Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa están tan unidos como siempre . Y, según puede confirmar ¡HOLA!, continúan viviendo juntos en su domicilio familiar.
La publicación este miércoles de unas imágenes en las que se puede ver al escritor entrando y saliendo de otra vivienda de la capital (que no es en la que reside junto a Isabel) ha dado pie a rumores que apuntan que la pareja ya no vive bajo el mismo techo. Pero nada más alejado de la realidad. ¡HOLA! se ha puesto en contacto con Isabel, y ha sido ella misma quien nos ha desmentido esta información. Entre ella y Mario no hay ningún tipo de distanciamiento, ni siquiera físico. Ambos siguen residiendo en su casa situada en la exclusiva urbanización de Puerta de Hierro, en Madrid.
Además, existen dos buenos motivos por los que el premio Nobel suele acercarse a esa otra vivienda en la que ha sido fotografiado: allí es donde guarda muchos de sus preciados libros, y donde sus hijos pasan algunas temporadas. Así que se trata de un piso que sirve como punto de encuentro a la familia Vargas Llosa en muchas ocasiones.
La última vez que pudimos ver a Isabel y Mario juntos fue hace tan sólo una semana, el pasado martes, 21 de junio, cuando acudieron a un evento muy importante para él en el Ateneo de Madrid, tal y como informamos en el último número de ¡HOLA! esta semana. Se trataba de la presentación de su último libro , La mirada quieta (de Pérez Galdós), un ensayo donde analiza las obras del conocido escritor.
Una vez más, Isabel decidió acompañar a su pareja en un nuevo plan literario, algo que es muy habitual desde que comenzaron su noviazgo hace siete años, porque si de algo no cabe duda es que es el mejor apoyo de Mario, y siempre está a su lado.
Estos días la familia Preysler se prepara para un día muy especial, que ya avanzó ¡HOLA!: el próximo nueve de julio Álvaro Castillejo Preysler, hijo de Beatriz Preysler, la recordada hermana de Isabel, dará el ‘sí, quiero’ a su novia Cristina Fernández. Y, en esta boda, Isabel jugará un papel muy destacado: será la madrina del esperado enlace. “Me hace mucha ilusión que mi tía sea mi madrina. Es la madre que me queda aquí”, nos contó, con emoción, el novio, que ya cuenta los días para celebrar su gran boda.