“Por supuesto que volvería a repetir la experiencia de Operación Triunfo. Una y mil veces. Luego la música es otra cosa, el mundo de la música no es un reality de televisión”. Hugo Salazar echa la vista atrás y rememora su paso por la Academia de Operación Triunfo. Fue en la segunda edición, en octubre de 2002, en la que quedó quinto finalista, después de Ainhoa Cantalapiedra, la vencedora, Manuel Carrasco, Beth y Miguel Nández, su mejor colega en el concurso. Nadie dijo que fuera a ser fácil, pero casi veinte años después, sigue dedicándose a la música aunque, asegura, “soy un luchador en esta profesión. No vengo de ninguna multinacional, no tengo el apoyo de ninguna cadena …las herramientas que tengo son menores, pero con mi compañía intentamos hacer lo que buenamente nos dejan”.
Ahora, Hugo lanza su nuevo single, Te odio, amor, tras dos años y medio de silencio debido a la pandemia. Un tiempo en el que ha compuesto sin descanso. Y también se ha dedicado a su otra profesión, la nutrición, un plan B que también es una pasión, como nos cuenta. A sus 44 años, padre de una niña de 7, el artista nos habla de música, familia y de cómo es su vida hoy.
- Te odio, amor. Parece bastante paradójico.
- Sí -ríe-. Es una incongruencia total. Yo en sí también lo soy. Si hablas conmigo cinco minutos te das cuenta de que quizá no soy lo que parezco, y esta frase de “te odio, amor”, va un poco por ahí, no es lo que parece. Realmente es “te quiero, amor” pero creo que hay una línea muy delgada entre tener sentimientos hacia una persona y que, digamos, estos se transformen momentáneamente en un “no te puedo ni ver”, siempre dicho desde un punto de vista metafórico, naturalmente. Al menos, así lo veo. Cuando tenía veinte años soñaba con relaciones idílicas y con el paso del tiempo te vas dando cuenta de que la realidad es otra, quizá más cruda…pero te digo una cosa, prefiero quedarme con esta realidad al cuento de hadas, me gusta más.
“En mi nueva canción, Te odio, amor, todo es autobiográfico. Escribo sobre lo que siento, vivo y experimento, sobre lo que me provoca alegría o me duele, y así lo intento plasmar”
- Hacía dos años y medio que no lanzabas ninguna canción. ¿Cómo nace esta?
- Con todo lo que ha ocurrido de la pandemia, hablé con mi discográfica y les dije que no tenía prisa si debíamos estar un tiempo en silencio por la situación que estábamos viviendo. Pero durante este tiempo he estado componiendo, al menos tengo treinta o cuarenta canciones; junto a subirme al escenario a dar conciertos, la carretera pura y dura, son los dos aspectos que más me gustan de mi trabajo. Con la discográfica elegimos diez canciones para un futuro disco, pero como single adelanto escogimos este Te odio, amor.
- ¿Qué tiene de autobiográfica Te odio, amor?
- ¡Todo! Soy muy malo escribiendo para otras personas, se me da fatal -ríe-. Yo escribo sobre lo que siento, vivo y experimento, sobre lo que me provoca alegría o me duele, y así lo intento plasmar. Sí, es cien por cien autobiográfica. No sé si será el tener ya una relación seria, de varios años, y una hija en común, el decir “mira, yo te quiero mucho…pero a veces…”. Yo lo pienso, aunque creo que en mi casa me matarían más a mí…Creo que el equilibrio es el estado idóneo, ni tan bonito, ni tan feo.
- Lo que está claro es que el amor hay que trabajarlo mucho.
- Por supuesto, y no descuidarlo. Eso está claro. Hay una película que parece absurda pero que tiene un trasfondo maravilloso Don Juan de Marco en la que Johnny Depp, que se cree don Juan Tenorio, le hace ver a Marlon Brando, el típico psiquiatra acomodado con mucho dinero, que el amor hay que cuidarlo, porque se marchita, caduca, se descuida y se olvida. Y así le lleva a vivir una segunda juventud con su mujer, que es Faye Dunaway. En mi canción digo “no quiero monotonía ni asuntos complejos”. Pues el amor, cuando se vuelve así, es un rollo. Por eso hay que cuidarlo. Y no es fácil, pero si lo haces, yo creo que se puede preservar durante mucho tiempo.
