Alejandro Sanz está recorriendo España con su esperada gira, en la que homenajea sus inicios y sus treinta años de carrera en el mundo de la música . Previo a los dos conciertos que ofreció hace unos días en el estadio Carranza, aplazado dos veces por la pandemia, el cantante quiso disfrutar de las playas de “su paraíso” de Cádiz, una tierra que adora y con la que guarda una relación muy especial.
Acompañado por su novia, Rachel Valdés , con quien estos días celebra tres años de amor, pasó unas horas de relax y tranquilidad a la orilla del océano. La artista de origen cubano eligió un sencillo biquini en color negro con el que se dio un refrescante baño y presumió de su espectacular figura. “Cádiz no es una ciudad, es un sentimiento. Me vivo por ti”, decía antes de subirse al escenario el cantante madrileño, hijo adoptivo de Cádiz desde 2019 y recién nombrado hijo predilecto de Andalucía.