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Ya ha llegado el momento de las despedidas de los Cayos Cochinos, porque Supervivientes llega a su fin. Entre los finalistas está Ignacio de Borbón, al que hemos visto romperse con una carta de su familia en el que sus padres expresaban los orgullosos que están de él por su recorrido. "Es emocionante y es maravilloso [ver hasta dónde he llegado]", ha dicho el propio aventurero, visiblemente más delgado, con la piel morena y el pelo más rubio. Ha sido en Playa Uva donde el robinson ha descubierto la carta de los suyos, el mismo sitio donde tal y como él mismo ha explicado, "dejó de ser un niño para hacerse un hombre" a través de los retos del programa y de conversaciones de lo más interesantes con Kiko Matamoros, que ha sido su mayor apoyo. "Querido hijo, estoy muy orgulloso del concursazo que estás haciendo, tu comportamiento ejemplar, el esfuerzo...", empezaba a leer en voz alta el superviviente, mientras la voz se le rompía por la emoción y sus ojos se llenaban de lágrimas al descubrir cómo le había visto su padre, Alfonso Rinaldi de Borbón Mateos, director de una agencia de publicidad.
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Mientras Ignacio se emocionaba al leer las palabras de sus padres, en España se encontraba su madre, Ana, en el plató. Las lágrimas de su hijo tuvieron el mismo efecto que la carta y la defensora se ponía a llorar desconsolada ante la imagen hasta el punto de que ni siquiera le salían las palabras. Tras responder de manera escueta, con el rostro lleno de lágrimas y la voz entrecortada, a las preguntas de Ion Aramendi, la colaboradora le pedía la colaboradora a César Arévalo, que está en el programa para apoyar a Alejandro Nieto, que hablara él. "Yo siempre lo digo, que Ignacio entró siendo un niño y sale siendo todo un hombre", decía el exmíster mientas la madre del concursante conseguía recomponerse.
Cuando conseguía volver a hablar, Ana aseguraba que tanto ella como su marido y la hermana de Ignacio están muy orgullosos del concurso que ha hecho el superviviente, que tiene solo 21 años. "Ha hecho una mili", decía, pidiendo perdón por haber "estallado" con sus emociones en el plató. La defensora y el presentador se fundían en un abrazo tras el que Ana explicaba que ha notado mucho el cambio. "Va a venir más cambiado de lo que vino de Asia", ha recordado haciendo referencia a un viaje que hizo el robinsón antes de su participación en Supervivientes.
- La desgarradora confesión de Ignacio de Borbón sobre su infancia
Noa, la hermana pequeña de Ignacio, está siguiendo también el concurso, aunque su madre solo le pone las pruebas porque es muy pequeña y no entiende por qué ha ido "a sufrir ahí o a pelearse", según ha explicado Ana. El concursante ha leído desde playa Uva las palabras de la niña, que solo tiene 10 años, y le ha dado un beso al papel en gesto de emoción, abrazándolo como si se tratara de la pequeña, con la que se lleva un poco más de una década.
