Carolina Cerezuela ha sido galardonada este viernes con el premio Mallorquina del Verano 2022. El homenaje ha comenzado a las ocho de la tarde con una cena celebrada en la terraza de la Suite 702 del Hotel GPRO Valparaiso de Palma. El objetivo principal de esta distinción es reconocer a todas aquellas personas públicas que no son originarias de la isla, pero, que por diferentes circunstancias, residen o pasan largas estancias allí, y, por lo tanto, son imagen de la región y le dan una mayor proyección de cara al exterior. Una vez más, la presentadora se ha deshecho en halagos hacia su tierra de adopción, que tantas alegrías le ha brindado a lo largo de su vida. "Nosotros estamos aquí durante todo el año. Mallorca es un sitio donde estar, donde volver, donde pensar y donde vivir. Siempre lo digo, no soy nacida aquí, pero la siento como si fuera mía y estoy feliz con este reconocimiento".
Quién también ha estado presente en este momento tan importante para la actriz ha sido su esposo Carlos Moya, una de las insignias de la ciudad de Palma, que repleto de orgullo ha visto cómo su mujer se ha ganado el cariño de todos sus paisanos. El extenista tendrá un verano de lo más tranquilo, puesto que en estos momentos está ejerciendo como entrenador de Rafa Nadal, que ya ha declarado que no jugará el próximo torneo de Canadá para recuperarse por completo de sus lesiones. Un acontecimiento triste para todos los aficionados de la raqueta, que, sin embargo, permitirá al ganador del Roland Garros tener unos días de descanso extra al lado de los suyos.
Precisamente, por el amor del deportista la artista decidió dejar todo atrás para mudarse a las Islas Baleares. Pasaron por el altar en el año 2011 y desde entonces han sido inseparables. Juntos han construido una bonita familia numerosa y es de lo más habitual verla entre los espectadores de los partidos de Rafa Nadal en compañía de sus retoños: Carla, de 11 años, Carlos de 9 y Daniela de 8, pequeños aficionados al deporte, que brindan todo su apoyo a su devoto papá en esta nueva faceta como técnico del que fue su compañero de selección.
Una velada mágica para Carolina que no se le ha borrado la sonrisa de la cara ni un solo minuto, luciendo radiante con un vestido estilo lencero de color blanco. De la misma manera, la intérprete ha disfrutado la compañía de su madre, Josefa Gil, con la que comparte una gran sintonía. Sin duda, un broche de oro para una temporada repleta de alegrías para la también cantante, que tras seis años retirada de los platós, ha vuelto por la puerta grande a la televisión con Esta noche gano yo. Un talent show en el que diferentes celebridades se ponen a prueba a través de retos físicos y donde Carolina ejerce de maestra de ceremonias con Christian Gálvez.
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