rodrigo santoro© Gustavo Zylbersztajn

Hablamos con Rodrigo Santoro, la estrella brasileña que conquistó Hollywood

De ‘Love Actually’, ‘300’, ‘Perdidos’, ‘Westworld’…a Magallanes en ‘Sin límites’


5 de junio de 2022 - 14:01 CEST

Capitaneados por el portugués Fernando de Magallanes, 239 marineros partieron desde Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) el 20 de agosto de 1519. Solo 18 regresaron tres años después en la única nave que resistió la aventura, capitaneados por el marino español Juan Sebastián Elcano . Habían recorrido 14.460 leguas, siempre de oeste a este, completando la vuelta al mundo. Una misión casi imposible que transformó para siempre el comercio, la economía, la astrología y el conocimiento del planeta, y que está considerada como una de las mayores hazañas de la historia.

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© Hola

Cuando se cumplen quinientos años de aquella gesta Prime Video estrena el 10 de junio en exclusiva    Sin límites  , una serie llena de acción y aventuras, donde Rodrigo Santoro y Álvaro Morte, se ponen en la piel de Magalles y Elcano respectivamente. La producción, con RTVE, fue rodada en España, en localizaciones de País Vasco, Navarra, Sevilla, Huelva y Madrid, antes de trasladarse a la República Dominicana. “Me sorprendió muchísimo la historia real” nos cuenta Rodrigo Santoro desde Brasil, su país natal, que nunca ha abandonado a pesar de que el éxito lo llevó a Hollywood hace más de quince años. Lo conocemos por títulos como Love Actually, 300 (a muchos sigue sorprendiendo descubrirle como el rey-dios Jerjes-) la serie Perdidos o más recientemente la alabada Westworld como Hector Escaton. Solo por citar algunos, porque hay muchos más.

© Gustavo Zylbersztajn

- ¿Cómo llega Magallanes a tu vida?

- Justo antes del inicio de la pandemia. Estaba rodando la película Siete Prisioneros y fue aproximadamente un mes antes del primer confinamiento. Mi agente leyó el guión, me dijo que era interesante y yo le eché un vistazo rápido, ya que no tenía mucho tiempo porque rodaba todos los días. Me quedé muy sorprendido. Obviamente había oído cosas, tenía idea y había estudiado en el colegio el estrecho de Magallanes, pero no conocía realmente la historia. Cuando terminé la película empezó la pandemia así que me quedé encerrado con Magallanes mucho tiempo antes de rodar -ríe-. Nunca he tenido tanto tiempo para investigar, pero fue increíble el proceso de conocer.

“Magallanes era un aventurero, un valiente, y lo que hizo una hazaña increíble, pero también era un hombre lleno de conflictos y contradicciones. Y sentí que tenía el gran desafío de humanizarlo, construir y mostrar al hombre detrás de esa imagen”

- ¿Qué es lo que más te gustó de ese proceso?

- Lo primero, que Magallanes es una figura muy controvertida. Es héroe, es villano, para algunos es traidor…porque la expedición al final la financió España. Leí muchas cosas en Internet, historiadores, intelectuales con puntos de vista diferentes…Incluso hablé con la historiadora española Vanesa de la Cruz, y fue muy importante porque me ayudó muchísimo; yo había investigado y leído la biografía de Pigafetta el italiano que iba en el barco, pero ella me dio un montón de cosas para estudiar. Y te digo, me sorprendió muchísimo lo que comencé a aprender de Magallanes. Era un aventurero, un valiente, y lo que hizo una hazaña increíble, pero también era un hombre lleno de conflictos y contradicciones. Y sentí que tenía el gran desafío de humanizarlo, construir y mostrar al hombre detrás de esa imagen. Por un lado, tenía mucho material, pero por otro también era un compromiso porque su imagen está en el consciente colectivo.

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- ¿Mostrar al hombre detrás de la figura histórica fue tu gran desafío?

- Sí, seguramente este fue el desafío central, pero hay otras cosas, como hablar español. Yo hablaba español latinoamericano, que no es lo mismo, y luego pensé…espera, si Magallanes aprendió a hablar español fue porque se fue a España, no hay licencia poética conmigo, así que empecé a hacer un trabajo muy preciso en el sentido de hablar castellano de un portugués que aprendió a hablar en España. Eso para empezar. Luego, hablar portugués de Portugal, porque yo soy brasileño, y es también muy diferente. Y luego todo el tema de las peleas y las luchas. Esto también fueron desafíos, pero me encanta. Es un equipazo y ha sido un placer trabajar con estos artistas de vestuario, de arte, los decorados increíbles…Había una preocupación por hacer todo de una manera muy fiel a lo que fue y eso me encanta porque me estimula muchísimo. Lo mismo digo de los actores, todos maravillosos, Álvaro ha sido un gran compañero en esa batalla, porque estábamos en medio de la pandemia y trabajamos juntos para profundizar en la relación de Magallanes y Elcano. Lo he pasado muy bien, ha sido una experiencia muy bonita.

