Ante la inmensidad azul de la Costa Amalfitana (Italia) y a bordo de un lujoso yate. Este escenario propio de la dolce vita fue el elegido por Thibaut Courtois, portero y ‘héroe’ del Real Madrid, para celebrar su otro gran triunfo tras la Champions: la pedida de mano a su novia, la modelo israelí Mishel Gerzig , quien hace escasos días cumplió veinticinco años. Poco después de convertirse en campeón de Europa, el guardameta belga puso rumbo a Positano, meca de la aristocracia internacional, para disfrutar de unos días de vacaciones. Un excepcional destino al que viajó para declararse a su pareja. ¡HOLA! fue testigo de excepción del momento, tal y como demuestran las exclusivas imágenes.
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La romántica pedida tuvo lugar en la proa de un barco fondeado en alta mar. Él, con pantalón marrón y camisa blanca, se arrodilló ante ella, con un ajustado vestido de color champán, y le entregó un impresionante anillo. Fue toda una sorpresa para la joven, que no pudo contener la emoción y se puso a llorar, como ya hizo, el pasado 28 de mayo, al ver a su novio proclamarse campeón de Europa, en el estadio parisiense de Saint-Denis. Su respuesta fue un rotundo ‘sí’, a tenor del brindis, los besos y abrazos que se prodigaron después. Dos miembros de la tripulación del yate actuaron de improvisados fotógrafos.
El portero es padre de dos hijos, Adriana, de siete años, y Nicolás, de cinco, fruto de su relación con la tinerfeña Marta Domínguez, y cuenta con un nutrido pasado sentimental, donde, entre otras mujeres, figura Alba Carrillo. Sin embargo, junto a esta influencer de ojos azules y rostro angelical, que cuenta con más de quinientos mil seguidores en las redes, parece haber encontrado la tranquilidad. “Es la mujer de mi vida”, ha confesado.
Thibaut y Mishel oficializaron su relación en julio de 2021, tras conocerse en Instagram. Todo comenzó gracias a una imagen que ella publicó de su perro ‘Mylo’ en la conocida plataforma. Él reaccionó al escribir: ‘Cutie’ (‘Qué mono’). Y comenzaron a hablar. El resto es historia. “Es muy inteligente. Habla siete idiomas y ahora aprende hebreo. Además, es agradable y paciente a niveles increíbles”, ha dicho ella cuando le han preguntado qué es lo que más le gusta del belga.
Thibaut Courtois es un apasionado de Israel y ya está aprendiendo las tradiciones del país de su futura mujer. De hecho, según ha contado ella, practican juntos el kidush, una bendición que se recita sobre el vino durante las festividades judías. A su vez, ha realizado una donación a una asociación israelí que ayuda a realizar reparaciones en casas de los supervivientes del Holocausto.
Hija de un taxista y una agente de viajes, Mishel comenzó a trabajar como modelo a los trece años. A los dieciocho, decidió realizar el servicio militar en la Fuerza Naval de Israel. Tras dos años, retomó su carrera. Ahora, reside en Madrid con Courtois, con el que vive una bonita historia de amor. El mundo del fútbol volverá a reunirse para celebrar otro gran triunfo para la familia del Real Madrid: la boda de Thibaut Courtois y Mishel Gerzig.