Ya era conocida en el mundo de la abogacía por su forma de trabajar, pero, tras el juicio por difamación entre Johnny Depp y Amber Heard, su nombre ha pasado de los pasillos de los tribunales a ser conocido en todo el mundo y convertirse en un auténtico fenómeno. Camille Vásquez ha sido la cara visible del equipo legal que ha representado al actor en el mediático juicio, digno de un guion de Hollywood, y quien ha llevado a la estrella de Piratas del Caribe a la victoria, ayudándolo a “devolverle la vida”, como él mismo expresaba.
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Y es que su impecable actuación en este largo proceso judicial, llevado a cabo en el tribunal de Fairfax (Virginia), le ha hecho ganarse el sobrenombre de “la reina del contrainterrogatorio” y convertirse en referente e inspiración para muchas mujeres. Nacida en San Francisco, de madre cubana y padre colombiano, la abogada, de treinta y siete años, es una gran amiga del actor, tanto que sus gestos de complicidad llegaron a malinterpretarse y muchos apuntaron a que podría haber surgido una nueva historia de amor de este juicio, rumores que se disiparon tras ser fotografiada con su pareja, un ejecutivo británico.
“Todavía me emociono al pensar que le he devuelto de nuevo su vida y que ha vuelto a sonreír como no lo había hecho en los últimos seis años», dice la abogada, a quien llaman ‘la reina del contrainterrogatorio”
Humilde, trabajadora y apasionada, Camille ha concedido una entrevista exclusiva a ¡HOLA! USA, donde nos cuenta su emocionante historia, cómo ha cambiado su vida tras esta histórica victoria judicial y cómo es ella una vez que cuelga la toga. En breve, volveremos a verla ante el juez defendiendo Depp de nuevo. El actor regresará a los tribunales para enfrentarse a una demanda por agresión interpuesta por Gregg Rocky Brooks, jefe de localización del filme City of lies, en el que ambos trabajaron.
—¿Qué tal estás llevando la fama?
—Bueno, gracias por preguntar. Ha sido una experiencia surrealista y, si soy sincera, un poco abrumadora. Es algo para lo que no estaba preparada, ya que yo solo estaba haciendo mi trabajo. Tenía la sensación de que, debido al cliente y la naturaleza del caso, se convertiría en algo más grande, pero la atención de los medios de comunicación en los abogados y personalmente en mí ha sido interesante.
“Mi hermana y yo estamos orgullosas de nuestros orígenes, pero también del hecho de ser estadounidenses. Nacimos en California las dos. Somos estadounidenses de primera generación”, dice Camille, primera abogada en su familia
—¿Cómo era tu vida antes de convertirte en ‘la reina del contrainterrogatorio’ y en una sensación viral?
—Llevaba una vida totalmente privada. Solo era una abogada trabajadora, que, afortunadamente, estaba rodeada por un equipo legal fantástico, en su mayoría menores de cuarenta años, lo que hizo que nos compenetráramos muy bien. Somos muy amigos y confiamos los unos en los otros y hasta, en ocasiones, nos desafiábamos. No tengo palabras para describir el fantástico grupo de abogados con el que he tenido el privilegio de trabajar. Mi vida era muy intensa, obviamente, pero también enfocada en el trabajo y en la gente con la que he trabajado codo con codo.
—¿Cómo te convertiste en parte del equipo legal de Johnny Depp?
—He trabajado para Johnny durante los últimos cuatro años y medio en todos los asuntos que ha manejado el bufete. Y, cuando presentamos este caso, creo que fue algo natural para mí asumir el papel principal. Yo era una de las pocas mujeres en el equipo inicialmente y tener experiencia en el tema de Johnny y conocer sus antecedentes, su historia y conocerlo a él daba sentido a mi papel en este caso. Ben (Benjamin Chew) y yo trabajamos en estrecha colaboración y, tras estudiar detenidamente el caso, comencé a contratar a diferentes personas en la empresa que pensé que podrían aportar una perspectiva diferente y otras habilidades. Tenemos algunos procuradores fantásticos y también algunos pensadores estratégicos. Así que acabamos formando un equipo mágico de abogados.