© Gustavo Zylbersztajn

- Has sido un pionero en Hollywood para los actores latinoamericanos ¿Lo sientes así? ¿Crees que has abierto puertas para que otros intérpretes puedan acceder ahora a superproducciones y grandes series internacionales? 

- No puedo decirte cuál ha sido mi influencia en estas personas. Voy a intentar contestarte dividiendo en dos partes. La primera desde dentro, que soy yo, es decir cómo veo haber salido de Brasil para trabajar fuera. Eso fue una extensión de mi historia.

Mi primera película fue Bicho de siete cabezas, que fue a festivales, como el de Biarritz, y ese fue mi primer contacto internacional. Ganó un premio y unos productores americanos le dijeron a la directora que querían contactar conmigo, yo no estaba allí porque estaba en Brasil trabajando. Hablamos del momento en que todavía no había internet…Mi primer trabajo fuera de Brasil fue The Roman Spring of Mrs. Stone, de Showtime con Helen Mirren y Anne Bancroft, fue su última película. Ahí estaba yo, viviendo una aventura. Siempre he vivido las experiencias paso a paso, y están basadas en la relación con cada material. Nunca he cogido una mochila y he dicho me voy a Hollywood a hacer una carrera. No. Es, vale, esto está bien, esta película me llevó allá, vale pues vamos a ir. Tanto es, que nunca viví allí. Hace ya quince años y todavía no he tenido una casa, nunca he dejado Brasil y me he ido a vivir allí. Y no ha sido porque no me lo dijeran, pero hay varias razones por las que no lo he hecho, especialmente lo más importante es estar conectado con mis raíces. Me gusta estar cerca de la base de lo que soy y de quién soy. Me gusta viajar, y hoy tengo la oportunidad de ir a muchos sitios, no solo a Hollywood, sino por ejemplo esta experiencia tan bonita en España.

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- ¿Y cuál sería, entonces, la segunda parte?

- Pues por otra parte, lo que te puedo decir es que la llegada del  streaming , con la globalización, se han abierto las puertas, porque yo vengo de una fase antes de eso. Leía guiones con personajes específicamente latinos, más estereotipados e incluso dejé de hacer un par porque no me interesaba. Fue paso a paso. Yo estaba muy contento con mi carrera en Brasil, Hollywood fue una consecuencia, empecé a trabajar ahí y hoy trabajo ahí y es maravilloso. Tengo un montón de oportunidades y estoy muy agradecido, pero el streaming y la globalización sí que hizo a Hollywood mirar hacia todo el mundo. Y ahora la inclusión y la diversidad forman parte del paquete. Tienes series, por ejemplo, como  La casa de papel , un éxito rotundo. Hay un antes y un después. Yo vengo del antes y recuerdo lo difícil que ha sido. No es que no lo siga siendo, todavía queda mucho trabajo por hacer porque hay que diversificar más, para tener más representación, pero estamos en el camino. Hoy veo a muchos artistas extranjeros trabajando en Hollywood: brasileños, españoles, italianos…no solo delante, también detrás de las cámaras.

“Nunca he dejado Brasil y me he ido a vivir allí. Lo más importante es estar conectado con mis raíces”

- ¿Cuáles son los tres pilares que sustentan tu vida?

- Mi familia. Tengo una hija de cinco años, y mi compañera, mi esposa, y gracias a Dios tengo a mi padre y a mi madre y siguen todavía juntos. Para mí la familia es mi soporte, es la base y es una de las razones de volver siempre. Todo está basado en la comprensión, el amor y el respeto. Imagínate…mi padre es ingeniero, cuando con diecisiete o dieciocho años comencé a actuar…Ahora ser famoso es cool, pero en aquellos tiempos no. o pensaba que iba a ser doctor…pero siempre me ha respetado y me ha dejado hacer. Ha sido siempre una guía y ha habido mucha conversación y mucho diálogo.

Mi trabajo, naturalmente, es otro pilar. El arte es mi oración, es la manera que encuentro para expresarme y comunicarme con lo que hay dentro de mí, y si mi oración se conecta con los demás, pero es algo más que trabajar por ganar dinero. Claro que eso es muy importante para vivir en sociedad y yo tengo una familia, obviamente, pero también hay mucha pasión, hay algo más sutil.

© Gustavo Zylbersztajn

Y el tercer pilar, no quiero sonar místico, pero es el alma, el espíritu. Creo que el trabajo más grande que uno puede hacer está dentro de sí mismo. Siempre buscar una mejor versión de uno mismo, trabajar duro para evolucionar y crecer internamente, no crecer solo externamente y tener y tener cosas. Soy también de hacer yoga, meditación…pero no quiero que esto suene a algo de hadas, no hablo de eso sino de algo concreto, de un trabajo de todos los días, un chequeo de cómo me estoy relacionando con los demás, cómo soy como papá, cómo soy como hombre, como artista, como hijo, como amigo y en qué puedo mejorar. Eso es un pilar.

- Cuando rodaste en el País Vasco ¿tuviste oportunidad de hacer surf en Mundaka?

