Hace justo un año, la influencer Teresa Andrés Gonzalvo recordaba a ¡HOLA! cuándo vio por primera vez a Ignacio Ayllón, ahora profesor de primaria. “Fue el 10 de octubre de 2010. En la Misa de Pascua, en una especie de convivencia. Yo estudiaba en los Agustinos de Valencia e Ignacio, en los de Alicante, porque él es de allí. Le vi porque yo estaba con su hermana”, nos contaba Teresa. “Luego, nos presentaron el día de mi Confirmación. Fue muy divertido, porque me preguntó si me acompañaba a casa. Yo le dije que no. ¡Me pareció muy descarado! Pero empezamos a hablar por teléfono, coger confianza… y quedamos el 7 de diciembre”, añadía.
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Después de once años y medio de noviazgo, Teresa e Ignacio sienten que es el momento de formalizar su compromiso de vida. El viernes 8 de julio, se casarán en El Puig, a las afueras de la Valencia natal de Teresa. Concretamente, en el Monasterio del Puig de Santa María, un edificio emblemático de la reconquista en el Levante. Originalmente, fue una iglesia que ordenó construir el Rey Jaime I de Aragón, llamado “El Conquistador”, en el siglo XIII, aunque se transformó en un monasterio tres siglos después. Ahora, este escenario histórico se prepara para acoger el día más feliz de Teresa e Ignacio, que compartirán con una larga lista de amigos influencers .
“Llevo soñando con mi vestido de novia, desde hacía muchísimo tiempo. Hay una inspiración en Lady Di, que me gusta mucho”
—Faltan menos de dos semanas. ¿Hay nervios?
TERESA.—Realmente, estoy superfeliz. No estoy nada nerviosa. Más bien estresada por pequeños detalles de última hora, pero estoy con muchísimas ganas de que llegue el momento. Ahora estamos con las flores. Nos encanta ver todo tipo de detalles. Hasta medimos los escalones de la iglesia (ríe).
IGNACIO.—Yo estoy un poco más nervioso. Pero lo llevamos bien.
—¿Qué os queda por organizar?
T.—Los anillos. ¡No los tenemos aún!
I.—Los autobuses y cosas de organización y logística. También me falta la última prueba del traje.
T.—A mí dos pruebas todavía. Los vestidos ya están prácticamente terminados, pero el equipo es superperfeccionista.
—¿Dónde tendrá lugar la ceremonia?
—En el Monasterio de El Puig de Santa María, cerca de Valencia. A nivel logística y de aparcamiento, reúne las condiciones. Además, es precioso y nos representa mucho a nosotros.
¡HOLA! va a retransmitir la ceremonia en directo: “Es una de las cosas que más ilusión me hace, el acercar a la gente todo lo que vamos a vivir”
—La gran sorpresa es que ¡HOLA! va a retransmitir vuestro enlace en directo.
—Es una de las cosas que más ilusión me hace, el poder acercar a la gente todo lo que vamos a vivir. No sabes la de personas que me han escrito porque querían estar presentes en nuestra boda. Gracias a ¡HOLA!, van a poder acercarse a ese momento tan especial para nosotros.
—¿Cuántos invitados habrá?
—Rondan los doscientos. Teníamos claro que queríamos una boda superíntima y sin ningún tipo de compromiso.
—¿Qué compañeras tuyas estarán?
—Mi amiguísima Marta Lozano, María Pombo, Marta Pombo, Dulceida, Fernández-Rubíes, Madame de Rosa… Todas.
Las claves de sus tres vestidos
—¿Quién ha diseñado el traje nupcial?
—Navascues. Voy a llevar tres. El principal es un vestido que llevo soñando con él desde hacía muchísimo tiempo. Hay una inspiración en Lady Di, que es alguien que me gusta mucho. Pero no en su traje de novia, sino en uno que ha llevado.
—Entonces, vas a ir muy princesa.
—No. Bueno, un poco. Es clásico y tiene un toque de mis raíces. ¡No digo más!
—¿Te has encargado de diseñarlo o de dar las directrices?
—Sí. Absolutamente. Bueno, los tres, que habrá uno corto y otro más atrevido. Lo tenía todo clarísimo. Soy de ideas fijas. Lo que más me preocupaba, antes de elegir el diseñador, es que fuera capaz de hacer realidad lo que yo tenía en mi mente. Y creo que lo hemos conseguido.
“Lo que más me preocupa de la boda es que Ignacio me diga que no —ríe—. Estoy superilusionada por la celebración, pero lo que más ilusión me hace es casarme con él”
—¿Cómo reaccionaste cuando te probaste el vestido por primera vez?
—Mi abuela, que estaba conmigo, me dijo: “Nena, pareces una virgen”. Tuve esa sensación de pureza… Me sentí muy especial. Me emocioné muchísimo y mi abuela se puso al llorar, así que emoción doble.
—¿Alguna amiga tuya ha visto el traje?
T.—Marta Lozano y mi socia. Pero, en general, todas se imaginan cómo voy a ir.
I.—Yo también me lo imagino. Tal cual.
T.—Una vez le pedí que dibujara cómo creía que iba a ir vestida… Y no se fue tanto.
I.—La conozco mejor que ella misma.
—Teresa, ¿llevarás algo prestado y azul?
