Kiko Matamoros ha llegado a España tras ser el último expulsado de Supervivientes. Muy emocionado y con la seriedad que le caracteriza, el concursante ha abrazado a su novia, Marta López Álamo, que le estaba esperando con un gran ramo de flores y los minicruasanes que él había pedido desde palapa. Ambos han protagonizado un precioso momento y la influencer no ha dudado en confesar lo mucho que le ama y lo que le ha echado de menos todo este tiempo, donde ha sido criticada por la defensa que ha hecho de su novio en el concurso. "Llega lo que queda de mí, pero bien. Estoy contento y feliz, de verdad. Estoy satisfecho por trabajar aquí y volver a estar rodeado de gente maravillosa", ha dicho el colaborador televisivo, explicando que creía que ya había llegado su momento para dejar el reality porque ya no era capaz de dar más.
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Kiko Matamoros, en el centro de todas las miradas por su actitud y trampas en 'Supervivientes'
Convencido de que ya no podía aportar nada más en estas semanas, Kiko ha asegurado que no se merecía llegar a la final, aunque reconoce que ha sentido todo el apoyo y cariño del público que ha estado votándole durante varias semanas para que se salvase. Además, Matamoros tiene muy claro que quiere que gane "un superviviente" y no "ningúna folclórica". "Me gustaría que fuera Ignacio de Borbón y si no es él pues Marta Peñate", ha dicho tajante, bromeando además con que desde que ha salido del concurso no ha parado de comer. "La gente dice que les sienta mal y se pone mala, yo de momento estoy perfecto", ha dicho entre risas.
Lo más duro que ha vivido Kiko durante su estancia en Honduras fueron las primeras tres semanas, cuando los mosquitos le picaron por todo el cuerpo y le dejaron marcas que le dolieron durante días. "Fue horroroso. Lo pasé muy mal. Los picores por la noche hacían que te metieras en el agua para intentar relajarte", ha dicho el concursante, que ya expulsado ha podido verse frente al espejo y ver cómo ha cambiado su cuerpo al perder 20 kilos en Honduras. Pero no solo eso, el padre de Diego y Laura Matamoros ha dicho que una de las peores cosas que ha vivido en Supervivientes ha sido "como en la vida" llevarse decepciones. "Me he llevado dos muy gordas. Una con Nacho Palau, que aposté por conocerle y darle la oportunidad, y al final acabó escondiéndose. La otra fue con Mariana, que nos contó un cuento chino", ha explicado el colaborador de Sálvame.
Kiko Matamoros, el más 'odiado' entre sus compañeros pero el más salvado por el público
Además, Kiko ha sido muy duro hablando sobre Anabel Pantoja, a la que ha tachado de copiar el modelo de concurso que hizo Belén Esteban en GH VIP. "Se ha hecho de una banda armada que ataca a todos los que no comulgan con ellos. Son mayoría y te nominan hasta que te desgastan. Llevan todos a Anabel a la final, que es la única beneficiada de todo. Aplaudo su inteligencia porque ha hecho que el resto se quede por el camino", ha dicho Matamoros, insinuando que antes de tener una historia de amor con Yulen la sobrina de Isabel Pantoja lo intentó con Ignacio de Borbón.