La vida para Enrique Ponce y Ana Soria sigue, como en la canción, igual. A pesar de que el programa Socialité anunció que el torero le había pedido matrimonio a su novia y que barajaban la idea de casarse el próximo mes de diciembre —una información que era recogida posteriormente por numerosos medios de comunicación—, la pareja continúa con su día a día como siempre y no han querido pronunciarse. Lo que sí ha podido desmentir rotundamente ¡HOLA! por fuentes cercanas a Enrique es la veracidad de la noticia.
Tiempo al tiempo, pero, ahora mismo, ni siquiera está en sus pensamientos, aunque siguen juntos y felices y acaban de celebrar el segundo aniversario de su relación más enamorados que nunca. Según hemos podido saber también, la prioridad de Ana, en estos momentos, es terminar sus estudios de Derecho, una decisión en la que cuenta con el total apoyo de su pareja. Por su parte, el torero, que el año pasado sorprendía a todos al anunciar que se retiraba de los ruedos por un “tiempo indefinido”, sigue centrado en sus negocios —al parecer, gestiona junto a Ana la empresa que han creado en el sector inmobiliario— y dispone de más horas para pasear a sus perros —su beagle ‘Ney’ y su cachorro de teckel—, jugar al golf y dedicarse a uno de sus últimos caprichos: montar en su moto de gran cilindrada.
Cabe recordar que el diestro de Chiva se ha comprado la misma motocicleta que conduce el padre de su novia, el abogado Federico Soria, con el que mantiene una relación excelente. La pareja, que, tras comenzar su noviazgo, alquiló un lujoso ático con vistas al mar, en Almería, también dio un paso más en su noviazgo al comprarse un chalet, al que se mudaron la pasada primavera, tal como publicamos en exclusiva.