“Cuando tenía veinte años soñaba con relaciones idílicas y con el paso del tiempo te vas dando cuenta de que la realidad es otra, quizá más cruda...pero prefiero quedarme con esta realidad al cuento de hadas, me gusta más”
- ¿El amor te ha tratado bien en líneas generales?
- Muchísimo mejor que yo a él, sin duda. Puedo decir con la boca pequeña que quizá haya hecho sufrir más a otras personas que ellas a mí, si hablamos de autobiografía tengo que reconocer que es así, es la verdad.
- ¿Y te arrepientes o te ha resultado un aprendizaje?
- Aprendes, sí, pero me arrepiento porque con el paso del tiempo te das cuenta de que has hecho daño a personas que quizá no se lo merecían. Un daño, evidentemente, no consciente. Creo que me he entregado siempre al cien por cien y he sido siempre muy pasional, y lo soy todavía, pero sí es verdad que a lo mejor las personas que han estado en mi vida han salido más malparadas que yo. Yo también he salido malparado alguna vez, y te enseña; lo cierto es que esas cosas son lecciones de amor y vida.
“El amor me ha tratado muchísimo mejor que yo a él, sin duda. Me arrepiento porque con el paso del tiempo te das cuenta de que has hecho daño a personas que quizá no se lo merecían”
- ¿Cómo es tu vida hoy, Hugo?
- Muy equilibrada. Y con todas las incertidumbres de ser un padre temeroso, porque soy de esos padres que cuido mucho todo lo que rodea a mi hija, que tiene siete añitos. Nunca pensé que pudiera sentir algo como lo que siento siendo padre, es increíble, de verdad. ¡Soy un empalagoso que no hay quién me soporte! Y en mi casa bien, hay equilibrio. Me aguantan, como te he dicho antes. A nivel familiar, gracias a Dios, están todos bien de salud. Y laboralmente pues sabiendo las reglas del juego de este trabajo, que las sé desde hace ya muchos años, y siguiendo en la batalla, porque, al final, soy un luchador en esta profesión. No vengo de ninguna multinacional, no tengo el apoyo de ninguna cadena nacional…las herramientas que tengo son menores, pero con mi compañía, Sonogrand, que para mí es inmensa, intentamos hacer no lo que se puede, sino lo que buenamente nos dejan -ríe-.
- ¿Nunca te ha dado por tirar la toalla?
- No, nunca. Y no sé si porque errónea o sabiamente hace muchos años empecé a fraguar un plan B y, a día de hoy, lo tengo. Soy nutricionista, no estoy volcado al cien por cien, porque donde estoy volcado es en la música, pero evidentemente no deja de ser un plan B y te da un apoyo económico que nunca viene mal.
- ¿Y cuándo te forjas este plan B, al salir de Operación Triunfo?
- No, te cuento. Antes de entrar en OT yo tenía la matrícula hecha para entrar en la Universidad en una carrera de letras. Voy al tercer casting, en septiembre, y me encuentro con que entro en el programa, así que ya no fui. Y siempre he tenido esa espinita clavada a nivel personal. Sin ningún tipo de presión por parte de mi familia, pero mis hermanos estudiaron uno Relaciones Laborales y lleva muchos años dedicado a la banca, y el otro Filología Hispánica y es docente. No sé si yo mismo me creé la presión de formarme en algo. Y fíjate que todo empezó con el tema de la música y estar expuesto de manera tan intensa al ojo público. Yo empecé a cuidarme “quiero saber lo que como, quiero saber por qué esto se come y esto no…”. Y como estaba todo el día leyendo sobre esto, mi primera idea fue matricularme en la Universidad. Estaba ya en la treintena. Me preparé durante un año el curso de acceso a la Universidad y lo aprobé con buena nota, un 7,9. Pero con el tema de la música me dio un poco de miedo, pensé: “me gusta mucho la nutrición, pero, ¿y si me meto en la carrera y los cuatro años de grado se me hacen una montaña? Así que dije “voy a hacer el módulo, que son dos años, a ver qué tal me va”. Si veo que no me entusiasma, lo termino por tener algo académico en mi currículum.