“Si pudiera ser una inspiración para otras mujeres jóvenes, especialmente mujeres hispanas y latinas, entonces todo mi trabajo valdría la pena”
—Johnny no estaba en el tribunal el día que se dictó el veredicto a su favor, ¿cómo te agradeció tu magnífico trabajo?
—El tribunal fue muy amable al brindarnos una sala de descanso, que usamos para el almuerzo y las reuniones. Le hicimos un FaceTime y se mostró aliviado, feliz y agradecido. Fue agradable verlo sonreír. Un amigo y compañero del equipo me dijo: “No he visto a Johnny sonreír así en seis años”. Y era verdad. Ha logrado recuperar una parte de él que había perdido. Johnny pudo contar su historia y quedó infinitamente agradecido. Estaba conmovido, todos lo estábamos. Todavía me emociono un poco al pensar que le he devuelto de nuevo su vida.
—En televisión vimos a todo el equipo superemocionado y abrazándose después del veredicto. Cuando llegaste a casa, ¿quién fue la primera persona a la que llamaste?
—Llamé a mis padres de camino al hotel. También hablé con mi hermana, mi cuñado y su bebé. Ella me dijo: “Bravo, tía”, e incluso hizo una camiseta a mi sobrino en la que se podía leer: “Camille es mi abogada”. Mi novio estaba conmigo.
Una partida de monopoly
—¿Puedes contarnos alguna anécdota sobre el juicio? ¿Cómo os manteníais entretenidos cuando no había declaraciones?
—Cuando recibimos la notificación de que se leería el veredicto, estábamos echando una intensa partida de Monopoly. Y a pesar de lo apasionante que estaba siendo, rápidamente gastamos todo nuestro dinero. Después, decidimos organizar una pequeña fiesta para relajarnos y quitarnos los nervios bailando. Una vez conocido el veredicto y tras hablar con Johnny, Ben y yo decidimos hacer una comparecencia pública, pero, cuando cogimos el ascensor, este se quedó parado, aunque afortunadamente pudieron sacarnos pronto de allí para anunciar las buenas noticias. Fue un día que nunca olvidaré.
—Gracias a tu defensa en el caso de Johnny Depp, el bufete de abogados Brown Rudnick, en el que actualmente trabajas, te ha elegido nueva socia. ¿Qué crees que ha visto en ti el director general de la empresa?
—¡Sí! Estoy muy agradecida al bufete por este ascenso. Estoy muy feliz de que hayan visto mi dedicación al trabajo, a mis clientes y al equipo. Esto no es algo que cualquiera pueda hacer solo y, por ello, no puedo dejar de reconocer el desempeño y la dedicación del resto del equipo. Trabajamos perfectamente juntos. No creo que quieran romper el equipo, creo que quieren mantenernos unidos y eso es muy importante para mí, ya que trabajo con personas que no solo respeto, sino que también admiro.
—En dos mil diez, te graduaste en la facultad de Derecho cum laude. ¿Qué te han dicho tus padres sobre este nuevo éxito de tu carrera?
—Acabo de hablar por teléfono con mi madre y le he tenido que decir varias veces: “Mamá, por favor, deja de llorar”. Tanto mi madre como mi padre están abrumados por la emoción y la felicidad. Los dos tuvieron que abandonar sus países —mi mamá es cubana y mi padre es colombiano— para darnos a mi hermana y a mí la oportunidad de una vida mejor. Siempre suelen decir: “No os vamos a dejar mucho, pero os dejamos con educación. Y eso es algo que nadie os puede quitar”. Creo que nunca quisieron que tuviéramos que depender de nadie y eso es un verdadero regalo para mi hermana y para mí. Creo que hicieron un buen trabajo. Mi hermana es doctora y yo abogada, así que les estaré eternamente agradecida. Son los mejores padres que cualquiera podría pedir.
