La ola de incendios sin precedentes que azota España desde principios de julio ha provocado la evacuación de miles personas en decenas de municipios. Aunque en la mayoría de los casos, han podido regresar a sus casas una vez sofocado el fuego, otros muchos no han corrido la misma suerte.
Es lo que les ha ocurrido a los vecinos de Folgoso Do Courel, en Lugo, muchas de cuyas viviendas han quedado reducidas a cenizas. En esta localidad lucense se activaron la semana pasada una docena de situaciones de emergencia precisamente por la proximidad de las llamas a las casas.
Interior de un garaje con un vehículo quemado también en Folgoso Do Courel, donde los daños materiales a causa del incendio son cuantiosos y aún no se han podido determinar con exactitud.
La cocina de lo que parece un establecimiento, totalmente destrozada a causa de las llamas en el mismo municipio gallego.
A Veiga de Casalla, muy próximo a Carballeda de Valdeorras (Ourense), donde el fuego traspasado también la zona residencial, provocando enormes destrozos.
Varias personas miran con gran pesar, en silencio, la devastación en los edificios de A Veiga de Casalla tras el paso de las llamas.
Galicia, con unas 30.000 hectáreas quemadas hasta el momento, es una de las comunidades autónomas más afectadas por la ola de incendios de este mes de julio. En la imagen, otra vivienda de A Veiga de Casalla.
El incendio declarado en Pont de Vilomara, en Barcelona, entre el 17 y el 18 de este mes ha afectado a decenas de viviendas, sobre todo, a las situadas en la urbanización River Park, una de cuyas casas se puede ver en la imagen.
Las llamas persisten en este edificio de Pumarejo, cerca de Zamora, fruto del incendio declarado en Losacio, que se ha cobrado, además, la vida de dos personas, la de un brigadista y la de un pastor que intentaba salvar a su ganado.
El incendio declarado este mismo domingo en el término municipal de Tejada, en la comarca burgalesa de Arlanza, ha arrasado con la parte antigua de Santibáñez del Val (en la imagen), dejando una amplísima zona del pueblo completamente destrozado.
Edificios en las proximidades de Valdepeñas de la Sierra (Guadalajara), a 80 kilómetros de Madrid, arrasados también por el fuego, provocado, según los primeros indicios, por la acción de un pirómano. La Cruz Roja tuvo que acoger en la vecina Uceda a 150 personas que se vieron obligadas a salir de sus casas por la proximidad de las llamas.