dejaron a todos los invitados impresionados con una coreografía que habían estado practicando durante dos meses.