Dicen de él que tiene una personalidad arrolladora, un gran carisma y mucho sentido del humor. Las claves de su éxito. A las que hay que sumar, sin duda, su atractivo físico. Chris Pratt pasa por ser una de las estrellas de Hollywood más accesibles y cercanas, lo que le ha granjeado, si cabe, aún más fans (36 millones de seguidores en instagram). En poco tiempo pasó de secundario a actor de moda con taquillazos como Los guardianes de la Galaxia y Jurassic World . Y a sus cuarenta y dos años aparece en la lista Forbes entre los mejor pagados.
El caso es que el macizo Chris Pratt no siempre tuvo tan buena forma. Deportista de élite en el instituto, los años de papeles que le obligaban a subir y bajar de peso de manera habitual le dejaron huella. Con treinta y cuatro años decidió dar un giro radical a su carrera y a su vida cuando se cruzó Marvel en su camino. Pesaba entonces 136 kilos y el reto para poder interpretar a Peter Quill en Guardianes de la galaxia era poder enseñar los abdominales marcados. ¡Necesitaba conseguir el six pack en seis meses!
Era hora de dejar al patoso Andy Dwyer, su personaje en Parks and Recreation, y dejar paso a Star Lord, un viajero espacial cachas y que adora la música de los 90. Se puso en manos de un nutricionista: “En realidad perdí peso comiendo más, pero comiendo mejor, con alimentos más saludables” decía el actor en la revista Men’s Health, y comenzó un entrenamiento intensivo durante cuatro horas al día, seis días a la semana, que incluía running, boxeo, natación, kickboxing, triatlón, el programa fitness P90X y mucho gimnasio hasta perder treinta y dos kilos. Obviamente todo supervisado por equipo de profesionales.
“No siempre he estado gordo, pero sí lo he estado durante una época de mi vida, casi ocho años, por exigencias del guion. En cierto modo, fue muy divertido porque me encanta comer y beber cerveza, pero también estaba deprimido”, aseguró el actor en la Comic-Con 2014, cuando ya había conseguido transformar su cuerpo hasta dejarlo en aproximadamente 100 kilos de puro músculo.
La transformación fue obra de Duffy Gaver, antiguo Navy Seal convertido en famoso preparador físico, un hombre que no es ajeno a las exigencias de los rodajes, ya que ha conseguido papeles en películas como Se7en y La roca, y ha entrenado a clientes como el antiguo Spiderman Tobey Maguire. También puso a Brad Pitt en la mejor forma de su vida para Troya.
“Creo que el cuerpo de Chris en ese momento funcionaba para el tipo de actor que era, pero ya era hora de un cambio”, decía Gave en una entrevista. “Estoy muy orgulloso del trabajo que hice con Chris porque le hizo pasar de ser un tipo determinado de personaje a ser un protagonista. Y un protagonista muy solicitado”.
Además de las horas de gimnasio y ejercicio al aire libre, se puso en manos del nutricionista Phil Goglia, que diseñó una dieta para el actor que incluían muchos alimentos ricos en proteínas como bistec, pescado, pechuga de pollo, huevos enteros y alimentos bajos en carbohidratos como el arroz integral, patatas dulces, brócoli, espinaca, avena y bayas. Además, eliminó el azúcar de su dieta y reemplazó los productos lácteos con alimentos que contienen grasas saludables como aguacate o nueces entre otros.
Tras haber decidido aparcar su vida sedentaria anterior, ocho años después el actor de 1.88 metros se mantiene en forma con una rutina más suave de ejercicios y deporte una hora al día cuatro días a la semana.
Otro de los aspectos más relevantes en la vida de Chris Pratt es que comparte mesa y mantel habitualmente con Arnold Schwarzenegger, leyenda viva del cine y del culturismo. El actor está casado desde 2019 con su hija Katherine y acaban de tener a su segunda hija (además, tiene un niño, Jack, de nueve años, de su matrimonio con Anna Faris). Así pues, Pratt tiene a un suegro muy inspirador que, a buen seguro, estará muy pendiente de la preparación de su yerno y tratará de evitar que vuelva a las andadas y se deje llevar por los malos hábitos de una vida sedentaria y una mala alimentación.
De cerca con el guardían de la galaxia
DIETA: Hasta que logró su objetivo físico, el actor se puso en manos de un nutricionista y siguió una dieta variada y rica en proteínas que le obligaba, para definir su torso, a ingerir unas cuatro mil calorías al día y a tomar mucha agua.
POPULARIDAD: El guapo actor tiene una personalidad encantadora, por lo que no sorprende que fuera el más popular del instituto Lake Stevens High School, en Washington D.C.
SUS INICIOS: Trabajando como camarero en un restaurante de Hawai consiguió su primer casting en Hollywood. Su comensal era una importante directora que lo encontró tan divertido que le pidió que volara allí dos días después.