Dos semanas después del fallecimiento de Conchita Spínola, sus seres queridos han celebrado una misa funeral en su memoria. La liturgia ha tenido lugar la tarde de este martes 21 de junio en la iglesia de los Jerónimos Madrid, ciudad en la que tenía fijada su residencia junto a Miguel Baéz y Espuny, a quien despidieron tan solo quince días antes que a su gran amor. Entre las primeras personas a las que hemos visto llegando a la iglesia están su hijo, Miguel Báez 'El Litri' en compañía de su esposa, Casilda Ybarra de Fontcuberta, con la que se casó y mayo y junto a la que estaba de luna de miel en Italia cuando fallecieron sus progenitores. De riguroso luto y con semblante serio, el diestro ha llegado junto a la aristócrata sevillana, que se ha convertido en su gran apoyo en esta dura etapa en la que ha perdido a dos personas fundamentales.
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Los seres queridos de Conchita Spínola, entre lo que hemos visto también a sus hijas, Rocío, Miriam, han contado en el funeral con el apoyo de muchos amigos como la escritora Carmen Posadas, los hermanos Eugenia y Fernanado Martínez de Irujo, Cristina Yanes, Patricia Rato, Adolfo Suáez Yllana o el cardenal Carlos Osoro, quien ha oficiado la misa junto al sacerdote José Luis Bravo. No se descarta que, además de la de los Jerónimos, se celebren otras homilías en Sevilla y Huelva, donde está enterrado 'El Litri', concretamente en el cementerio de La Soledad. Cabe recordar que el diestro, que se cortó la coleta en 1987 y a la vez dio la alternativa a su primogénito, era hijo adoptivo de la ciudad.
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Los Baéz Spínola ya recibieron las condolencias de numerosas personas de su entorno durante la capilla ardiente de Conchita Spínola, que se instaló en el madrileño Tanatorio de San Isidro. Manuel Díaz 'el Cordobés', Simoneta Gómez- Acebo, Patricia Rato, Vicky Martín Berrocal, Javier Conde, Óscar Higares, Rosauro Varo, Narcís Rebollo o Eugenia Martínez de Irujo acudieron a mostrar sus condolencias a la familia. La duquesa de Montoro, gran amiga de la familia desde hace décadas, calificó como una tragedia esta dolorosa pérdida, causada por un infarto que sufrió mientras dormía. Tal y como indicaba su hermana Mayte, con la que estuvo horas antes de fallecer, " Conchita no pudo resistir el dolor de la pérdida de Miguel. Le dedicó su vida entera desde los 18 años".
Para darle el último adiós ya solo los más allegados se trasladaron a Azuaga, en cuyo cementerio municipal descansan también los restos del padre de Conchita, Máximo Spínola y Cárdenas, fallecido en 1980. Fue el párroco de la localidad extremeña el que ofició una misa en la que tomaron la palabra tanto su hijo Miguel como la hija de este, Olimpia, nacida de su anterior matrimonio con Carolina Herrera. El homenaje que hizo a su abuela fue muy emotivo y emocionó a todos los allí presentes definiéndola como una segunda madre, una amiga y una abuela ejemplar además de una mujer protectora y el escudo de la familia. Durante su intervención prometió que toda la familia honraría a partir de ahora su recuerdo.