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Una de las últimas imágenes del príncipe Beltrán Sajonia-Coburgo-Gotha, hijo de Kardam de Bulgaria y Miriam de Ungría, príncipes de Tirnovo, fue en el funeral de su padre, celebrado en 2015 en Madrid ante la presencia de distintas casas reales, como los reyes Máxima y Guillermo de Holanda. Desde entonces, hace siete años, se ha hecho mayor y se ha convertido en uno de los príncipes que enamora a la realeza europea. Lo pudimos comprobar en la boda de su prima Mafalda Sajonia-Coburgo con Marc Abousleiman, celebrada el pasado fin de semana en Mallorca, a la que también acudieron otros jóvenes royals, como las princesas Sara y Aisha de Jordania.
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Nieto del rey Simeón de Bulgaria y uno de los miembros más discretos de la Familia Real del país, se ha convertido en un atractivo joven de 23 años. El interés que suscita es natural ya que es el segundo en la línea de sucesión al trono búlgaro, por detrás de su hermano mayor, el heredero Boris Sajonia-Coburgo, que triunfa entre la aristocracia europea con sus esculturas. Pero Beltrán no parece interesado en este tipo de fama y, aunque participa gustoso en los acontecimientos familiares e institucionales que requieren de su presencia, está volcado en su fascinante carrera profesional.
Licenciado en Física Teórica -la rama de la física que intenta explicar y predecir los fenómenos de la naturaleza- por la universidad Queen Mary de Londres, es, tal y como lo descibrió su madre, “un cerebrín físico”. Así lo certifica el hecho de que obtuvo la calificación más alta y recibió el ‘Premio del Director’, al que se suman las varias becas que ha recibido por sus logros académicos sobresalientes. Actualmente, el príncipe es estudiante de doctorado en Física del Clima en el Imperial College de Londres, donde también ha recalado gracias a una beca de excelencia. Desde joven, es un apasionado de este campo.
Pero, además de las ciencias, Beltrán también tiene una rama artística. De hecho, es un virtuoso del piano, como ha mostrado su madre en algunas ocasiones en sus redes sociales. A su vez, habla español, inglés, francés y alemán. Sin embargo, lo más importante es, en palabras de su abuelo, el que un día fuese monarca de Bulgaria, que es un chico muy familiar. “Durante toda la enfermedad de su padre, los dos estuvieron al lado de su madre, y eso en unos chicos tan pequeños refleja su madurez. Miriam, mujer de una calidad extraordinaria, nunca les ocultó la gravedad de la situación”, comentaba Simeón, al referirse al accidente que su hijo Kardam sufrió en 2008 y cuyas secuelas ocasionaron su muerte en 2015.