—Azul, la cinta de la Virgen del Pilar. Soy supercreyente y, en mi casa, hay mucha devoción a esta virgen, como a la de los Desamparados, que es la patrona de Valencia. Y algo prestado, una joya de mi familia.
—¿Qué teméis que ocurra en el gran día?
T.—Lo que más me preocupa de la boda es que Ignacio me diga que no (ríe). Juro que estoy superilusionada por toda la celebración, porque va a ser un sueño, pero lo que más ilusión me hace es de casarme con él. Creo que eso es la importancia de lo que se celebra, el compromiso. Luego, temo que llueva o haga viento.
I.—Por si llueve, hemos buscado una alternativa que me encanta.
—Teresa, Marta Lozano dijo que habías sido la invitada más entregada de su boda y que no imaginaba cómo estarías en la tuya.
—¡Ay, Dios mío! Es que yo soy muy disfrutona. Me encanta bailar, cantar y saltar en cualquier tipo de canción. Estoy convencida de que no voy a defraudar en mi boda. Por favor, ¡cómo voy a ser menos!
La cita reunirá a las ‘influencers’ más seguidas de nuestro país, como María Pombo, Dulceida y su “amiguísima” Marta Lozano, quien también será testigo en la ceremonia
—¿Marta Lozano tendrá un papel especial en la ceremonia, como tú en la suya?
—Sí, va a ser testigo junto a Lorenzo [Remohi, su marido], al igual que Gotzon Mantuliz —influencer— y su mujer, Pati.
—¿Y tu hermano gemelo, Teresa?
T.—Toño será mi padrino, quien me lleve al altar. Es que mi hermano es la pieza fundamental de mi vida. Hemos estado juntos hasta que terminamos mi primera carrera, Enfermería. Es como el hombre de mi vida. Tenemos un vínculo tan especial…
I.—Casi más que yo (ríe). En mi caso, seré tradicional y la madrina será mi madre. En el momento que entre Teresa y la vea… Va a ser lo más especial de la boda, tanto para Teresa como para mí. Hace años y años que llevamos soñando este momento Creo que es lo más mágico que vamos a vivir.
—Estas últimas semanas, habéis acudido a muchas bodas: Marta Lozano, Lucía Pombo… ¿Estáis tomando o descartando ideas?
T.—Siempre hemos tenido superclaro nuestro concepto de boda. A nivel estético, no se va a parecer a ninguna de las que he visto. La nuestra será muy bucólica, con un punto decadente.
I.—Sí, porque nos gusta el estilo toscano.
—Teresa, ¿algún consejo de tus amigas?
—Marta Lozano nos ha dicho que disfrutemos del momento, porque todo pasa superrápido. También me dijo, supergraciosa, que me duche entre vestido y vestido, que te quedas nueva (ríe). Es un buen tip. ¡Y yo soy rápida!
—¿Con qué preparativo lo habéis disfrutado más y cuál es el que más os ha costado?
T.—El que más ha costado ha sido el coche.
I.—Había varias opciones en mente, pero Teresa las ha desechado porque no encajaba con su vestido. Luego, otras no había en España…
T.—Por cierto —dice dirigiéndose a su futuro marido—, ¿está cerrado el coche?
I.—Sí —le responde y continúa—. He disfrutado mucho con las flores. También las pruebas del vestido han sido muy bonitas, aunque no las hayamos vivido juntos.
T.—En las pruebas del vestido, siempre te acercas a la boda. Al final, genera más emoción.
—¿Ha habido discusión por los preparativos?
T.—Creo que sí. Sobre todo, al organizar las mesas con los invitados y encajarlos. “Esta persona, mejor con estos invitados”. Esas cosas que terminas diciendo: “Bueno, pues hazlo tú” —ríe—.
I.—Es más por los nervios y la tensión. Pero tampoco nada dramático.
Su amor, ‘una labor de cada día’
—¿Por qué estáis tan seguros de que queréis casaros el uno con el otro?
T.—Madre mía, ¡me voy a poner a llorar! En once años y medio, Ignacio me ha demostrado lealtad y respeto. ¡Me voy a poner a llorar! —Se le ponen los ojos vidriosos—. Él me quiere como soy. Es que nos llevamos tan bien… Tenemos tanta complicidad y tanta complementariedad… Nuestro amor es una labor de cada día.
I.—Siempre he tenido claro, desde que la conocí, que quería casarme con Teresa. Todo el mundo que la conoce sabe que es una mujer increíble. En mi día a día, me hace feliz, que es lo que todos buscamos. No creo que encuentre una persona que me haga más feliz que ella.
—Teresa, Marta Lozano ya ha vuelto de la luna de miel. Supongo que habrás podido verla.
—Sí, acabamos de trabajar en Ibiza. Es muy fuerte porque no la veía desde el día de su boda. Está muy contenta y feliz. Y yo más de verla así.
—Por cierto, ¿tenéis elegido el destino de vuestro viaje de novios?
T.—No está del todo cerrado. Una parte la ha elegido Ignacio. La mía es un poco más tranquila. Personalmente, me encantaría irme una semana a Formentera y, otras dos, a recorrer Italia en moto. Pero no hay forma de convencerle.
I.—Es algo que podemos hacer en cualquier momento. Ella ve muy idílico recorrer la Toscana y queda bien en las películas, pero estar todo el día en moto no es práctico.