,type=downsize)
Una de las bodas más impresionantes del mundo del fútbol que ha tenido lugar en lo que llevamos este mes de junio ha sido la de Sergio Rico -guardameta del Paris Saint-Germain- con la modelo e influencer Alba Silva. Se casaron en Sevilla el pasado sábado 11 de junio y lo celebraron con una gran fiesta con la que transformaron la capital hispalense en Ibiza, con un gran espectáculo y muchas actuaciones en directo. Desde ¡HOLA! hemos podido conocer los detalles más sorprendentes de la organización de la celebración y, además, los novios han compartido con nosotros imágenes inéditas de su enlace.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Sergio y Alba -que se encuentran disfrutando de una luna de miel en Bali, Singapur y Maldivas- empezaron a preparar su gran día en 2019 con Weddings With Love, las wedding planners que se han encargado de todo. Como le ha ocurrido a la mayoría de las parejas, la pandemia trastocó sus planes, pero ahora por fin han podido cumplir su sueño. Se dieron el ‘sí, quiero’ en la parroquia de Santa Ana, en Triana, donde la novia iba desde pequeña con su padre, y después, lo celebraron en el Cortijo La Caprichosa (Gerena), cuyo edificio es obra del arquitecto Aníbal González, dónde montaron un gran escenario para todas las sorpresas y actuaciones que tenían preparadas. Una semana de trabajo, con jornadas de más de doce horas, con un equipo de más de sesenta personas fue lo que se necesitó para hacer todo lo que tenían en mente y después, tardaron cinco días en desmontarlo todo.
Toda la decoración tuvo el color lila como protagonista y contó con flores en malva, blanco y beige. Además del aroma de las flores, por todo el evento había velas y mikados con un perfume creado para la boda a medida de los novios, un olor fresco y veraniego que les recordaba a la isla pitiusa, lugar en el que se conocieron y Sergio pidió la matrimonio a Alba.
No faltaron los detalles en cada rincón. Durante el cóctel, los invitados pudieron inmortalizar el momento en dos divertidos photocalls, uno de ellos era una bañera rosa repleta de flores y también llamó la atención el seating plan , diseñado a base de prismas blancos, donde se dispusieron vasos de cristal y bambú personalizados con los nombres de los invitados, indicando su mesa en la cena.
Una carpa única, rincón sos, estación de maquillaje y 300 cocos
Para pasar al cóctel, levantaron un gran pasillo de luces LED y a continuación, un camino de velas que los llevaba hacia la enorme carpa transparente donde tuvo lugar la cena, alrededor de la cual colocaron cincuenta máquinas de fuego frío, un tipo de pirotecnia que se utiliza para interiores. En el techo crearon un cielo estrellado con pequeñas luces, todo creado por Inoteck. Durante la cena, hubo varias actuaciones obra por el director artístico y creativo Marcel Bosch, inspirados en la discoteca Lío de Ibiza, con malabaristas, bailarines…
Para la fiesta cubrieron la piscina del cortijo -de cuatrocientos metros cuadrados- con metacrilato que se iluminaba en el interior y se utilizó como pista de baile. Encima, colocaron un chandelier de cinco metros de altura, con efectos especiales, de Madrix Led. Además, contaron con un Rincón SOS, con dos enfermeras para atender a los invitados en caso de que fuera necesario, y un Glow Station, un rincón de maquillaje tipo Coachella, a cargo de la maquilladora Carmen Prieto.
El escenario fue decorado con vinilos con el logo de la pareja y por él pasaron muchos artistas como Carlos Baute, Rocío Silva (hermana de la novia), Mimi (de La Voz) el Dj Dani Moreno (El Gallo de Los 40 principales) como DJ), Los Mickis y durante el cóctel también actuó Manuel Cortés, hijo de Chiquetete.
El chef Antonio Bort fue el encargado de elaborar un menú al gusto de los novios. El cóctel, además de contar con dieciséis aperitivos, tuvo un showcooking de ostras, una estación de sushi en directo, otra de atún, cortadores de jamón, un rincón con quesos del mundo y un espacio de Moët Chandon.
Mientras que la cena comenzó con una mariscada presentada en cajas de metacrilato, seguida de un cóctel de daiquiri de mango presentado en un coco (se vaciaron 300 cocos, para lo que emplearon unas cinco horas) y vela comestible de jamón y tomate seco. El plato principal fue solomillo Rossini con colmenillas a la crema y foie; y los postres fueron torrija (llamada Un Domingo de Ramos y Campana) y tarta de queso con salsa de chocolate blanco.
Ya bien entrada la noche, se sirvió una recena con sabor italiano. Express vip pizzas dio un servicio de pizzas en directo con una receta patentada napolitana.
Todo fue cuidado hasta el más mínimo detalle para crear un escenario único, donde los novios vivieron uno de los días más importantes de sus vidas y donde Alba se convirtió en el centro de todas las miradas con dos fabulosos vestidos de novia del diseñador Rubén Hernández, en los que estuvo trabajando tres años. Un primer diseño de corte princesa que llevó con una tiara de Marucca y un segundo vestido para la fiesta, semitransparente con pedrería. Para este segundo “look”, fue maquillada y peinada por Víctor del Valle.