Rafa Nadal está a un solo paso de volver a proclamarse rey de la tierra batida y seguir agrandando su leyenda. El tenista disputará este domingo la final de Roland Garros, en la que estará presente Felipe VI. Lo hará tras la victoria que ha supuesto la retirada de Alexander Zverev en el partido que han jugado la tarde del viernes en la pista Court Philippe Chatrier. El deportista manacorí ha ganado el primer set del encuentro por 7-6 y en el segundo iban empate a 6 cuando su rival ha tenido que abandonar la competición tras torcerse el tobillo. Poder optar a conseguir su ensaladera número 14 es, sin lugar a dudas, el mejor regalo para Rafa por su 36 cumpleaños, que es este mismo 3 de junio.
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El sacrificio, la constancia y la deportividad forman ya parte del ADN de Rafa Nadal, quien tiene claro que "siempre vale la pena un esfuerzo más". Esta frase cobra aún más significado en el actual Roland Garros, su Grand Slam por excelencia. No en vano, ha conseguido unos excelentes resultados tras unos meses muy complicados a causa de una lesión crónica en su pie izquierdo que le ha hecho incluso poner sobre la mesa la posibilidad de una retirada a corto plazo. El premio Príncipe de Asturias de los Deportes padece la enfermedad de Müller-Weiss que le provoca un altísimo dolor, pero incluso con este hándicap ha vuelto a demostrar que su juego es de otro planeta y formará siempre parte del Olimpo del tenis independientemente de si se proclama vencedor o no.
Ganar Roland Garros una vez más sería todo un hito, pero el deportista balear reconoce que prefiere perder "a cambio de un pie nuevo con un escafoides nuevo" ya que esto le permitiría "ser más feliz en mi día a día" y dejar atrás los dolores que tiene "a diario o casi a diario", Ha asegurado en la rueda de prensa posterior al partido que ganar "es bonito y te llena de adrenalina, pero la vida continua y es más importante que cualquier título". Nadal indica que tiene una vida por delante y que cuando deje la competición le gustaría hacer deporte amateur con sus amigos, una práctica que debido a su lesión es una incógnita.
Para Nadal ha sido un partido agridulce porque, aunque le ha permitido estar en la final, lamenta el incidente que ha sufrido su compañero Alexander Zverev, con el que se ha mostrado muy empático y al que ha dado un gran abrazo antes de salir de la pista entre aplausos. "Para mí estar en la final de Roland Garros es un sueño sin duda, pero terminar de esta manera... He estado ahí dentro con él antes de volver a la pista y verle llorar es un momento muy duro. Le deseo lo mejor", ha dicho
Una parte de esa inmensa fortaleza con la que Rafa nos deleita sobre la pista también tiene que ver con la energía que le transmiten sus seres queridos. Los Nadal son una piña y así ha vuelto a quedar patente en Roland Garros, donde hemos visto a su hermana Maribel Nadal y a su esposa Mery Perelló celebrar con efusividad y llenas de orgullo cada punto desde las gradas. Ambas saben muy bien lo mucho que le ha costado al tenista poder afrontar esta competición tan importante para él cuando hace escasos meses cojeaba para subir escaleras y se han volcado en darle todo su apoyo, al igual que los aficionados que estos días han llenado el estadio.
El apoyo de la Casa Real
Una vez más Rafa Nadal coloca al deporte español en una posición privilegiada al protagonizar la gran final de Roland Garros, un partido que promete ser inolvidable y al que acudirá Felipe VI. El Rey siente una gran admiración por el tenista mallorquín, que mantiene una relación muy cercana con toda la Familia Real, en especial con don Juan Carlos. El jefe del Estado va a viajar a Paris el domingo para apoyarle personalmente como ya ha hecho en otras ocasiones. La última vez que disfrutó de la raqueta de Nadal fue en mayo, en el Mutua Madrid Open, cuando jugó contra Carlos Alcaraz. "Gracias Majestad por vuestra presencia. Gracias Madrid por el apoyo. Ha sido especial sentir una vez más el cariño de todos. Enhorabuena a Carlos por el partido. Mucha suerte para el resto del torneo. A ganar", dijo entonces el jugador, al que la Casa Real ha felicitado públicamente con mensajes de afecto y cariño en sus victorias.