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Hace exactamente treinta años, Barcelona se preparaba para acoger los Juegos Olímpicos , una cita que convirtió a la Ciudad Condal en el epicentro del mundo y atrajo a políticos, “royals” de todo el globo y, por supuesto, a los deportistas más destacados en sus respectivas disciplinas. Los reyes Juan Carlos y Sofía ejercieron de anfitriones, junto a otra pareja a la que, fuera de nuestras fronteras, también trataban como miembros de la realeza. Se trataba de Juan Antonio Samaranch, presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), y su mujer, María Teresa Salisachs, flamantes marqueses de Samaranch desde que solo un año antes, en 1991, el monarca reconociera con un título nobiliario la labor deportiva del también empresario. En aquellos días, ‘Bibis’ Salisachs , como era conocida, se terminó de convertir en un mito aspiracional. Fue entonces cuando adquirió un gran protagonismo debido a la mezcla perfecta de hospitalidad y buen gusto. Considerada la barcelonesa más universal y una de las mujeres más elegantes de España, deslumbró gracias al tándem creativo que formó con su buen amigo, Manuel Pertegaz, el gran genio de la costura español, quien la vistió en los momentos más importantes de su vida.
© PIETRO BIANCHITres décadas después de aquellos juegos y más de veinte después de su fallecimiento en el año 2000, el nombre de Bibis -según Tico Medina, ‘la mujer de los anillos’ o ‘el sexto aro’, en referencia a la bandera del COI-, vuelve a estar de actualidad. ¿La razón? La boda de su nieta Alessia , hija de Juan Antonio Samaranch Salisachs, hoy vicepresidente del COI, y Cristina Bigelli. La joven contrajo matrimonio el pasado sábado 25 de junio en la localidad suiza de Gstaad con su prometido, el financiero francés Hadrien Forterre, ante buenos amigos de la pareja como Teresa Sartorius, hija de la princesa Nora de Liechtenstein, o Gabriela Palatchi. De forma discreta, Alessia quiso rendir un sentido homenaje a su abuela con su vestido de novia, firmado por Jorge Vázquez. Curiosamente, el diseñador es también el actual director creativo de Pertegaz, la firma del modista del mismo nombre que encontró a su gran musa en Bibis y que este gallego ha devuelto al fulgor del pasado.
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© GettyImagesSe trataba de un vestido de alta costura confeccionado en chantilly bordado a mano con flores de organza de seda, con base de gazar de seda, con corte en cintura, mangas cortas y escote cuadrado. Con este diseño, Alessia se convirtió en una de las novias más aplaudidas en las redes sociales. De este modo, volvió a emular a su abuela. Bibis fue la verdadera influencer del siglo XX en una época en la que no existían redes y, sin duda, todo era más genuino. Al hilo de esta analogía con la generación millenial, cuenta la periodista Vis Molina en su exquisita biografía sobre la gran dama de sociedad que cada vez que lucía uno de los modelos del couturier aragonés, por ejemplo, durante sus posados para la revista ¡HOLA! en su domicilio de Barcelona, el patrón era rápidamente copiado. Bibis creaba tendencia.
Salisachs y Pertegaz se conocieron cuando, en 1955, la que se terminaría convirtiendo en una de mayores clientas se casó con Juan Antonio Samaranch. Para entonces, la joven María Teresa lució un diseño muy rompedor, compuesto por un “traje poco escotado, mangas de corte japonés, sin cuello, botones y el abrigo con cola y en la misma tela, un maravilloso matalassé en color marfil”. Hasta la fecha, nadie había lucido tal combinación para el día más importante de su vida. Desde entonces se puso de moda.
© PIETRO BIANCHI“Ella pasea por el mundo nuestro país y, perdonadme que sea egoísta, con su estilo, mi estilo”, dijo Pertegaz al recoger la Medalla de oro al Mérito Artístico, como también recoge Vis Molina. Desde entonces, forjaron una gran amistad y la vistió en los momentos claves de su fascinante trayectoria acompañando a su marido. Juan Antonio Samaranch fue una de las personalidades más importantes del siglo pasado. Además de presidente del COI, puesto en el que trató desde con el rey Juan Carlos al Papa Juan Pablo II, fue el primer embajador de España en la Unión Soviética desde 1936. Una época irrepetible que Alessia Samaranch ha rescatado en su boda de cuento en los Alpes suizos. Ojalá Bibis vuelva a estar de moda.
