Tras celebrar su noveno aniversario de boda, el pasado 29 de junio, Macarena Gómez y Aldo Comas se desplazaron hasta las islas Baleares para disfrutar de unos días de descanso en compañía de su hijo, Dante, de siete años, y un grupo de amigos —entre quienes se encontraba el artista Domingo Zapata—, con los que disfrutaron de una divertida jornada en alta mar en Mallorca. Durante la jornada de playa y navegación, la actriz de la serie 30 monedas y su marido disfrutaron bañándose junto a su pequeño, momento en el que compartieron numerosos gestos familiares, que fueron retratados por los reporteros gráficos. Asimismo, Aldo no dudó en divertirse con su hijo practicando paddle surf y divertidos juegos en el agua, relajándose con la mente puesta en sus nuevos proyectos, entre ellos, la inauguración de su nueva exposición de arte , Todo, que, comisionada por Fiona Ferrer, se exhibirá desde el 21 de julio en el Gran Hotel Montesol, de Ibiza.
Hombre polifacético, Aldo es conocido por ser el marido de Macarena, pero también por sus trabajos como instructor de paracaidismo, productor, músico, DJ y, ahora, por su participación en el surreality de Netflix First Class, en el que un grupo de amigos muestra y comparte su amor por la moda excesiva, las fiestas de lujo y los eventos exclusivos. “Fue Marta Torné, la jefa e inventora del formato, quien me animó a participar en él. Estando un día en mi casa, me dijo: “Aldo... ¡tengo una idea brutal”. Y me la contó. Confieso que a mí, al principio, me dio un poquito de miedo el concepto de reality, pero cuando me plantearon el proyecto y me dijeron que se iba a rodar con cámaras de cine y que iba a poder expresarme y ser yo mismo, acepté hacerlo”, nos cuenta.
“Un año maravilloso”
—¿Cómo ha sido la experiencia?
—La verdad es que nos lo hemos pasado increíblemente bien, que es lo que se ve en la pantalla. Las fiestas, la felicidad, el amor... ¡todo es real! Yo he pasado un año maravilloso rodando la serie.
—¿Qué te dijo Macarena cuando le anunciaste que ibas a participar en un reality?
—Al principio, no le hizo ninguna gracia, pero, cuando lo ha visto, ha llorado de emoción y se ha partido de risa con cada capítulo. Está orgullosísima de lo que hemos hecho.
—¿Tu hijo también te ha visto?
—Sí, ha visto la serie conmigo dos veces y le ha gustado mucho. Se lo pasa muy bien cuando me ve a mí y ve a sus animales y el campo. Me pregunta que por qué no sale él, pero es que nosotros no dejamos que salga en nada de cara al público hasta que tenga la edad suficiente para tomar la decisión por sí mismo.
—Mucha gente puede tener una imagen tuya frívola y millonaria por lo que se ve en las revistas, ¿crees que pueden cambiar esa opinión de ti después de mostrarte en este espacio?
—Pues no lo sé. Puede que sí, porque mi capítulo no refleja lujo, sino, más bien, fantasía y arte.
Hace una pausa y añade:
—Entiendo que, por mi perfil público, la gente pueda tener una imagen mía de millonario, pero no lo soy. Desde que tenía veintiún años, me lo pago todo. Vivo de mis propios ingresos y sobrevivo con lo que hago. Ahora de mis cuadros. Y si vivo bien no creo que sea por el dinero que pueda o no tener, sino porque me planteo la vida de una manera distinta a otros: salto desde aviones, pinto, me dedico al arte.
Aldo: “Entiendo que, por mi perfil público, la gente pueda tener una imagen mía de millonario, pero no lo soy. Desde que tengo veintiún años, vivo de mis propios ingresos y sobrevivo con lo que hago”
—¿Cómo te gustaría que te viese realmente la gente, Aldo?
—Como lo que soy: un artista y una persona abierta y generosa.
—¿Y qué valores te gustaría transmitirle a tu hijo?
—Los de la generosidad, la educación, la sensibilidad artística y los idiomas... Me gustaría que Dante viviese la vida disfrutando siempre de todo con una enorme sonrisa.
—¿A ti qué es lo que te hace realmente feliz?
—Mi hijo, mi familia, mi arte y el volar. Eso es lo que a mí me proporciona la felicidad.