Las playas de Zahara de los Atunes son uno de los destinos imprescindibles para Paz Padilla, que encuentra en este rincón gaditano sus raíces y su particular oasis de tranquilidad. No solo es en esta tierra donde la presentadora se reúne con su familia, con sus hermanos y sus amigos, sino donde tiene una de sus tiendas de ropa No ni ná, y donde está su refugio, un precioso piso en primera línea de playa en la que su gusto y estilo personales se adivinan en cada detalle. Fue precisamente esta localidad tan significativa para Paz, concretamente uno de sus largos arenales, el escenario de este paseo de la presentadora y Fran Medina, con quien inició una relación hace más de un año.
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Como se puede ver en estas fotografías tomadas en el mes de enero, de ahí lo abrigados que se ve a sus protagonistas, y cuando la relación entre ambos estaba ya consolidada, junto a la pareja caminan varios amigos y la hija de la presentadora Anna, que entonces salía con Iván Martín (también está en la foto). Fran es uno más en el grupo que recorre la playa, donde también Paz aprovechó para pasar algo de tiempo con su hija, su mayor confidente y a la que está muy unida. Son estas imágenes una muestra de que Fran formaba ya parte del círculo más íntimo de la presentadora, algo nada extraño dado que su relación comenzó a finales del pasado verano, en septiembre.
Paz y Fran, que es guardia civil y fotógrafo, han querido vivir su relación de la manera más discreta posible, sin que su historia trascendiera, paso a paso y sin prisas. Paz sufrió mucho tras la durísima enfermedad y el fallecimiento de su marido Antonio Vidal, que el destino le arrebató demasiado pronto a la edad de 53 años un 19 de julio de 2020. No pensaba en el amor, no estaba en sus planes volver a enamorarse y no se sentía preparada para hacerlo, pero de nuevo el destino caprichoso le tenía preparada una sorpresa y puso en su camino a Fran.
La presentadora y empresaria está muy feliz y enamorada, encarando el futuro con ilusión y siempre nuevos proyectos donde plasma su carácter inquieto y creativo. Hace apenas unos días celebraba una fiesta para dar la bienvenida al verano en la que se convertía en un hada. Lo que no se sabía entonces es que esa enorme sonrisa escondía que su corazón vuelve a sentir magia de nuevo.