Ana Peleteiro vive el que posiblemente sea el mejor momento personal de su vida ya que está embarazada de 12 semanas de su primer hijo, fruto de su relación con el también deportista profesional Benjamín Campaoré. En torno a su estado ha girado la entrevista que ha concedido este miércoles en El Hormiguero en la que se ha asegurado que es un niño muy deseado por sus padres que buscaban cumplir este sueño juntos. "No esperábamos que fuera tan rápido. Al principio me salió negativo y no me cabreé porque es lo normal. Entonces me quería centrar en las concentraciones y ya ser madre después de los Juegos Olímpicos y claro ya empecé con náuseas raras y yo que soy muy intuitiva volví a repetir la prueba y ahí estaba la raya aunque apenas se veía". Una sexto sentido que también le ha servido para pensar en el género del bebé que viene en camino. "Va a ser un niño. El martes espero que me lo digan. Además lo he mirado en el calendario chino y es algo fiable lo he comprobado con otras celebridades como María Pombo", ha explicado sobre este método singular en el que confía ciegamente.
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Para otros aspectos espera no ser tan mística y dejarse llevar por el ejemplo que siempre ha visto en casa "Me imagino siendo una mamá de las de toda la vida, muy normal como ha sido la mía conmigo", ha confesado sobre la sencillez con la que piensa abordar la crianza. Además, ha revelado que en caso de perder el norte cuenta con la inestimable ayuda de su pareja, que ya tiene dos hijas fruto de una relación anterior. "Yo soy primeriza, pero Benjamín no y cuando se me vaya la pinza dirá, por ahí no vayas".
Precisamente, otro de los temas sobre los que ha hablado ha sido su historia de amor con el padre del bebé, con el que lleva poco como pareja, pero al que conoce desde hace ya cinco años. "No estuvimos juntos, pero si tuvimos cositas. Siempre he creído que estamos predestinados". También ha contestado a aquellos que piensan que esta decisión ha sido precipitada. "Sí algún día se acaba el amor, que es algo que le pasa a muchísima gente, sé que será un padrazo pase lo que pase y no me voy a arrepentir de tener hijos con él porque es una persona maravillosa".
Para quien no fue tan sencillo asimilar toda esta situación fue para sus padres, que tan solo habían visto una vez al atleta francés. "Vino a Galicia una vez y ellos no lo querían en casa porque llevábamos muy poco. La siguiente vez que volvimos a casa ya estaba embarazada, pero le echó narices. Y en un principio estaban serios, pero luego ya nos fuimos todos juntos de vinos, yo no bebí está claro, y luego ya super felices", ha explicado entre risas al mismo tiempo que aseguraba que siempre ha sido una niña muy tozuda y con carácter y que espera que su hijo sea así en cierta manera para que haga frente a los baches de la vida, aunque pueda resultar algo complicado, especialmente, durante la adolescencia.
Para la visita al plató, en la que ha confesado sentirse algo nerviosa, ha optado por un mono deportivo ajustado con el que se intuía su incipiente barriga de tres meses. Aunque Pablo Motos ha declarado que no se le nota apenas nada, ella sí que empieza a sentir los cambios físicos propios de esta etapa. "Yo sí que lo noto porque no es mi vientre de bronce olímpico". Entre otros síntomas ha notado el cansancio y, sobre todo, mucha hambre. Lo que no ha abandonado es el ejercicio físico con una nueva rutina deportiva adaptada para su situación, para así retomar su carrera lo antes posible porque está en uno de sus mejores momentos profesionales.