Ha sido la tercera gran celebración del año en la familia de Carlo Ancelotti, pero, sin lugar a duda, la más importante y esperada. Semanas después de festejar el título de Liga y de Champions del Real Madrid, llegaba la boda de su hijo, Davide —su mano derecha y segundo entrenador del equipo blanco—, que ha dado el ‘sí, quiero’ a la actriz y pintora Ana Galocha, con quien lleva ocho años de relación y tiene dos hijos, Luca y Leo, de tres años.
Por fin llegó su día, después de haberlo tenido que posponer por la pandemia, y no podían ocultar su emoción al convertirse en marido y mujer . “Todos los títulos ganados son muy importantes, por el esfuerzo, sacrificio e ilusión que hay detrás. Nuestra boda digamos que es la guinda del pastel a un año cargado de emociones maravillosas”, nos contaba Ana.
La ceremonia civil tuvo lugar el viernes 10 de junio en la Hacienda Molinillos, en la localidad sevillana de Mairena del Alcor -tierra natal de la novia-, y fue oficiada por la periodista y amiga de la pareja Andrea Sánchez.
Davide llegó del brazo de su madrina, que fue su hermana, Katia, y, después, lo hizo Ana a bordo de un clásico descapotable - un Ford Thunderbird, con su padre, Diego Galocha, momento en el que se desveló el secreto mejor guardado: su vestido. Era un elaborado diseño de la firma Yolancris, confeccionado con guipur, de manga larga y con aperturas laterales, que combinó con sandalias de Jimmy Choo y joyas personalizadas del taller artesanal Marucca, unos pendientes macizos de plata de ley con diseño de cruz invertida, envejecidos de forma artesanal y rellenos de cristal de Swarovski. Su ramo era en tonos beige, obra de la florista Virginia González.
En la ceremonia, en la que contaron con la música del cantante Carlos Torres junto a la prima de la novia, Eli, que es violinista; sus hijos tuvieron un importante papel, ya que se encargaron de llevar los anillos. Todo fue una sorpresa para ellos, ya que de los detalles de la ceremonia se encargaron su familia y amigos.
Ya convertidos en marido y mujer, dio comienzo la celebración en la misma finca —decorada por Weddings With Love, con quienes empezaron a planear el enlace hace tres años—, con un cóctel y una cena elaborados por el catering del chef Dani García. Buscaban un estilo mediterráneo, todo en tonos beiges, tostados, blancos, con alfombras de yute. La iluminación también formó parte de la decoración. Presente desde el cóctel hasta la fiesta. En la cena, hicieron un espectacular montaje de lámparas, de la mano de Ludisound. En cuanto al menú, fue diseñado por el catering del chef Dani García.
A los novios les encanta la música y contaron con varias actuaciones en directo, como la de los franceses The Strikes, el cantante Moisés Losada y la banda Les Castizos, y, además, hubo un espectáculo flamenco de Andrés Ramirez y Andrea Contos y disfrutaron de la magia del ilusionista Toni Bright. También trajeron a cuatro DJ’s: la italianas Giolì & Assia; Tony Correa y Jacobo Ostos.
No solo hubo guiños a Sevilla, también a Italia, país del novio, con un perfume inspirado en Parma, su ciudad, - Blu Mediterraneo Fico di Amalfi de Acqua di Parma-, con el que obsequiaron a sus invitados. Como detalle para su familia y amigos también diseñaron unos platos de pan hechos a mano en cerámica, con la inicial de cada invitado.
Durante la fiesta, la novia sorprendió con un segundo vestido muy original, un diseño de corte mini con malla de cristales, todo cosido a mano, con botones joya de cristal, diseñado especialmente para ella por Johanna Calderón. Primero lo llevó con sandalias de Jimmy Choo y después, con botas planas de la misma firma para poder bailar cómodamente. Y así, bailando y celebrando el amor con sus seres queridos, cumplieron su sueño bajo el cielo de Sevilla.