El pasado septiembre, Shakira y Piqué disfrutaron junto a sus hijos de unos días en las costas cántabras practicando surf. Ahora Shakira ha regresado al mismo lugar, la espectacular playa de Oyambre, en unas circunstancias muy diferentes, un mes después de anunciar la ruptura de su relación tras doce años juntos. La cantante ha querido iniciar las primeras vacaciones de su nueva vida en el lugar que ha considerado siempre su refugio, en la misma casa, rodeada de naturaleza y con sus pequeños, Milan, de nueve años, y Sasha, de siete. Tras haber pasado un fin de semana con su padre en Reino Unido —vieron entrenar a Rafa Nadal en Wimbledon y visitaron las instalaciones del Chelsea en Stamford Bridge— los niños viajaron con su madre a Santander, donde aterrizaron en un jet y, poco después, la artista surcaba las olas poniendo la mejor de sus sonrisas a los difíciles momentos que atraviesa.
La intérprete de Te felicito es una auténtica diva sobre el escenario y también sobre la tabla. Hace unos años estuvo practicando surf con sus hijos en un centro de entrenamiento de Aizarnazabal, Guipúzcoa. Según publicó El Diario Vasco, en aquel momento, Shakira había encontrado en esas instalaciones “su lugar ideal para surfear de forma privada, sin tener que depender del estado del mar y de las inclemencias meteorológicas”.
Dedicar tiempo a los niños es la prioridad de la artista y la razón también de que no publique música tan a menudo como antes. Y su bienestar es la principal preocupación de la expareja que, tras su mediática ruptura, se enfrenta ahora al desafío de rubricar el final de su historia de amor de la manera menos dañina para los pequeños . Según ha publicado estos días el diario La Vanguardia, ambos habrían contratado a dos reputados despachos legales de Barcelona con el fin de llegar a un acuerdo que de momento parecen no haber alcanzado.
Según se apunta, a Shakira le gustaría trasladarse a Miami , donde tiene una casa que, aunque estuvo en venta un tiempo, ya no lo está, y a cambio estaría dispuesta a un régimen de vistas muy amplio; pero el futbolista del Barça no estaría de acuerdo en que los niños vivan al otro lado del Atlántico y pierdan su arraigo a Barcelona y al entorno en el que han crecido.