El pasado sábado 25 de junio, la estación alpina de Gstaad (Suiza) fue el escenario de la fabulosa boda de Alessia Samaranch , nieta del histórico expresidente del Comité Olímpico Internacional, y Hadrien Forterre. La pareja formada por la ejecutiva española y el financiero francés se dio el ‘sí, quiero’ en la iglesia de St. Niklaus, ubicada en el centro de esta bucólica aldea, meca de la aristocracia internacional.
La novia, hija de Juan Antonio Samaranch Salisachs, banquero y vicepresidente del COI, y la empresaria italiana Cristina Bigelli, escogió para su gran día un vestido de alta costura confeccionado en chantilly bordado a mano con flores de organza de seda, diseñado por Jorge Vázquez .
El gallego es el director creativo de Pertegaz, firma del modista del mismo nombre que encontró a su gran musa en Bibis Salisachs, abuela paterna de Alessia y una de las mujeres más elegantes de nuestro país. La joven completó su Look nupcial con unos espectaculares pendientes de diamantes de Montse Esteve y un colorido ramo silvestre de Inés Urquijo. Para el pelo se decantó por un recogido con grandes lazadas, ejecutado por Ramón Ríos.
Tras la ceremonia, los trescientos invitados se desplazaron hasta el Club de Luge, un exclusivo centro privado de Gstaad. Allí, ante unas impresionantes vistas de los Alpes suizos, tuvo lugar un almuerzo servido por el catering Santi y organizado por Blu Signorini. Además de las respectivas familias de los contrayentes, entre los asistentes se encontraban algunas buenas amigas de la novia, como las hermanas italianas Puri-Negri, Gabriela Palatchi, Belén Ordovás o Teresa Sartorius, hija de Nora de Liechtenstein.