- Y al final te gustó como preveías.
- Estuve estudiando el módulo de grado superior en dietética, lo terminé en 2016 y luego tuve un año puente, porque me equivoqué en la Universidad donde me matriculé, no porque fuera mala sino porque la logística no me convenía mucho. Había que ir a examinarse al quinto pino y era un rollo y entonces fue un año puente, pero al año siguiente ya me matriculé en la Universidad donde hice nutrición y claro, me convalidaron muchas asignaturas, y muy bien, muy contento con ese título. No me ha dado por hacer un máster porque realmente la música es lo que me quita la mayor parte del tiempo, pero tengo esa tranquilidad. Que a lo mejor no sirve para nada, el hecho de tener una carrera universitaria no te da ningún tipo de privilegio, pero a nivel cultural tener una carrera, permítemelo, me hace estar orgulloso de mí mismo.
- Y al mismo tiempo que sigues en la música también ejerces de nutricionista.
- Sí, tengo mis pacientes. Estoy con mi querida socia Raquel Urbano en Synergic Clínic, donde tengo una participación. Es una clínica deportiva, un centro multifuncional especializado en recuperaciones de lesiones, entrenamientos personales, fisioterapia, podología y yo llevo la parte de nutrición. Por el tema de fútbol, tengo un historial de lesiones bastante importantes. Me han operado cuatro veces, la segunda intervención que tuve fue por una triada de la rodilla derecha y me operaron hace diecisiete años los médicos del Betis. Hace como seis tuve una recaída y los médicos del Betis me dicen que no me preocupe, que no está partido pero que hay que fortalecerlo, y me ponen en contacto con una chica que entonces trabajaba en el equipo, ya no, y es una top, Raquel Urbano. Así nos conocimos y entablamos amistad. Paralelamente ella tenía su clínica privada y dijo que en la clínica no había área de nutrición, llegamos a un acuerdo por un porcentaje y la verdad es que estoy muy contento. En su campo es Champions League, nunca mejor dicho.
“Soy un luchador en esta profesión. No vengo de ninguna multinacional, no tengo el apoyo de ninguna cadena...las herramientas que tengo son menores, pero con mi compañía intentamos hacer lo que buenamente nos dejan”
- ¿Y tus pacientes qué te dicen cuando te reconocen?
- Pues imagínate- ríe-. Les extraña mucho. Hay algunos que tienen la prudencia de no decirme nada o al final de la consulta si sale algún tema y tal te dicen “sí, te he reconocido”. Y hay otros que la cara de asombro es…y te lo sueltan desde el principio. Es algo diferente a la música, pero…yo soy una persona muy inquieta, me gusta estar haciendo muchas cosas siempre. No puedo estar quieto en un sitio.
- Han pasado casi veinte años ¿Qué queda de aquel chaval de Operación Triunfo?
- Durante todo este tiempo he intentado evolucionar como profesional y como persona, obviamente, no sé si lo habré hecho bien. Pero desde luego yo noto que queda mucho de ese Hugo en tanto en cuanto me gusta hacer las mismas cosas que antes. Me gusta jugar mis partidos de fútbol, sigo viendo a los mismos amigos de siempre que son mis mejores amigos, sigo teniendo un fuerte vínculo con mi familia…con mi pareja y mi hija, evidentemente, pero con mis padres, mis hermanos, mis tíos y tías…intento mantenerlo. Eso no ha cambiado. No por el hecho de cambiar de profesión hace veinte años te van a cambiar los sentimientos, ni las costumbres. Y aunque viví una temporada fuera, tanto en Madrid como en Barcelona, he vuelto a Sevilla porque son mis raíces, es la ciudad que me ha visto nacer y crecer y aquí tengo mis costumbres.
