El personaje de Mariska Hargitay en Ley y Orden: Unidad de Víctimas Especiales es el único que permanece en la serie después de las 23 temporadas de esta exitosa franquicia de la orginal Ley y Orden. Su papel como la detective Olivia Belson le valió un Emmy y un Globo de Oro e incluso un cameo en el videoclip Bad Blood de Taylor Swift ya que la cantante es fan absoluta de su personaje en la ficción. Sus triunfos en el mundo de la interpretación están fuera de toda duda, pero, además, la actriz, de 58 años, también tiene una vida familiar envidiable, aunque no siempre fue así, ya que con tan solo tres años tuvo que hacer frente a una tragedia que cambió su vida.
El talento de Mariska no es casualidad ya que su madre era la actriz Jayne Mansfield, muy popular por sus papeles en las comedias de los años 50, como Kiss them for me con Cary Grant. Sin embargo, el destino impidió que su carrera fuese demasiado larga ya que con solo 34 años falleció en un accidente de tráfico mientras sus tres hijos, Mariska, Mickey Jr, y Zoltan, viajaban en los asientos traseros. Los niños resultaron gravemente heridos, pero afortunadamente sobrevivieron. La tragedia, sin embargo, marcó sus vidas para siempre, tal y como reconoció la actriz de Ley y Orden. Unidad de Víctimas Especiales a People: “siento que finalmente eso me convirtió en la persona que soy hoy. Entiendo el viaje de la vida. Tuve que pasar por lo que hice para estar aquí”.
Ese viaje de la vida la llevó no solo a convertirse en una exitosa actriz que incluso ha formado parte de la lista de las intérpretes mejor pagadas de la televisión, sino a formar una familia de la que se siente muy orgullosa. Conoció al amor de su vida en el set de rodaje. Se trata del actor Peter Hermann, con el que se casó en 2004 en Santa Bárbara, y que daba vida al fiscal de la defensa,Trevor Lagan. Tal fue la conexión que sintió con él en la primera cita, que se puso a llorar. "Lloré porque estaba sintiendo algo que nunca había sentido antes, pero sabía lo que era", contó a People. Dos años más tarde dieron la bienvenida a su primer hijo, August Miklos, después de un embarazo muy complicado que acabó con final feliz. El pequeño creció sano y feliz y sus padres no tardaron en darle dos hermanitos. En 2011, la pareja adoptó a Amaya Josephine y, unos meses más tarde, a Andrew Nicolás.
Muy discreta en todo lo que respecta a sus hijos, no acostumbra a mostarlos en sus redes sociales, donde sí se muestra como una mujer divertida y tremendamente familiar. No solamente con sus tres niños, a los que considera sus maestros, también con su ahijada, Sophie, hija de su compañero de reparto y gran amigo, Christopher Meloni, que formó parte de la serie las primeras doce temporadas y que aún conserva una excelente relación con Mariska y su familia.