No es ningún secreto que la industria del cine y la televisión ha sido siempre muy exigente con la imagen de sus actores, y desde fuera no es raro que se aplaudan cambios de imagen extremos como los de Christian Bale en Vice o Jared Leto en Dallas Buyers Club. Sin embargo, se tratan de una metodología peligrosa, sobre todo si no se hace con la ayuda de todo tipo de expertos (no solo de nutrición, sino también psicólogos), y Alyson Stoner lo sabe de primera mano. La actriz de Doce en casa o Camp Rock ha crecido yendo a castings, pero hubo uno en particular que terminó por colmar el vaso de un problema de salud serio: un trastorno de conducta alimentaria.
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Acababa de estrenarse Camp Rock 2 y Alyson estaba buscando su siguiente proyecto cuando se enteró de que estaban preparando el rodaje de la primera película de Los juegos del hambre, una saga de libros escritos por Suzanne Collins. Así que decidió presentarse para interpretar a la protagonista, Katniss Everdeen, para lo que comenzó un duro régimen de dietas y ejercicios con el que intentaba dar vida a la joven del distrito 12 que se ve forzada a luchar por su vida. "Estaba tan comprometida al proceso de audiciones que me sometí a un entrenamiento físico muy intenso y estaba comiendo de manera muy restrictiva", ha explicado la actriz, que tenía entonces 18 años recién cumplidos y había crecido en la industria.
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"Se me estaba empezando a caer el pelo, tenía la piel cetrina y estaba por debajo del peso que me correspondía por mi tamaño. Me sentía obsesionada con la alimentación y el ejercicio, necesitaba ayuda. Así que yo misma me metí en un programa de rehabilitación", ha desvelado Alyson durante una conversación con Access Hollywood. Una vez en la clínica se encontró que algunas de sus películas estaban disponibles para los pacientes, lo que le puso en una situación incómoda. "Normalmente soy el entretenimiento pero en ese momento necesitaba privacidad y ser auténtica", ha compartido. "Soy muy afortunada que tuve acceso a la ayuda que necesitaba, no es el caso de todo el mundo", ha añadido.
No es la primera vez que Alyson habla sobre cómo haber crecido con tal exposición pública le causó varios problemas con su salud mental. "Experimenté en primera persona el recorrido de niña a desastre. Es un sistema abusivo que funciona desde hace mucho y que domina el entretenimiento, los medios y la cultura. Permite que los niños artistas sufran violencia, abusos y falta de cuidados con pocas consecuencias para los que lo perpetúan", aseguró recientemente a sus seguidores.
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La actriz comenzó su carrera como bailarina en varios videoclips, participó en la saga Doce en casa y en Step Up antes de fichar por Hotel dulce hotel y tener su propia película en Alice, estrella del pop. Participó después en las dos películas de Camp Rock y le puso voz a Isabella en la popular Phinneas y Ferb. Llegó a sacar su propia música, que a lo que se ha dedicado sobre todo en los últimos años cuando no está doblando a personajes como Barbara Gordon de La joven Liga de la Justicia o manteniendo al día a su más de un millón de seguidores. También ha fundado una compañía que ofrece herramientas para ayudar a la salud mental y ha publicado un libro, Mind Body Movement, una guia de 7 pasos para sanar cuerpo y mente.