Khalidia El Assir, la hija de la ‘socialité’ María Fernández Longoria y el empresario libanés Abdul Rahman El Assir, es un misterio para los periodistas de sociedad. Todos la quieren entrevistar, pero ella, salvo en una ocasión, nunca concede declaraciones. Es precisamente su ostracismo lo que ha levantado en torno a la segunda de los tres hijos del matrimonio que reinó en los cenáculos del poder en los años ochenta una especie de incomprensible leyenda: nadie la conoce, pero todo el mundo la adora. ¿Las razones? Entre muchas más, su belleza felina, sus amigos conocidos como ‘Bame’ Fierro o Tamara Falcó, una vida cosmopolita que transcurre entre Gstaad, Londres, Sotogrande y Mustique y, en especial, la relación con su enigmático padre.
El Assir, casado en primeras nupcias con Samira Khashoggi, quien más tarde se convirtió en la madre de Dodi Al Fayed, era el hombre en España de su entonces cuñado, el magnate libanés Adnan Khashoggi, y buen amigo del rey Juan Carlos. Hace más de treinta años, conoció en nuestro país a María Fernández Longoria, hija del que fuera embajador de España en El Cairo, Carlos Fernández Longoria de Pavía, y se casó con ella. Desde entonces, sus negocios y, a su vez, una vida misteriosa al margen de la prensa, lo han convertido en uno de los personajes más buscados, incluso hoy en día. Pero, al igual que su hija, El Assir siempre huye de la prensa. En cambio, el pasado sábado cuatro de junio, Khali no lo pudo evitar.
Ese día, la joven fue una de las invitadas que acaparó los flashes en la boda de Clara Andrada-Vanderwilde con Antonio Sainz Suelves, celebrada en la localidad sevillana de Marchena. Khali, como es conocida, acudió con su pareja, Juan José Franco. Este empresario, fundador de Hunster, una empresa dedicada a la cacerías, es hijo de Fracis Franco, nieto del que fuera Jefe del Estado, y María Suelves y, por tanto, primo del novio. Era la primera imagen de la pareja, que sale desde hace cerca de cinco años. De hecho, hace un tiempo trascendió que podrían celebrar en breve una boda que, de suceder, tendría lugar en el castillo medieval de la familia Suelves en Altafulla (Gerona), que hoy pertenece a la abuela de Juan José, Victoria Eugenia Figueroa y Borbón, prima del rey Juan Carlos y marquesa viuda de Tamarit. De momento, el enlace no se ha producido.
La experta en el mercado inmobiliario de lujo -se ha hecho cargo de la venta del residencial del exclusivo Hotel Fours Seasons de Madrid- fue una de las más elegantes con un vestido azul y un llamativo tocado de flores, que reforzaba sus rasgos exóticos. Ese fue su debut como nuevo miembro de la familia Suelves, ya que no existía ninguna de imagen de ella asistiendo previamente a algún acontecimiento familiar de esta conocida saga de aristócratas, donde destaca la empresaria y modelo Blanca Suelves, recientemente separada de Ioannes Osorio, duque de Alburquerque.
Antes de conocer al bisnieto de Franco, Khali salió con el músico Anthony Souza, hijo de Carlos Souza, histórico relaciones públicas de Valentino, y de la ‘socialité’ brasileña Charlene Shorto, hermana de Denise Shorto, la que fuera cuarta mujer del barón Heini Thyssen. Junto a Souza surcó los mares en verano en el TM Blue, el barco del diseñador Valentino, donde coincidió con otros amigos de la leyenda de la costura, como las españolas Naty Abascal o Rosario Nadal. Las vinculaciones de la familia El Assir con el poder no se quedan ahí.
Cuando en 2011, Bill Clinton, el ex presidente de Estados Unidos, visitó España, El Assir ejerció de embajador para toda la familia. Por su parte, Khalidia, que estudió en el American School de Madrid, es muy amiga, como ya hemos dicho de Tamara Falcó, ya que han sido vecinas desde siempre en la urbanización madrileña de Puerta de Hierro. Su hermana mayor Alia se casó en 2016 con el abogado Hugo Linares Espinós y su hermano pequeño, Adil, mantuvo una relación con Mencía Fitz-James, hija de Isabel Sartorius y Javier Fitz-James Stuart Soto. Por esas razones y muchas más, Khali fue la invitada más sensacional en la boda de la familia Suelves.