- ¡No me hables! Me hubiera encantado, pero no tuve ni un día libre. No he estado nunca, pero como apasionado del surf claro que lo conozco. Me encantó el País Vasco, sí estuve en San Sebastián. No hice surf, esta vez no tuve la oportunidad, a la próxima.

- Te sigue apasionando el surf, claro. 

- Sí, muchísimo. Me encanta el deporte en general. Ahora he comenzado a jugar al tenis, no lo conocía, y estoy enamorado. Aunque el surf sigue siendo el número uno, en general los deportes con tabla siempre me han gustado, el snowboard, por ejemplo. El skate también, pero ya no. Prefiero el agua.

- Si no estuviera hablando ahora mismo con Rodrigo Santoro el actor ¿estaría hablando con un periodista? 

- Quizá seríamos amigos o compañeros -ríe-. Me encantaba. Hice tres años de Comunicación Social, como se llama aquí, y luego tienes que escoger periodismo o publicidad. Elegí el primero y al empezar a trabajar como actor, compaginé las dos durante un tiempo. Durante un año trabajaba los estudios de Teleglobo por la tarde y por la mañana estudiaba. Hasta que empecé a tener más oportunidades. Desde que empecé a trabajar no paré, al final tuve que elegir, y eso me rompió el corazón, porque no conseguí terminar, pero estudié mucho y me encantaba. Pero sí, podría estar trabajando en una revista, por ejemplo…Aunque te diré que yo crecí pensando que sería doctor.

© Prime Video

- ¿Cómo es eso de que pensabas que serías doctor?

- Quería salvar vidas, creo que es muy digno y muy romántico… Tengo médicos en la familia también, y crecí con la admiración hacia esta profesión. Entonces a los diecisiete años hice las pruebas para entrar en la Universidad , pedí como tres facultades para hacer medicina y una para Comunicación Social, porque algo me decía que podría ir por es camino. Y luego, en el momento de escoger de verdad, vi un accidente en la calle que me impresionó mucho… pensé ¿Qué es ser doctor de verdad, es eso? Y le dije a mi padre que iba a Comunicación Social. Él me respondió: “años hablando de ser médico y ahora cambias? Y le dije “sí, algo me está diciendo que es por aquí”. Y seguí por ese lado.

- Y mal no te fue, desde luego. 

- No, ha funcionado. Soy muy apasionado con todo lo que hago, me parece que algo me salvó en un momento…no sé qué sería, podría haber sido médico, pero estoy muy contento haciendo lo que hago.

“El arte es mi oración, es la manera que encuentro para expresarme y comunicarme con lo que hay dentro de mí”

- Hubo unos años en los inicios de tu carrera en Hollywood que llamaban el “Tom Cruise brasileño” y te apareciste en la lista de los cincuenta hombres más sexys del mundo. ¿Cómo viviste eso? ¿Alguna vez te ha considerado un sex symbol?

- Me acuerdo de ese momento precisamente porque me llamó mi agente y me dijo “estás en la portada de People. Estás con Brad Pitt y otros como uno de los más sexys”. Y aquel hombre lo celebraba como si hubiera ganado el mundial. Y yo: “ok, pero ¿quién lo ha decidido? ¿Qué criterio de selección tiene?”. Y él decía: “No importa, que esto te va a abrir puertas”. Y luego fue una de las primeras lecciones en este business, especialmente en Hollywood, del estatus, de esos títulos y esas cosas.

Claro que la sensación es ¡guau qué increíble! No me parece mal, pero el punto era qué significa eso …y luego entendí que eso era bueno para abrir puertas, para tener más oportunidades de trabajo. Y entonces pensé “vale, perfecto, ahí vamos”. Pero yo nunca he trabajado para estar ahí ni, he hecho un trabajo específico para que me eligieran como sexy, eso ha sido una consecuencia, pero nunca he visto eso como algo negativo. Y en aquel momento, no me acuerdo en qué año fue, pero hace mucho tiempo, de verdad que ayudó. Yo creo que 300 vino después de eso.

© Prime Video

Me acuerdo qué año, pero hace mucho tiempo, de verdad que ayudó. Yo creo que 300 ha venido después de eso. Aunque mi foco siempre ha estado en el trabajo, todo lo que está alrededor es parte del show, pero yo no me puedo concentrar en eso. Cada vez que voy a elegir un trabajo me pregunto cómo va a ser esta experiencia. Es parte de mi vida, no quiero solo pasarlo bien. Quiero que sea memorable, que me traiga algo nuevo, que sea interesante de alguna manera.

- Te veremos el 10 de junio entonces como Magallanes en Sin Límites. 

- Si, estoy deseando, muchas gracias. Y quiero decir también que soy un admirador del cine español. Almodóvar, Saura, Amenábar, Trueba, de la Iglesia, León de Aranoa…por supuesto, pero también otras que he ido buscando y encontrando. Por eso me encantan los festivales, porque a veces las películas no llegan. Y me encanta ver la cultura a través del cine. Vi por ejemplo La librería de Isabel Coixet, Libertad de Clara Roquet, las películas de Icíar Bollaín, Las niñas, de Pilar Palomero, Enfermedad de Domigo, de Ramón Salazar…