Mar Flores vuelve a demostrarnos estos días que no hay reto físico que se le resista. La modelo y empresaria se ha convertido, un verano más, en la sensación de las playas ibicencas a la orilla del mar y acompañada por sus hijos. Está espectacular a sus recién cumplidos 53 y después de cuatro embarazos, uno de ellos gemelar. Podríamos pensar que tiene una genética de otro planeta, pero ni la mejor de las genéticas podría ‘resistir’ sin ayuda, y en eso Mar es puro orden. Lo dice siempre y en más de una ocasión nos ha desvelado los secretos de su estupenda forma física.
Lo suyo va más allá de beber dos litros de agua y dormir ocho horas, que también lo lleva a rajatabla. Cuatro son las claves que a ella le funcionan, y a la vista está: deporte, yoga, alimentación y mucha disciplina. “Cuando tuve a los mellizos pensé que nunca recuperaría los abdominales, era mi cuarto embarazo. Y no fue por haber ganado peso, que sólo fueron 13 kg, sino porque es evidente que el paso del tiempo hace que perdamos elasticidad y musculatura. Soy muy cabezona y me empeñé en recuperar mi tono muscular y poco a poco lo conseguí, pero a base de trabajo y esfuerzo”, nos contaba recientemente.
Mar entrena una media de cinco o seis días a la semana durante hora y media con un personal trainer que la ayuda a establecer sus rutinas de ejercicios según las partes del cuerpo que va trabajando y tonificando y suele compartir en sus redes los retos a 21 días. La hemos visto, además, practicando todo tipo de deportes, como el running, el boxeo, o el paddle surf cuando está en el mar. Porque ni en vacaciones descuida su físico.
También nos contaba Mar que con los años ha ganado en vitalidad y que desde que nacieron Bruno y Darío, de once años, intensificó las rutinas de cosmética y tratamientos. “Los avances médicos son cada vez más increíbles y la aparatología estética es cada día más eficaz, por lo que para mí esa es la primera solución a los problemas que cada uno tenga, pero si lo considero necesario sí recurriría a la cirugía, aunque como le tengo mucho respeto, antes prefiero agotar otras vías menos invasivas y no provocar cambios muy radicales”.