—¿Eres la primera abogada de tu familia?
—Sí.
“He trabajado para Johnny (Depp) durante los últimos cuatro años y medio en todos los asuntos que ha manejado el bufete. Cuando presentamos este caso, creo que fue algo natural para mí asumir el papel principal”
—¿Cuáles son las lecciones más importantes que has aprendido de tus padres?
—Ser humilde y estar muy agradecida por todos los sacrificios que han hecho. Creo que trabajar duro es algo que nos inculcaron a las dos. Siempre habrá personas y fuerzas que se pongan en tu contra por tu apellido, por tu apariencia, etcétera. Para ellos, era fundamental que aprendiéramos a hablar inglés. Mi hermana y yo nos sentimos orgullosas de nuestros orígenes, pero también del hecho de ser estadounidenses. Nacimos en California las dos, yo en el norte y mi hermana en Los Ángeles. Somos estadounidenses de primera generación.
—Crecer rodeada de la cultura latina te ha permitido experimentar de primera mano por qué la comida hispana se encuentra entre las más sabrosas y diversas del mundo. En tu caso, ¿qué prefieres, comida colombiana o cubana?
—¡Me encanta la comida cubana! ¡El mojo está muy rico!
—¿Cocinas?
—Puedo hacer algunos platos cubanos. Puedo hacer picadillo, ropa vieja. Pero ¿sabes qué? Hay ingredientes muy similares en la comida cubana y en la colombiana. Me encantan las dos.
—¿Y hablas español con fluidez?
—Claro. Es mi primer idioma.
—¿Tienes algún talento oculto?
—Me gusta cantar, aunque no es algo que haga habitualmente. Quizá, si rebuscamos en mi casa, podemos encontrar algunos vídeos. Fui a clases de teatro musical cuando era pequeña y tengo una historia muy divertida que contar. Mi padre trabajó para los hoteles Hilton toda su vida y nosotros vivíamos en Anaheim Hilton Towers, en cuyo interior había un restaurante italiano donde los fines de semana cantaba un dúo (Jerry y Victoria) al piano. Como eran amigos de mis padres, a mí me dejaban cantar y siempre interpretaba el Parte de tu mundo, de La sirenita, sentada en el regazo de alguno de ellos dos.
“Convertirme en el centro de atención ha sido una experiencia surrealista y un poco abrumadora”
—¿Y qué te gusta hacer en tu tiempo libre?
—Me encanta viajar. Me encanta comer en diferentes restaurantes, probar diferentes gastronomías y pasar tiempo con mis seres queridos. Nada me hace más feliz que estar con mi familia o amigos disfrutando de una buena comida y una copa de vino. Me encanta organizar cenas y estar rodeada de gente. Soy muy sociable, creo que ese es, probablemente, mi lado hispano. Aunque también soy muy hogareña y disfruto estando en casa rodeada de las personas que quiero.
—Eres el ejemplo perfecto de que el trabajo duro y la disciplina dan sus frutos. Para muchos, eres un modelo a seguir y un símbolo de empoderamiento. ¿Qué te gustaría que la gente aprendiera de ti?
—Que aprendieran a seguir sus sueños y a comprometerse con ellos. Mi objetivo siempre fue ser abogada, creo que nací para ser defensora. Me han dicho que hablo mucho desde que era una niña, y es que, cuando algo me apasiona, me lo tomo muy en serio. Como he dicho anteriormente, se trata de perseguir lo que quieres, apegarte a tus instintos, tener confianza y hacer lo correcto. Si pudiera ser una inspiración para otras mujeres jóvenes, especialmente mujeres hispanas y latinas, entonces, todo valdría la pena. Al final del día, eso es lo importante.