- Físicamente casi no has cambiado, síntoma de que te cuidas mucho.
- En mi casa no se dice lo de en casa del herrero cuchara de palo -ríe-. Todos los conocimientos que tengo los intento aplicar a mí mismo, a nivel deportivo y a nivel nutricional. Sí que es verdad que el tema de las lesiones que te he comentado me ha lastrado mucho. He sido una persona que no ha tenido suerte con ese tema, he pasado por cuatro quirófanos ya, todo a nivel articular, pubis, rodilla, tobillo…pero bueno, intento mantenerme en forma. Mira, no sé si estaré bien para cuarenta y cuatro años, pero yo lo intento.
- ¿Sigues teniendo contacto con tus compañeros de edición?
- Con alguno que puedo coincidir de vez en cuando. Me llevo muy bien con Miguel Nández, que fue mi mejor colega en la academia, alguna vez hablo con alguno de ellos, con Cristie, con Ainhoa. Me enteré de que había fallecido desgraciadamente la madre de Mónica, de Nika, y evidentemente me puse en contacto con ella para darle el pésame y mandarle mucho cariño, pero ya te digo, con los que voy coincidiendo.
Con gente de OT1 me llevo muy bien. Con Manu Tenorio porque es mi paisano, con Alejandro Parreño, con el que comparto discográfica, con Rosita, con Vero …Ya sabes que ellas se llevan muy bien y estuvieron en Sevilla y las invité a las dos a hacer un entrenamiento en Synergic Clinic. Con Chenoa nos seguimos por redes sociales y me parece una tía maravillosa; con Mireia. También tenía relación con Álex Casademunt que también era de mi discográfica: Pero ya te digo, es cuando coincidimos. No tengo una relación con ellos, te mentiría si te dijera lo contrario.
- ¿Hoy por hoy piensas que la experiencia de OT valió la pena?
- Por supuesto, la volvería a repetir una y mil veces. Como experiencia fue algo maravilloso, y no creo que vaya a experimentar algo así en toda mi vida. Luego la música es otra cosa, el mundo de la música no es un reality de televisión, pero a la gente de Gestmusic y de Operación Triunfo que me dio esa oportunidad, y esto sí lo digo con la boca llena, les estaré eternamente agradecido por todo lo que hicieron por mí. Yo era la última persona que creía en mí mismo y ellos tuvieron el detallazo de creer en mí cuando yo no. Me lo pasé pipa en el concurso.
“Hay algunos pacientes que tienen la prudencia de no decirme nada o al final de la consulta si sale el tema te dicen que te han reconocido. Y hay otros que la cara de asombro es...y te lo sueltan desde el principio”
- ¿Y luego durante los años en el mundo de la música te han decepcionado cosas?
- Por supuesto, uno en el camino se va encontrando cosas que le aportan, que le suman, que le hace ver por qué vale la pena dedicarse a esto, pero otras que no.
- ¿Qué planes tienes para los próximos meses? ¿Volver a subirte al escenario?
- Por supuesto promocionar Te odio, amor, llevarla a cuantos más sitios mejor, y luego seguir haciendo canciones y conciertos, que tengo ya unos cuantos en verano y esperemos que se vaya llenando un poco mas el calendario en los meses venideros, para en otoño sacar otro single y volver a dar guerra con la música. De todas formas, yo soy de los que ni mira al pasado, ni a largo plazo, prefiero pensar en hoy, porque nunca se sabe lo que sucederá mañana.
- Bueno, y además estás ejerciendo también, estás trabajando al mismo tiempo.
- Sí, claro. Ahí andamos engañando a cualquier cadena (ríe) esto te lo digo de broma, bueno de broma no, es de verdad…porque últimamente estamos intentando hacer un programa hablando de nutrición, ahora que viene el verano, de pautas dietéticas de cara al verano, lo que hay que hacer los meses de calor… nada hija, no hay manera (ríe) me cago en la mar (ríe) pero bueno sí, claro, tengo mis pacientes. Te acabo de hablar que ayer mismo tuve una consulta con una paciente. La verdad que bien.